El propósito de este artículo es ampliar la información sobre herramientas y estrategias de seguridad que hemos aplicado y han tenido muy buenos resultados, posibilitando la prevención y la disminución de robos en nuestros barrios de Bogotá.

El 26 de febrero del presente año escribí un primer artículo donde compartí herramientas y estrategias para disminuir los robos de casas en los barrios de Bogotá. Esto se basa en el sistema que implementé hace tres años en mi barrio, con el que hemos conseguido excelentes resultados en términos de seguridad. En el transcurso del 2018, otros dos barrios han puesto en acción las estrategias y el sistema en sus comunidades, por lo que considero pertinente comunicar sus experiencias, para que más civiles puedan replicarlas.

A manera de preámbulo, a continuación les hago un breve resumen sobre el anterior artículo para entrar en contexto:

En diciembre del 2015, implementé un sistema para disminuir los robos que se presentaban anualmente en mi barrio Malibú (entre el Batán y la Alhambra). Éste consiste en la solidaridad, el trabajo en equipo, la organización de ciudadanos, el activismo, una estrategia londinense llamada “Neighbourhood watch” y la implementación de un sistema que consta de una alarma comunitaria compuesta por un panel de control, sirenas (ubicadas estratégicamente), botones de pánico y un grupo de WhatsApp entre los vecinos involucrados conectado con el respectivo CAI del barrio.

En el 2015 en el sector de Malibu de la carrera 50 a la carrera 47 y entre las calles 121 a la calle 118, se presentaron nueve robos de casas en sólo siete meses. Estos robos eran obra de una banda organizada que operaba en camionetas, quienes andaban armados y procedían a amordazar a los propietarios de las casas, amenazándolos y robándoles sus pertenencias. Por esta razón, era urgente accionar sistemáticamente, uniéndonos como vecinos para prevenir esta problemática.

Una vez implementado el sistema, los robos disminuyeron notoriamente. En el 2016 hubo un intento de robo, en el cual logramos capturar a los ladrones entre los mismos vecinos con gran eficacia. Esta vez no era de la misma banda organizada; se trataba de unos hombres que decían ser “albañiles” y entraron a una casa sobre la calle 120 de Malibú, con intenciones de robar pertenencias de los propietarios.

En el 2017 no se presentó ni un solo robo. Y éste año se presentó  un robo que consistió en una supuesta familia que iba a visitar una de las casas que está en venta sobre la calle 120. El propietario de casa dejó seguir a estas personas, y les robaron algunas cosas sin que el propietario de casa se diera cuenta. Lamentablemente, él no noss informó a tiempo y en consecuencia no logramos accionar para evitarlo.

En resumen, en estos tres años hemos tenido una disminución de robos gracias al sistema, que ante todo consiste en solidarizarnos entre vecinos y en activar nuestra consciencia ciudadana, accionando en colectivo cuando es menester. 

En el 2018 este sistema se replicó en dos zonas de Bogotá ubicadas en el barrio Chapinero Alto en la carrera 3 con calle 61 y también en un conjunto ubicado en el barrio Provenza, al occidente de Bogotá en el antiguo camino a Suba. Yo personalmente les he hecho seguimiento y apoyado en lo que se ha requerido como guía de implementación.

A continuación les comparto las experiencias que han tenido los ciudadanos de estas zonas de Bogotá:

Chapinero Alto: Desde su instalación solo ha habido un caso de robo en la cuadra y fue una llamada millonaria.
Unos tipos llamaron y dijeron que supuestamente traían una nevera y engañaron a la muchacha; se metieron y sacaron cosas de una de las casas a plena luz del día. Ninguno de los vecinos se enteró sobre lo sucedido, entonces puede ser considerado como un caso aislado a la instalación del sistema. Pero ya tenemos el frente armado con los vecinos y con el CAI de apoyo. Antes de la instalación, (entre junio del año pasado y febrero del 2017), tuvimos dos robos en las oficinas de La Silla Vacía (ubicadas en este sector), y otros dos robos en la oficina de al lado de la Silla Vacía y otro más en una casa de la zona, para un total de cinco robos en la cuadra. Y a partir de julio del 2018 hasta diciembre de este año, sólo hemos tenido un robo. Es decir, si hay disminución y efectividad. Tenemos un chat de vecinos donde comentamos y nos comunicamos entre sí, con la policía incluida. Por ejemplo si alguien ve un carro sospechoso o algo alarmante lo comunica de una y todos están en línea directa con la policía, lo cual fortalece la seguridad. Si por ejemplo es puente, escriben quiénes son los vecinos que se quedan para que estén pendientes de las casas vacías durante los periodos de vacaciones y descanso; de esta forma se identifican las casas que quedan vacías y a los nuevos vecinos les cuentan en qué consiste todo. Y el sistema está totalmente funcional en este momento. Hemos estado mucho más tranquilos y la gente realmente lo ve como una ayuda”. – Pablo Isaza, Director comercial en la Silla Vacia.

Provenza: El sistema se instaló en un conjunto de catorce casas; se trata de una comunidad en donde se apoyan en cualquier situación. En sus casas las puertas siempre están abiertas y los niños van de casa en casa sin problema alguno; tienen una vida de barrio como era común en Bogotá muchos años atrás. Al inicio del presente año, tuvieron un evento de una intrusión a la casa de una de las vecinas, lo que resultó ser una causa para comenzar a organizarse en temas de seguridad, por tal motivo decidieron instaurar la estrategia de Malibú Vive. 

En un comienzo la instalación tuvo un obstáculo mientras aprendían a utilizar el sistema porque se disparaba la alarma en algunas ocasiones, lo que ocasionaba eventualmente algunas falsas alarmas. Ahora ya están funcionando mucho mejor. Por lo pronto no se han vuelto a ver incidentes de robo en dicho conjunto de Provenza.

Malibú Vive: Dentro de las nuevas estrategias que apliqué este año en mi barrio para reforzar el sistema, se encuentran las siguientes:

  • Sensores de luz en las zonas más oscuras del barrio.
  • Silbatos para cada casa
  • Triángulo de protección por cada tres casas: vecino A cuida a vecino B y C. Esto con el objetivo de fortalecer la estrategía arriba mencionada “Neighbourhood watch”, la cual consiste en la vigilancia de vecindario a partir de un grupo organizado de civiles dedicados a la prevención de delitos y vandalismo dentro de una vecindad. Acá estamos involucrados todos los que quisimos hacer parte del Sistema, es decir, más de 72 viviendas (verticales y horizontales).
  • Organización por Minigrupos: Minigrupo #1 calle 121. Minigrupo #2 calle 120. Minigrupo #3 Cra49 y Minigrupo #4 Cra 48. Esto con el fin de establecer comunicación organizada. Cada Minigrupo tiene un capitán o dos, y la comunidad tiene un líder y un tesorero.
  • Mantenimiento de las sirenas, botones de pánico y panel de control.

Espero que esta información sea de gran ayuda para muchos barrios de Bogotá con el propósito de continuar replicando esta estrategia y sistema. La clave para que prevalezca la seguridad en nuestros barrios es la organización entre vecinos, la buena comunicación y solidaridad de unos con otros. Solamente cuando existe verdadera unicidad podemos ser una gran comunidad comprometida.

 

Maestra en Artes Visuales con énfasis en Artes Plásticas de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá-Colombia, trilingüe, destacada por compromiso, responsabilidad, honestidad, liderazgo y excelentes relaciones interpersonales. Reconocida por La Silla Vacía como una de las 50 líderes transformadoras...