Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
Las pruebas PISA y el Índice Sintético de Calidad (ISCE) son dos insumos importantes para poder medir los avances en educación en cuanto al logro y la calidad. Ambos evidencian que, durante los últimos años, Medellín viene alcanzando mejoras sostenidas en los desempeños de sus estudiantes.En el marco de PISA, Medellín ha obtenido puntajes superiores al promedio nacional en las últimas tres aplicaciones de la prueba (2009, 2012 y 2015). La ciudad logró avances en matemáticas y ciencias, contrario a la tendencia del país y aumentó el porcentaje de estudiantes en los niveles de desempeño más altos durante los tres años en que presentó la prueba. Particularmente para 2015, la ciudad obtuvo puntajes que están por encima del promedio nacional en las tres áreas.
PISA 2015 muestra que los estudiantes de Medellín tienen competencias y conocimientos científicos que les permiten obtener puntajes que están más de 15 puntos por encima de los del resto del país. Más importante aún, es que estos niveles de mejoramiento ocurrieron en el sector oficial. No obstante, a pesar del mejoramiento en el sector oficial, la brecha se mantiene por encima de los 30 puntos en las tres áreas evaluadas por PISA. Esto equivale a decir que, en Medellín existe una diferencia de más de un año de escolaridad entre los estudiantes del sector oficial y los estudiantes del sector privado.
En cuanto al ISCE y las Pruebas SABER, hay avances en los resultados que ha obtenido la ciudad. Los más recientes resultados del ISCE (2016), del cual las pruebas SABER representan el 80% del valor final, permiten un optimismo mesurado. En la educación media la ciudad logró resultados positivos, al cumplir con el Mínimo de Mejoramiento Anual (MMA) y ubicarse por encima del promedio del país. Sin embargo, más allá de que Medellín alcanzó aumentos en el puntaje de los tres niveles educativos para los que se mide el ISCE (Primaria, secundaria y media), no cumplió con el MMA en primaria y se ubicó, tanto en este nivel cómo en secundaria, por debajo del promedio nacional.
A pesar de los avances positivos, aún tenemos retos importantes en la calidad educativa, referidos al logro académico, que hacen necesario priorizar la inversión en aquellas variables que generen mayor valor agregado y que se reflejen en mejores y mayores aprendizajes para nuestros estudiantes. Esto, podría mirarse en la información que entregan los cuestionarios que PISA aplica a estudiantes y rectores (Referida a: clima escolar, gestión escolar, antecedentes de la escuela, la familia y el hogar del estudiante, el horario escolar y los tiempos de aprendizaje, las características del personal docente, la evaluación, entre otras.)
El análisis profundo y sistémico de la información de PISA(1) , del ICFES y de otros instrumentos que tiene la ciudad a través de la Unidad de Análisis de la Secretaría de Educación de Medellín, nos permitirá identificar variables y líneas de acción para la política educativa de la ciudad. De esta manera, se podrán priorizar intervenciones de mediano y largo plazo, tanto desde el sector público, como desde el privado. El reto debería estar centrado en tener políticas públicas basadas en la evidencia.
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1. Medellín es una de las ciudades de Colombia que cuenta con sobre muestra en PISA. Urge analizar al detalle esta información para alimentar el ciclo de la política pública.