Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
“Ensayo sobre la ceguera”, de José Saramago, es una novela que vislumbra el mundo real en el que vivimos, vislumbra los problemas reales de la humanidad.
Saramago se planta en un evento inesperado: en una población se produce una epidemia de ceguera que perjudica a toda la población (excepto a uno de los personajes principales).
Esta ceguera paraliza las actividades, potencia ciertas emociones y refleja el sentido de supervivencia del homo sapiens.
Es interesante porque Saramago terminó de escribir el libro en 1995 y quizá el contexto de la narración se adecúe mejor a la realidad contemporánea.
En dicho texto los hombres actúan como autómatas, obedecen a toda orden sin preguntar la razón y actúan a partir del instinto (la gran mayoría de las veces).
Estar ciego a pesar de tener la capacidad natural de ver. Paradójico.
Para enfrentar esta resistencia debemos criticar, repensar, reconsiderarnos constantemente, analizar, evaluar. No tomar por hecho.
De ahí viene la virtud del método científico. Se plantea una hipótesis, se realiza un experimento y, teniendo los resultados a la mano, se llega a una serie de conclusiones.
No caigamos dentro de esta epidemia de ceguera.