El “Gobierno del Cambio” no habla de innovación ni de tecnología. Dos de los elementos que más han cambiado y transformado el mundo son los dos grandes ausentes en el discurso del presidente Gustavo Petro. Una situación frustrante y preocupante. ¿Por qué el presidente no habla de esto?

El COVID-19 dejó varios aprendizajes, uno de los más importantes fue la necesidad de tener sistemas de información robustos e interoperables. 

Los sectores públicos, de cualquier latitud del mundo, se vieron enfrentados al desafío de reconocer las brechas que tienen para proveer servicios ciudadanos digitales. Particularmente en situaciones extremas, como las que vivimos de confinamiento, donde la ciudadanía debía realizar cualquier procedimiento o trámite de forma digital. 

Pareciera que eso lo aprendieron todos los países menos Colombia. En el primer año del presidente Gustavo Petro, primer presidente del país después del COVID-19, ni él ni nadie de su gabinete habla claramente de interoperabilidad, de modernización del sector público o de tener una estrategia clara en materia de datos. Absolutamente nadie. 

Yo sí quisiera entender el porqué. Analicé las cuentas de Twitter del presidente Petro y de los dos ministros que ha tenido el Ministerio de las TIC desde agosto del 2022, y no ha habido un solo esfuerzo por comunicar de forma clara la estrategia de esta administración en innovación o tecnología.

Algunas personas, después de esta columna de opinión, me mandarán vínculos de guías, lineamientos o documentos que se han publicado para decir “sí se están haciendo cosas”, gracias, ya me los leí.

Mi preocupación es más estratégica que meramente operativa. Si este gobierno siempre plantea sus prioridades en Twitter (porque así ha sido su “modus operandi” desde hace trece meses) el hecho de que la agenda digital no sea recurrente (por no decir ausente), ¿qué debería hacernos pensar?

Si a esto, además, le sumamos el balance de la participación del presidente en Andicom, donde el año pasado fue absolutamente insulsa y no quedaron claras sus apuestas, y este año pues…no fue, la situación es preocupante.

Hace menos de un mes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) lanzó su más reciente reporte sobre el estado del Gobierno Digital en América Latina y el Caribe con datos actualizados, muchos de ellos con insumos cualitativos y cuantitativos poscovid. En este documento se plantean los grandes retos de la región:

  1. Gobernanza de la transformación digital.
  2. Capacidades en el sector público para una transformación digital.
  3. Integración de datos regionales para construir sectores públicos impulsados por datos.
  4. Diseño y prestación de servicios.
  5. Innovación digital y GovTech.

¿Ustedes saben cuál es la apuesta de Colombia en estos frentes? ¿Estamos avanzando o reculando? ¿Qué se está haciendo particularmente en los puntos 2 y 3? Este reporte plantea una aproximación que va a ser tendencia en los próximos años: “Whole of government data leadership”.

La Ocde básicamente recalca la importancia del mandato, de las responsabilidades de las instituciones públicas y de las posiciones de liderazgo en el ámbito de los datos.

Adicionalmente, explica que el letargo en el que muchos países están en temas de datos abiertos, por ejemplo, es justamente por la falta de continuidad y de priorización. Hay que mejorar el liderazgo y el enfoque estratégico de datos en toda la administración gubernamental.

La Ocde plantea cuatro recomendaciones que ojalá el gobierno Petro evaluara:

  • “a. Mejorar la coordinación entre los organismos (por ejemplo, organismos de gobierno digital, ministerios sectoriales) responsables de la protección de datos personales, datos abiertos, acceso a la información, seguridad de datos e interoperabilidad, promoviendo aún más la creación de organismos de coordinación, como comités de gobernanza de datos.
  • b. Brindar un respaldo político más sólido para avanzar en ambiciones estratégicas más allá de los aspectos técnicos de los sectores públicos basados en datos. En algunos países de América Latina y el Caribe, esto implicaría conectarse con esfuerzos más amplios para fortalecer la gobernanza y el liderazgo en gobierno digital, en caso de que el liderazgo en datos se atribuya como una tarea o misión del organismo o rol de liderazgo en gobierno digital.
  • c. Trabajar en el desarrollo de estrategias nacionales integradas de datos a nivel del gobierno central o federal para proporcionar una mayor coherencia, dirección de políticas, fomentar sinergias y reducir la duplicación de esfuerzos, y reunir las estrategias relacionadas con datos existentes bajo un solo paraguas de políticas.
  • d. Iniciar discusiones a nivel político hacia una estrategia de datos común a nivel regional. Esto podría ayudar a abarcar los esfuerzos relacionados con datos disponibles en diferentes sectores, avanzar en enfoques basados en datos para mejorar el diseño y la prestación de servicios transfronterizos y garantizar el uso y la escalabilidad de herramientas de gobernanza de datos, como la identidad digital”.

Hoy en Colombia nada de esto parece estar pasando. En el informe al Congreso presentado en julio de este año, publicado por el Departamento Nacional de Planeación, hay un apartado denominado “Conectividad digital”, donde se expone muy brevemente lo que se hizo en el primer año de Gobierno en materia de “(i) ampliación de cobertura de internet, (ii) uso y apropiación de las TIC, y (iii) transformación digital de la justicia”. 

En conclusión fue un año en donde no se avanzó ni en lo importante ni en las bases sólidas que nos permiten seguir construyendo sobre lo construido. 

La agenda de transformación digital no es una agenda para “cortar el moño y tomarse la foto”, ni tampoco es la agenda que “llena plazas con promesas imposibles de cumplir”, eso es tal vez lo que la hace una agenda poco atractiva para esta administración.

La agenda que cubre los cinco retos planteados previamente es una agenda agnóstica y progresiva. Es una agenda que requiere un liderazgo sensato y consciente. En otras palabras, una agenda que entiende que hoy se ponen ladrillos cuyos resultados probablemente no se vean en meses sino en años. 

¡Pero así toca! La tecnología y la innovación van a ritmos desenfrenados y no podemos darnos el lujo de tener un presidente que durante cuatro años no habla con propiedad del tema. 

Colombia se merece un presidente del siglo XXI. Necesitamos un líder que entienda el potencial de la tecnología y de la innovación como vectores para fortalecer sectores y habilitar oportunidades. 

Hablar únicamente de talento digital, como parece ser la nueva apuesta con TalentoTech, es importante, pero es una iniciativa que se queda corta frente a los desafíos que tenemos hoy. Hay que hablar de datos, hay que hablar de interoperabilidad. 

Recular en esta agenda es gravísimo y muy costoso para el país. Mientras el mundo avanza y organizaciones internacionales como la Ocde ponen este tema como el foco fundamental para una estrategia de transformación digital sostenible, Colombia no puede permitirse no tener (ni comunicar) un plan de acción claro. 

El gobierno puede formar a cientos e incluso miles de personas, pero si esas personas en el 2025 no tienen la arquitectura, las bases, las herramientas para desarrollar productos o servicios, las formaciones no sirven. Se habrá perdido tiempo y plata.

¿Colombia quiere ser una potencia mundial de vida? Tener un sector público moderno, interoperable y basado en datos es fundamental para lograrlo. 

Es la líder de ingresos y alianzas en Ágata. Fue directora de gobierno digital en el MinTIC y coordinadora del equipo de innovación pública en el Departamento Nacional de Planeación. Estudió gobierno y relaciones internacionales en la Universidad Externado y una maestría en asusntos públicos...