Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
Promesas sin cumplir, hombres megalómanos casi psicópatas que anuncian con orgullo bombardeos y hacen oídos sordos a multitudes muriendo de hambre, desilusionadas de quienes deberían liderar las grandes transformaciones de la sociedad y que hacen que todo siga casi igual.
Cada tantos meses o un par de años se repite este escenario donde se elige a quien gobierna y a quienes nos representan, y la participación ciudadana se ve reducida a un voto a través del cual la gente delega las decisiones que más pueden afectar su vida a una persona o un grupo, y fruto de esa desesperanza, desconfianza y desilusión, esa decisión se toma demasiado a la ligera (por el más tranquilo o por el que tenga carácter) o con absoluta indiferencia (todos son iguales).
Reconstruir la confianza se ha vuelto en muchos casos una asunto de propaganda, un eslogan o un discurso vacío, cuando en realidad debería tratarse de una profunda transformación en las relaciones políticas, en la manera como construimos el liderazgo y cómo somos parte de las decisiones que definen nuestro futuro, porque finalmente la política está definiendo en qué condiciones puede ser concebida y puede nacer una persona, cómo se puede educar, los precios de los alimentos y del transporte, y hasta cómo se puede morir. La confianza no es un asunto exclusivo de la imagen que tiene la gente de una persona o institución, la confianza depende fundamentalmente del rol que desempeñamos en la toma de decisiones políticas.
Desde 2019 venimos trabajando en Extituto de Política Abierta un grupo de personas profundamente convencidas de que es posible transformar esas relaciones entre ciudadanía y política, entre las votantes y las candidaturas, entre la gente y quienes las gobiernan y las representan. Hablamos siempre de innovación política para construir una democracia más diversa, que represente más personas afro, indígenas, Rrom, mujeres, Lbti, jóvenes, pobres, excluidas, marginadas, o subrepresentadas, una democracia en la que todas podamos confiar.
La innovación es un término que viene fundamentalmente de las empresas y se refiere a las transformaciones de las relaciones entre los elementos presentes o disponibles para mejorar un proceso o un producto y generar valor. Justamente es eso lo que proponemos en la innovación política, transformar las relaciones entre la ciudadanía, las candidaturas y las instituciones para generar ese valor deseado, una democracia más incluyente, que nos represente y en la que podamos confiar.
¿Cómo hacer innovación política? Son muchos los componentes y las relaciones son muy complejas. Un primer paso es innovar en las elecciones y en eso consiste el programa Ocupar la Política. Ocupar la política se propone invertir la lógica tradicional de las elecciones, pasando del clásico escenario de discursos llenos de promesas sin cumplir a un escenario lleno de propuestas, donde la ciudadanía es quien propone y protagoniza el proceso electoral, mientras las candidaturas escuchan y se comprometen a representar. Es una manera de construir el liderazgo en una lógica colectiva y que contribuye a superar el personalismo tradicional de la política.
Hicimos un primer ejercicio en las elecciones al Concejo de Bogotá en 2019, trabajando con más de 40 organizaciones de sociedad civil y 20 candidaturas, de las cuales 10 resultaron electas. Para 2022 hemos trabajado en 5 regiones del país con más de 80 candidaturas (de las cuales 21 resultaron electas) y 70 organizaciones de sociedad civil, con la participación de más de 500 personas, construimos 91 propuestas y recomendaciones en temas como discapacidad, paz, género, juventud, ambiente, transición energética, competitividad, desarrollo económico y derechos humanos.
Ocupar La Política se construye en democracia y entiende que las conversaciones difíciles hay que tenerlas para tejer democracia y por eso todos los partidos políticos podrían participar, pero también define unos estándares no negociables que contribuyan a una transformación profunda, y por eso la transparencia, la progresividad en derechos y el compromiso de construir una visión conjunta de país con la ciudadanía y con sus competidores y competidoras, fueron algunos de sus puntos más exigentes para seleccionar a quienes finalmente fueron parte de Ocupar La Política.
Igualmente, los esfuerzos se enfocaron en traer al frente a quienes la política tradicional ha dejado siempre al final y se propuso muy firmemente que las mujeres, las juventudes, los liderazgos sociales, las personas afro e indígenas, las personas Lgbtiq+ y víctimas del conflicto armado tuviesen opciones reales para su representación y que sintieran la tranquilidad de qué hay personas a las que realmente les interesan sus necesidades dando la lucha por el poder. Entre las y los 21 representantes electos se encuentran 3 personas jóvenes (de 28 años o menos), 4 personas que se identifican como Lgbti, 2 pertenecientes a Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz y 8 mujeres, de las cuales una se reconoce como indígena.
Con 21 candidaturas electas, el proceso no termina, se transforma y lo que sigue son cuatro años de Habitar La Política, de acciones en las que las organizaciones que incidieron antes del 13 de marzo, no solo sigan de cerca cómo las candidaturas con las que conversaron hacen realidad las propuestas con las que se comprometieron, sino que se involucren en un proceso colaborativo con el próximo Congreso de La República. Igualmente, el trabajo de Extituto continúa, no solo en examinar con lupa que el ejercicio político sea transparente y abierto, sino en contribuir a la construcción de herramientas y procesos que le permitan a la ciudadanía seguirse involucrando, participar en estos espacios y ser parte de la transformación política que se construye hoy desde aquí.
Se vienen las elecciones presidenciales, espero que la ciudadanía elija una opción que verdaderamente la represente, o más bien que le permita representarse en diversos escenarios, que permita construir en democracia con la diversidad de visiones y vivencias que componen nuestra sociedad y que impulse decididamente la innovación política para construir un Estado más abierto en el que quepamos todos y todas.