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Personalmente estoy totalmente de acuerdo con las razones del Comité y creo que debemos enorgullecernos por el Nobel de nuestro Presidente, no solo por que se trata de un galardón que el mundo entero respeta y reconoce, sino por que reafirma el apoyo incondicional de la comunidad internacional a nuestro proceso de paz.

Estos tres hechos deberían ser motivo suficiente de regocijo nacional. En Colombia se celebran hasta los funerales. El relativo silencio que podría llevar al olvido que ocurrió en Macondo nos obliga a ponerle letreros a algunos hechos para que los tengamos presentes: “El presidente de Colombia se ha ganado el Nobel de la paz”; “Se acabó el conflicto con las FARC” ; “El Acuerdo de paz es considerado como un modelo en el mundo”.

Sin entrar a analizar las miles de razones o desazones que tendrán quienes no celebran o incluso quienes se oponen a reconocer estos hechos, quiero felicitar sinceramente al presidente Juan Manuel Santos, a su equipo negociador y a todas las victimas. 

Al Presidente por su liderazgo y su perseverancia durante estos 6 años a pesar de todos los obstáculos que ha tenido que enfrentar. Sin su voluntad política, el Acuerdo no se hubiera dado.

A su equipo negociador, encabezado por Sergio Jaramillo y Humberto de la Calle, y a todos los integrantes de la mesa y de la OACP por su audacia, dedicación incondicional y estudio juicioso de cada pieza del acuerdo que se negoció en la Habana, pues es claro que en este proceso nada se improvisó.

También a las víctimas; a las que han sido activas y a las que no, que como el mismo Presidente  reconoció esta mañana durante la ceremonia, han sido su inspiración y diría yo, la de muchos colombianos.

Dado la indiferencia general alrededor del Nobel entre los Colombianos presumo que no muchos vieron la ceremonia. Por ello me atrevo a resumir algunos apartes de las razones que llevaron al Comité a otorgarle el Nobel de la paz al Presidente Santos,  expuestas por  Berit Reiss-Andersen, vicepresidenta del Comité Noruego.

Un primer punto fue la voluntad del Presidente de enfrentarse a los “hechos atroces” necesarios para sentar las bases para la reconciliación nacional. Acá destacó especialmente la creación del  Centro de Memoria Histórica y su reporte “Basta ya”, dos pasos determinantes que abrieron la primera puerta para que las victimas y la sociedad conocieran algunas verdades del conflicto.

En segundo lugar, y recalcó que esto no tiene precedentes en el mundo, este proceso le dio la oportunidad a algunas víctimas y a sus representantes de acreditar sus experiencias enfrente de los perpetradores y confrontarlos cara a cara, y en algunos casos incluso, a que estos les pidieran perdón.

Además, el Acuerdo reconoce a todas las víctimas de cualquiera de los perpetradores de este largo conflicto colombiano: guerrilleros, paramilitares, Fuerza Pública y civiles que  ayudaron a financiar el conflicto.

La centralidad de las víctimas en este proceso se hizo presente una vez más durante el discurso del Presidente quien le pidió a un grupo de las presentes en la ceremonia que se pusieran de pie mientras el público los aplaudía.

En tercer lugar,  Reiss-Andersen elogió a Rodrigo Londoño, Jefe de las Farc, por expresar su arrepentimiento de manera clara y directa a nombre de esa guerrilla y por pedirle perdón a los colombianos. Para el Comité este es un ejemplo digno de ser imitado.

En cuarto lugar exaltó  la invitación  del Presidente a los opositores del Acuerdo inicial para participar en el nuevo Acuerdo luego de los resultados del Plebiscito. Asimismo, destacó la voluntad de las Farc de aceptar estas nuevas negociaciones. Para ella, todo esto es indicio de que el largo camino de la reconciliación ya empezó.

Para terminar indicó que existen  tres tipos de requisitos que se tienen en cuenta para otorgar un premio Nobel de la paz y que en el caso Colombiano, se cumplieron los tres. Por ello, el Comité quiso apoyar el esfuerzo del presidente Santos y darle un empujón al proceso en las semanas criticas que siguieron el Plebiscito del 2 de Octubre. 

Personalmente estoy totalmente de acuerdo con las razones del Comité y creo que debemos enorgullecernos por el Nobel de nuestro Presidente, no solo por que se trata de un galardón que el mundo entero respeta y reconoce, sino por que reafirma el apoyo incondicional de la comunidad internacional a nuestro proceso de paz.

Profesora de Estudios Internacionales, George Washington University. Investigo temas de conflicto, justicia transicional, construcción de paz y reducción de violencia.