Trabajadores instalando el letrero CENTRO DE PAZ URBANA.

En el periódico La Voz Católica de febrero de 2022 el sacerdote Germán Martínez R., Vicario Episcopal de Educación, expone que el Centro de Paz Urbana es una iniciativa de Monseñor Darío de Jesús Monsalve con la intención de usar la dignidad, la buena voluntad y la palabra como herramientas para la construcción de la paz.

La paz comprendida en líneas gruesas como trabajo para vencer toda tentación de destrucción, muerte, injusticia y engaño y generar vida, comunión y armonía con el mundo.

En el marco de la conmemoración de la muerte de Monseñor Gerardo Valencia Cano en la Catedral San Buenaventura del distrito portuario, el actual arzobispo de Cali expresó:

“Tenemos que ser pueblo: conscientes y unidos. Puestos siempre de pie para buscar juntos la protección de la persona humana, de la vida, de la dignidad, de los derechos, de la identidad cultural. Pueblo que denuncia las injusticias sociales. Pueblo que construye su futuro y que tiene en el horizonte siempre la paz”.

Andando ese camino, el miércoles 9 de febrero de 2022 a las 7:47 de la mañana, tras muchas horas de trabajo de diseño, soldadura y pintura, dos obreros ubicaron en el local contiguo a la Parroquia e Iglesia San Fernando Rey un letrero en mayúscula sostenida: CENTRO DE PAZ URBANA. El anuncio está acompañado de un grafiti de mujeres y hombres levantando con alegría una colcha de abundantes colores.

El Vicario Episcopal de Educación aclara que el Centro de Paz Urbana no es para buscar la negociación política del conflicto armado ni para responder a las perspectivas de paz que cada partido político ostenta. Tampoco para someterse al juego de declarar vencedores y vencidos, menos una paz antropocéntrica en guerra con la naturaleza.

Es la paz como pretensión más ambiciosa: diálogo, escucha y apertura. La paz como metapolítica. Por ello el Centro de Paz Urbana se inscribe en la perspectiva de los “tres contextos y tres caminos para construir la paz duradera” planteados por el papa Francisco el 1 de enero de 2022: educación, trabajo, diálogo. La paz como “plena realización humana en la solidaridad comunitaria”.

Rubén Darío Gómez, director del Observatorio de Realidades Sociales, comparte que el Centro de Paz Urbana es un propósito de la Arquidiócesis de Cali como escenario en construcción conectado con las búsquedas de distintos sectores de la sociedad civil organizada, las ciudadanías y los movimientos sociales.

Un desafío importante es el pensar como región suroccidental del país considerando las conexiones de la población, trabajadora en su mayoría, que, en atención a sus cotidianidades laborales educativas e incluso recreativas, se mueven todo el tiempo entre ciudades, del campo a la ciudad y a nivel local y regional por encima de divisiones geográficas y administrativas.

De ahí que la dimensión por la que se apuesta es metropolitana: Santiago de Cali, Yumbo, Palmira, Jamundí, Candelaria, Dagua, La Cumbre e inclusive Santander de Quilichao.

Durante el primer semestre de 2022 el Centro de Paz Urbana orientará la mayoría de sus esfuerzos y recursos al encuentro con la academia y personas que se han dedicado a pensar el tema de la paz. Generará discusiones a profundidad con liderazgos sociales y comunitarios de reconocida experiencia en los territorios. A la par, avanzará en una agenda de discusión y construcción al interior de la Arquidiócesis de Cali entre las diferentes dinámicas históricas de la agenda eclesial de paz.

Para ello se han identificado seis líneas de acción desde el Centro de Paz Urbana: 1. Formación, producción de conocimiento y documentación de los procesos de paz; 2. Comunicación masiva y territorial; 3. Facilitación y mediación en conflictos territoriales, barriales y ciudadanos; 4. Espiritualidad y agenda ciudadana de paz; 5. Acción humanitaria y garantías para la vida; 6. Desarrollo social y productivo local – barrial.

Organizativamente entre enero y junio de 2022 tendrá la tarea de configurarse internamente, desarrollar una estrategia de trabajo, constituir un equipo directivo y operativo, planear una metodología fundamentada en un mapa de riesgos e identificar las oportunidades para superar las situaciones difíciles que enfrenta una ciudad como Cali a nivel de desigualdades y de violencias, incluidas las culturales y estructurales y las desigualdades.

A las 10:10 a.m. el miércoles 9 de febrero de 2022 la instalación de los elementos de la entrada del Centro de Paz Urbano estaba en sus retoques finales. Muchas manos y miradas en juntanza para que el vitral deslumbre con toda su belleza y colores las diversidades que se acerquen con sus anhelos de ayudar a construir una humanidad en paz consigo misma y con la naturaleza.

Por último, vale retomar las palabras de Rubén Darío Gómez, director del Observatorio de Realidades Sociales, sobre la importancia de un Centro de Paz Urbana:

“De cara a la construcción de paz. De cara a la reflexión sobre lo que viene aconteciendo en las ciudades, específicamente en lo urbano. Un Centro de Paz para brindar una oportunidad de encuentro de iniciativas pastorales y ciudadanas de construcción de paz”.

Gráfico 1. Ejes del Centro de Paz Urbana. Fuente: ORS-Arquidiócesis de Cali.

Es el director de la especialización en eduación en derechos humanos de la Universidad Católica de Cali y es integrante de la fundación Guagua - galería de la memoria Tiberio Fernández Mafla.