La meritocracia sea el factor que condicione el desarrollo profesional. En otras palabras, cuando alguien preparado y competente para la exigencia de las funciones llegue a ser cónsul de San Francisco (+ otras 42 ideas).

  • Los profesores ganen tanto o más como los banqueros o los abogados.
  • Los precios de los productos reflejen toda la contaminación que se genera para producirlos.
  • Borremos del vocabulario la palabra “competencia” para hablar sobre colaboración.
  • Desaparezca la distinción de género para conformar equipos de trabajo y definir funciones.
  • Las mujeres y los tipos que se creen “buenas” y “pintas” dejen de jurarse seres superiores.
  • Se vea como algo normal ser homo u hetero.
  • Deje de haber tanto morrongo(a), solapad(a)o y mojigato(a).
  • Se deje de decir “humilde” al que es pobre en términos económicos porque conozco muchas personas adineradas que son más sencillas y humildes que cualquiera y a muchas personas de bajos ingresos con el arribismo inflado.
  • Como dijo Chaplin en otras palabras, sintamos tanto como nos esforzamos por pensar y el ego no sea lo que domine la interacción con los demás, sino la bondad.
  • Nos reconozcamos como iguales
  • La risa y la sonrisa sean valorados tanto como los títulos o las posesiones de una persona.
  • Dejen de haber personas estúpidas que todavía preguntan “¿de qué colegio saliste?” para generar un filtro de relacionamiento.
  • Todos tengamos la posibilidad real de hacer política, porque si que es un mal necesario y apasionante.
  • El negro deje de ser utilizado como un adjetivo peyorativo.
  • La generalización se borre del pensamiento y del juicio de valor porque siempre hay buenas y malas excepciones.
  • La meritocracia sea el factor que condicione el desarrollo profesional. En otras palabras, cuando alguien preparado y competente para la exigencia de las funciones llegue a ser cónsul de San Francisco 
  • Llegue el bendito día en el que desaparezcan los contratos y tantas formalidades que lo único que reflejan es la imposibilidad que tenemos de confiar el uno en el otro.
  • La gente deje de pensar que “dios proveerá”, porque dios no provee.
  • Entendamos que el motor de todo está en la actitud.
  • La puntualidad y el cumplir con la palabra es la mejor carta de presentación que tiene una persona.
  • Se de sin esperar a recibir porque eso realmente hace feliz. 
  • Se reconozca que cada quien tiene su propia definición de éxito.
  • Cuando se piensa en ganar-ganar porque así toda relación tiene una probabilidad más alta de ser duradera.
  • Entendamos que todos los días estamos negociando y eso significa ceder y ponernos en los zapatos del otro.
  • Las personas se enfoquen y dediquen más tiempo y energía en ganar experiencias e historias que dinero y propiedades.
  • Entendamos que la vida es un ratico y por eso…
  • Dejemos de pensar en el “que pasará” y en el futuro… ¡el momento es hoy! y no mañana.
  • Nos enfoquemos en prevenir y no en mitigar o remediar (es el caso del: a) sistema de salud de nuestros países o 2) el mito de que el reciclaje es la alternativa porque nos olvidamos que lo esencial es evitar la generación del residuo cuando sea posible).
  • Arriesguemos y aceptemos que cagarla, cometer errores y aprender de ellos es la mejor herramienta de aprendizaje.
  • Entendamos que un doctor es quien se graduó como médico y/o tiene un título de Doctorado otorgado por un comité académico-científico de una universidad que no es de garaje.
  • ¡Desaparezca la corrupción!
  • La timidez no sea la excusa para dejar de hacer.
  • Las roscas desaparezcan porque son la embarrada, son excluyentes y son una sopa de cultivo para el resentimiento.
  • No se tome nada personal porque eso evita problemas.
  • El amor se reconozca como la máxima necesidad humana no fisiológica.
  • Leamos a Manfred Max-Neef y a Fritjof Kapra para entender por qué el pensamiento de nuestra sociedad desde la época de las luces sustenta nuestros retos sociales actuales, ¡ellos lo explican muy bien!
  • Caminemos más.
  • Las personas tomen la decisión de buscar sus sueños y de hacer de su hobby, su fuente de generación de ingresos.
  • La pobreza deje de ser definitivamente un indicador económico sino un concepto más amplio.
  • La suficiencia y la eficiencia definan nuestros hábitos de consumo.
  • La presión social no sea el motivo para casarse o tener hijos, pretexto de que a uno lo está “dejando el bus”.
  • Pensemos que lo complejo es lo natural y no lo lineal.
  • El discurso de Charles Chaplin en “El Gran Dictador” sea una alternativa más como lo es el “Padre nuestro”: https://www.youtube.com/watch?v=UHetasGkejA

Julio Andrés Rozo

AISO-Academia de Innovación para la Sostenibilidad

Director de AISO- Academia de Innovación para la Sostenibilidad. Experto en temas de emprendimiento sostenible y consumo sostenible. www.academiasostenibilidad.com y @julioandresrozo