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La desconfianza -con razón- de la juventud colombiana en la política y los procesos electorales es una realidad de vieja data en Colombia. Se estima que la participación de las o los jóvenes en procesos electorales es de aproximadamente el 38 %, lo que se explica por la desconfianza en las instituciones y los procesos democráticos en general. Pero mañana, se puede empezar a revertir esta situación.
En unos comicios electorales inéditos, todos los jóvenes del país de 14 a 28 años podrán participar eligiendo a su Consejo de Juventud. Para esto, más de 41 mil jóvenes se han inscrito para ser elegidos y, de esta forma, ser promotores del cambio en su comunidad.
Los Consejos de Juventud serán órganos colegiados en que las o los jóvenes que sean elegidos tendrán la responsabilidad de compartir en instancias consultivas y decisorias las necesidades, intereses o propuestas frente a las iniciativas que se lleven a cabo en gobiernos municipales, departamentales o a nivel nacional. Así mismo, participar tal y como lo establece la ley 1885 de 2008 de las decisiones que tengan influencia directa sobre ellos de forma concertada junto al Gobierno.
Aunque el Consejo de Juventud no es una corporación pública, está establecido como un mecanismo de participación, que cuenta con plena capacidad de injerir en el Sistema Nacional de las Juventudes, a través de los consejeros que resulten de estas elecciones. Esto significa un paso en la dirección correcta para aquellos jóvenes que desean ser parte de nuevas soluciones, de estar frente a frente con tomadores de decisión en sus territorios y exponer el impacto que tienen las políticas públicas en el ámbito social, económico, cultural y democrático para la juventud.
En Colombia movilizar a la ciudadanía a este tipo de espacios de participación suele ser difícil debido a la baja credibilidad que tienen en el Gobierno, con un 48 % de confianza de acuerdo con un reporte presentado este año por el “Barómetro de Confianza”.
Es por eso que más que el rol técnico que cumplirán estos consejeros, su importancia se verá reflejada en la veeduría y concertación que harán desde este espacio a la gestión pública. Sin embargo, su actuación tomará mayor relevancia en espacios como el Consejo Nacional de Políticas Públicas de la Juventud, precedido por el Presidente de la República, en el que tres consejeros de juventud tendrán voz y voto entre 24 integrantes que, si bien no representa un amplio porcentaje, sí es la base de un proceso consciente de decisión que será clave para ejercer de forma correcta este derecho.
En un segundo ejercicio de participación con mayor capacidad de influencia dentro del Sistema Nacional de juventudes, estos representantes podrán participar de la Comisión de Concertación y Decisión, en la que se encuentra una oportunidad de diálogo entre el Gobierno y los consejeros de juventud. Esta comisión estará integrada por tres representantes del Gobierno, tres consejeros de juventud con capacidad de voz y voto y dos representantes municipales, departamentales o nacionales en función de veeduría frente a estos procesos de concertación.
En efecto este mecanismo no cambiará de un día para otro la coyuntura del país, pero sí garantizará un reconocimiento a las y los jóvenes que quieren ser líderes de transformación social y hacerles frente a aquellas situaciones en las que su voz ha sido olvidada. Es imperativo dotar de instrumentos de incidencia real que cada vez sean mejor entendidos y usados en pro de darle “dientes” a un órgano que debe fortalecerse para aumentar su legitimidad.
Por eso desde Movilizatorio queremos ser agentes activos, impulsar y promover el cumplimento de las garantías en estos procesos de participación y amplificar la voz de quienes quieren ser escuchados, de aquellos que viven estas situaciones día a día, que desean cambiar y sean parte de la discusión de la agenda pública que, sin duda, marcará la diferencia en diferentes ámbitos de la sociedad.
Las y los jóvenes esperaron ocho años para que el Gobierno Nacional hiciera efectivo este Estatuto de Ciudadanía Juvenil y hacerlos partícipes de las decisiones, descentralizar el poder y sus funciones, así como lograr complementariedad e integración institucional. Aunque es probable que esta jornada no rompa con la tradición abstencionista, será clave dentro de las dinámicas que esta población busca, en la que podrán elegir representantes para los 1.097 Consejos municipales y 33 locales en cinco ciudades del país.
Respaldamos y animamos a las y los jóvenes a participar de estas elecciones y así ser partícipes de los procesos de decisión que contribuyen a la construcción de una ciudadanía comprometida con su futuro. Corresponde, eso sí, dar más pasos que amplíen el apetito de toda la juventud para tramitar sus demandas por conductos legitimados en el sistema democrático del país.