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Iván Duque eliminó Ser Pilo Paga, pero no planea llevar los recursos a las Universidades Públicas. Junto a Santos, dejó lista la Financiación Contingente al Ingreso que mantiene el espíritu del programa: financiación a la demanda con créditos educativos.

Muy mediática fue la Ministra de Educación de Duque por la eliminación del programa Ser Pilo Paga. En varios medios de comunicación dijo que el dinero se destinaría a fortalecer la educación pública, pero lo que evidencia la propuesta del Presupuesto General de la Nación que presentó el Gobierno de Duque al Congreso es todo lo contrario: En términos reales, el presupuesto de educación para el año 2019 solo tendría un aumento de 0.27%*, es decir casi nada, y el de las universidades públicas solo aumentaría 50.000 millones*, que es ínfimo y no corresponde con los más de 800.000 que costó Ser Pilo Paga cada año. La pregunta es ¿a dónde se dirige ese dinero?

El debate crucial en materia financiera de la educación superior en Colombia se presenta entre la financiación a la oferta y la financiación a la demanda. La primera es la que garantiza el derecho a la educación de calidad, y la segunda es la expansión de créditos educativos preferida y adoptada por los gobiernos de las últimas décadas desde Gaviria hasta Uribe, Santos y también Duque.

Al financiar la oferta se entrega dinero directamente a las universidades públicas y con esto se aumenta su potencial investigativo, sus instalaciones, sus profesores y en general condiciones que permiten aumentar la capacidad de ofrecer una mayor cobertura con calidad.

Por su parte la financiación a la demanda consiste en entregar el dinero a los estudiantes generalmente en forma de créditos educativos. Esto, además de impedir la gratuidad de la educación, permite pasar dinero público a universidades privadas, donde la matrícula tiende a aumentar aceleradamente con este tipo de programas, y a universidades extranjeras con ánimo de lucro como lo exigen los Tratados de Libre Comercio. Esto último lo intentaron hacer el santismo y el uribismo desde 2011 cuando fueron derrotados por la MANE.

Ser Pilo Paga era uno de los programas de financiación a la demanda, pero no era el único. Su espíritu se conserva porque se mantiene congelado el presupuesto de las Universidades Públicas, se les quitan sus recursos nuevos y se trasladan al ICETEX (cuyo presupuesto amentó casi 1000% del año 2008 a 2016), como bien ha denunciado el Sistema Universitario Estatal (Ver imagen).

¿Qué está detrás de acabar Ser Pilo Paga?

De hecho, Duque no soltó una liana sin haber agarrado la otra: se acaba Ser Pilo Paga, pero le queda a la Ley 1911 de 2018 de Financiación Contingente al Ingreso (FCI) para la cual él presentó ponencia positiva cuando era senador, trabajando armónicamente con el Ministerio de Educación de Santos.

Esta es la ley que intensifica el modelo de Ser Pilo Paga porque consiste en endeudar a más estudiantes por más tiempo. A través de una suerte de retención de una parte de su salario o un impuesto, que se paga incorporado a los pagos de seguridad social, son los estudiantes y también las universidades quienes asumen los costos de la educación superior y no el Estado.

Santos ya comprometió los recursos del IVA para la FCI; se los quitó a las Universidades públicas y se los dio al ICETEX. El beneplácito de Duque en esta política evidencia que se proyecta al ICETEX como la entidad que acapare progresivamente los recursos públicos de la educación superior para favorecer el crédito y a las universidades extranjeras. Todo esto en detrimento de la calidad, la gratuidad en la educación, su garantía como derecho.

Como una prueba más de lo anterior, la gratuidad de la que habla de Iván Duque, que se explica en el documento de su comisión de empalme, será con el “uso intensivo” la FCI y por medio de educación virtual (dudosa calidad) como lo ha anunciado él y su vicepresidenta tanto en campaña como en ejercicio.

Así las cosas, el movimiento estudiantil y profesoral, ha decidido organizarse y movilizarse de manera amplia, masiva, civilista y creativa. La Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles ACREES invita el próximo 10 de octubre a todo el país a movilizarse con el objetivo de exigir un rescate a la educación superior pública y que en consecuencia se asigne un presupuesto digno para toda la educación pública en el marco de la aprobación del Presupuesto General de la Nación en el Congreso de la República.

Invito a toda la sociedad colombiana y especialmente a la juventud a apoyar esta justa causa.

Coletilla: El presidente el SUE anunció esta semana que el faltante de presupuesto de las Universidades Públicas asciende a más de 18.2 billones de pesos. Llama la atención especialmente que el faltante de funcionamiento pasó de ser 1.46 billones en 2016 a 3.2 billones en 2018. ¡Creció más del doble en dos años!

*Cálculos realizados con inflación de 3,3% que proyecta el gobierno de Duque para el año 2018. Sin embargo, analistas pronostican una inflación más elevada del orden de 3,5%. En ese caso los aumentos serían menores.

Integrante del Comité Ejecutivo del Partido DIGNIDAD y activista LGBTI.Fue representante estudiantil al Consejo Superior Universitario de la Universidad Nacional de Colombia en el periodo 2015 -2016 y es cofundadora de la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles ACREES.