El anuncio de Fajardo de votar en blanco para la segunda vuelta le ha traído aplausos, por uno que otro seguidor y la gran masa uribista, respeto y admiración, por unos cuantos, y una lluvia de críticas por parte de esos que lo tenían como un líder.

Por Luis Oñate Gámez.

“Uno viene al mundo con sus polvos contados, y los que no se usan por cualquier causa, propia o ajena, voluntaria o forzosa, se pierden para siempre”, sostuvo García Márquez en El Amor en los Tiempos del Cólera. En la provincia eso es verídico, polvo que se va no vuelve y la vida sigue igual. Desafortunadamente, a diferencia del polvo, hay instantes en los que la vida ofrece oportunidades únicas que difícilmente se podrían volver a presentar. Esos son los momentos en los que un líder muestra su casta y grandeza para tomar caminos y guiar a sus seguidores, por encima del bien personal, sobre todo cuando de esa decisión puede depender el futuro de mucha gente.

Y en la toma de decisiones históricas, politólogos sitúan a Winston Churchill entre los más destacados líderes por lo que pudo representar para el mundo las determinaciones que tomó con la gran alianza para enfrentar a Hitler en la Segunda Guerra Mundial. “Si Hitler planeara invadir el infierno me pronunciaría a favor del diablo en el parlamento”, sentenció en una de sus frases célebres el líder inglés.

Hace 4 años, en el país el proceso de paz con las Farc estaba a pocos pasos y había dos alternativas: una encabezada por Juan Manuel Santos, que apoyaba decididamente la continuidad de los diálogos, y otra comandada por Álvaro Uribe, que se oponía rotundamente a la reconciliación. Al final a muchos nos tocó tragarnos el sapo y respaldar a Santos porque no había otra alternativa. De dos males, el menor. “Uribe nos sacó lo peor obligándonos a votar por Juan Manuel”, señalaron algunos.

En esa oportunidad el líder del Polo Democrático Jorge Robledo, al igual que hoy, se apartó del deseo de la mayoría de sus copartidarios y decidió anunciar que votaría en blanco, a sabiendas de que esa decisión en segunda vuelta es inocua porque no sirve para nada, pero en un momento dado si podría favorecer al más fuerte en la contienda. “Prefiero apoyar la paz y equivocarme, que apoyar la guerra y acertar”, indicó en medio del debate el profesor Antanas Mockus, quien votó e hizo campaña a Santos para buscar la reconciliación.

Hoy estamos viviendo una situación similar a la del 2014. En una esquina está el candidato Iván Duque, ungido por Álvaro Uribe Vélez, quien, al igual que Fujimori en el Perú, no pierde la esperanza de regresar en cuerpo ajeno; para tomarse los poderes ejecutivo, legislativo y judicial y ser el presidente eterno, tal como lo vocifera su pupilo Duque. En el otro costado está Gustavo Petro, quien por haber sido guerrillero y por sus ideas progresistas genera temores en algunos sectores allegados al Uribismo.

Sergio Fajardo que obtuvo la tercera mayor votación en la primera vuelta fue candidato de intelectuales, columnistas y, al igual que Petro, despertó una gran esperanza como fuerza alternativa, anticorrupción, amiga de la paz y progresista. Fajardo tuvo la oportunidad de erigirse como el candidato único alternativo, pero quizás el miedo o el ‘yoismo’ se lo impidieron. Cuando Sergio encabezaba las encuestas, Gustavo Petro y Humberto De la Calle le propusieron ir a consulta y hasta le rogaron para que por lo menos se tomasen un tinto y conversaran, pero Fajardo siempre dijo no.

El anuncio de Fajardo de votar en blanco para la segunda vuelta le ha traído aplausos, por uno que otro seguidor y la gran masa uribista, respeto y admiración, por unos cuantos, y una lluvia de críticas por parte de esos que lo tenían como un líder, y como tal esperaban una mejor decisión. Luego de que Gaviria se llevara el partido y lo dejara en la calle Humberto también se corrió y dijo que votará en blanco.

Será que Sergio Fajardo y Humberto de la Calle no pensaron que la gran mayoría de los colombianos, como dijo García Márquez, seguimos soñando que en nuestra nación sea cierto el amor y sea posible la felicidad,  donde las estirpes condenadas a doscientos años de guerra y corrupción tengamos por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra?

Con experiencia de más de 25 años como reportero, haciendo corresponsalía a medios regionales y nacionales en prensa, radio, televisión y ahora a través de la internet. Amante de la naturaleza, los buenos relatos, los sueños y enamorado de la vida.Como reportero-corresponsal me ha tocado ser un...