Manfred Grautoff

Hay cuatro fases en la intervención bélica de las Fuerzas Militares rusas en Ucrania. La primera era la diplomacia coactiva mezclada con el despliegue de unidades militares en la frontera con Ucrania. La segunda fase era lanzar la ofensiva contra las fuerzas militares de Ucrania por medio de artillería pesada y evitar la confrontación; esta es la denominada guerra sin contacto. El objetivo, demostrar que la amenaza era creíble y que es un instrumento para lograr los fines propuestos.

En la tercera fase, se deberá tomar el Puerto de Odessa que da acceso al Mar Negro; demoler las posiciones del Ejercito ucraniano, así como acabar con la línea logística de este país. Asimismo, la guerra electrónica debe darse en este punto para incomunicar y doblegar la capacidad de lucha de los ucranianos. En la cuarta fase, entrarán las divisiones de tanques sitiando Kievpara para forzar los términos de la rendición.

Por lo tanto, la Federación Rusa ha lanzado la ofensiva sobre Ucrania, entrando en la fase dos de la escalada bélica dentro del orden operacional. Las imágenes satelitales y la información gráfica recolectada en redes sociales ha mostrado que la artillería de largo alcance se empleó de forma intensiva sobre diferentes áreas del país.

YouTube video

Es decir, Rusia está forzando a que las fuerzas militares de Ucrania se desplieguen a lo largo de las fronteras del país, para evitar que se agrupen en bolsas de resistencia que harían un daño significativo a las fuerzas militares de Rusia. Así queda claro con la ubicación de los blancos atacados.

Blanco de los ataques fuerzas militares de la Federación Rusa. Fuente: The New York Times 24 de febrero – 2022.

Así que una primera ronda de misiles Iskander-M de largo alcanzó los centros de Control y Mando Militar. Una segunda ronda de bombardeos remató esta operación de artillería. Asimismo, se han visto los SU-25 en misiones de bombardeos de la línea logística ucraniana. Es muy probable que, dado este escenario el Ejército de Ucrania se halla fragmentado en unidades menores y de forma autónoma emplee los misiles antitanques para resistir la ofensiva rusa.

En las imágenes se puede apreciar carros de combate rusos impactados por misiles Javelin; así como el uso de misiles antiaéreos sobre flotillas de helicópteros MI-8 y K-52 que realizaban desembarcos de tropas especiales, probablemente Spetsnaz en el aeropuerto de la ciudad de Gostómel cerca de Kiev. Estas aeronaves tuvieron que activar las contra medidas electrónicas y el sistema de bengalas, para evitar ser impactados por misiles Stinger operados por el Ejército de Ucrania.

Simultáneamente, la Fuerza Aérea de Ucrania ha dejado de existir, a causa de la contundencia de los bombardeos que aplastaron la aviación estratégica del país, lo que implica que ya no hay capacidad para brindar cobertura aérea a las unidades en tierra. Esto limita aún más la defensa del territorio ucraniano.

Tres conclusiones se pueden extraer de este orden táctico de batalla.

La primera, que el Ejército ucraniano va a hacer todo el esfuerzo para replegarse y aprovechar su destreza en el manejo de misiles antitanques y antiaéreos que conduzcan a las fuerzas militares rusas a una batalla urbana o de posiciones.

La segunda es que la Federación Rusa atacó por los cuatro flancos del país para abrir las líneas de defensa de Ucrania.

La tercera, es que ejecutar desembarco de tropas de infantería ligera muy cerca de Kiev es seguramente para realizar misiones de sabotaje y asesinatos selectivos del mando político y militar ucraniano. Esto indica que el tiempo es el enemigo de Rusia. Por lo tanto, la guerra relámpago es el curso de acción que ha determinado el Estado Mayor de este país.

Asimismo, Michael Kofman, director del Woodrow Wilson International Center y especialista en la doctrina y arquitectura institucional de las Fuerzas Militares rusas, publicó un mapa que se aproxima a lo observado en el terreno. Es decir que, dados los resultados operacionales de este primer día de guerra, el avance de la Federación Rusa sería sobre el Puerto de Odessa, la desembocadura del rio Dniéper y la Capital Kiev.

Este tridente le negaría los recursos acuíferos al país y partiría el territorio en dos. Esto puede forzar la capitulación para firmar los términos de rendición de Ucrania que garanticen a Rusia su seguridad; para así poder abandonar una Ucrania fragmentada y convertida en un país satélite de la Federación Rusa.

Posible escenario de la invasión de las FF.MM de Rusia. Fuente: Michael Kaufman- Woodrow Wilson International Center

YouTube video

A nivel político la jornada dejó un discurso del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski que, en lugar de mostrar a un líder a la altura de las circunstancias, lanzó una señal de rendición ante la magnitud de los acontecimientos.

En horas de la mañana el Canciller de Alemania Olaf Scholz también dio unas declaraciones erráticas que tampoco ayudaron a dar un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos de la Unión Europea.

Finalmente, en horas de la tarde el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio una rueda de prensa en la Casa Blanca en la cual anunció un nuevo paquete de sanciones adicionales, pero ninguna de ellas tiene la contundencia para arrinconar al Kremlin.

Además, al final de esta rueda de prensa se le interrogó si había subestimado a Vladimir Putin, lo cual provocó la molestia del mandatario lo que desató el caos dentro de la sala de prensa.

En conclusión, los objetivos estratégicos de Rusia se están cumpliendo, pero el tiempo juega en contra de sus Fuerzas Militares. Ucrania, está en un tridente operacional que puede llevar a su capitulación de forma acelerada, a menos que su Ejército pueda sostener las posiciones para provocar el desgaste operacional y logístico de la Federación Rusa.

Las consecuencias para Colombia indican que la inflación podría aumentar en especial, el precio de los alimentos, porque fertilizantes como la úrea que es empleada en la cadena agrícola se importa desde Rusia y Ucrania (29 % y 13 % respectivamente).

Sin embargo, el aumento de los precios del petróleo producto de esta crisis incrementará los ingresos del país, lo que podría reducir el déficit fiscal. Mientras, que el consumo de bienes importados podría aumentar por la probable apreciación que tendría el peso colombiano.

Finalmente, la campaña presidencial se va a ver afectada por este tema, el cual entrará en la agenda de los partidos políticos que buscarán que los candidatos de izquierda queden marcados como simpatizantes de un autócrata como Vladimir Putin.

Es consultor y columnista sobre temas de seguridad nacional. Fue el director del tanque de pensamiento Geostrategy y asesor de la presidencia de la República. Estudió una maestría en defensa y seguridad nacional en la Escuela Superior de Guerra y maestrías en economía y economía aplicada en la...