Estoy convencida que la justicia integral que trae el Acuerdo de la Habana, bien implementada, es la única que puede traer posibilidad de reconciliación.

El título entre paréntesis respeta los derechos de autor de Sebastián, según entiendo por el relato, uno de los familiares de los 11 diputados de la Asamblea Departamental del Valle del Cauca que murieron luego de su prolongado secuestro y posterior asesinato en el 2007 perpetrado por las Farc. Además de honrar con profundo respeto a esas familias y a John Jairo Hoyos, hijo del fallecido diputado Jairo Javier Hoyos, a quien tuve el honor de conocer hace unos días en un evento en Miami, lo tomo prestado, porque me parece que como ninguno otro, sintetiza lo que significa la justicia para muchas víctimas del conflicto armado colombiano.

El relato al que me refiero lo hace, casi a manera de una homilía, el Padre Francisco de Roux, un incansable humanista que lleva su vida luchando por la paz. La lucidez y profundidad de sus columnas semanales recogen con hondura las cosas que muchos de nosotros a veces no somos capaces de ver con claridad.

Refiriéndose al acto privado  que se llevó a cabo el pasado sábado 17 de Septiembre en la Habana, donde algunos miembros de las Farc le pidieron perdón a las familiares de los diputados de la Asamblea de Cali, dice de Roux:

“El ambiente entonces cambió y el recinto se llenó del misterio del encuentro humano cuando el milagro de pedir perdón y de darlo nos sorprende. Allí estaba ocurriendo. Sebastián, que con Diana y con la nota escrita de Daniela habían puesto la indignación soberana de los jóvenes, lo expresó con claridad al decir que había empezado la justicia que trae la paz.” 

Aunque estoy convencida de que actos concretos de perdón como este se deben volver la regla más que la excepción en el posconflicto, quiero enfatizar que la justicia integral que contempla el Acuerdo Final, que por demás no requiere perdón, es una justicia que bien aplicada puede traer paz.

Entender que la justicia integral del Acuerdo de la Habana genera paz es lo que permite que las víctimas salgan adelante y puedan hacer un cierre. Al oír a John Jairo Hoyos hace unos días tomar la palabra para defender el Sí ante una auditorio donde 30  participantes, que representan un pedacito de lo que piensa cada colombiano sobre el Acuerdo de la Habana, acá en Miami, pude entender con claridad que tenemos que hacer un esfuerzo inmenso para que triunfe la justicia que trae la paz,  pues es el eje del Acuerdo Final. John Jairo es un sobreviviente del dolor de haber perdido a su padre después del horror que causa la incertidumbre de un secuestro, pero el,  luego de oír la verdad de los perpetradores y de saber que las Farc se comprometen a no secuestrar jamás, además del acto de perdón, logró superarlo y es capaz de calmar un auditorio en llamas donde otros, con menos fortuna que él, tienen mucho dolor o mucha rabia.

Aunque no se que pensarán las víctimas de la Toma del Palacio de Justicia en Noviembre de 1985, ni el Coronel (r) Plazas Vega quien dirigió parte de la operación militar en respuesta a la toma del Palacio de Justicia por parte de guerrilleros del M-19, me pregunto si una justicia integral como la que contempla el Acuerdo Final hubiera traído paz a las víctimas del Palacio antes del los 25 años que tomó el reciente informe de la Comisión de la verdad.  

El coronel (r) Plazas Vega, quien estaba presente en ese mismo evento donde habló John Jairo Hoyos estuvo en la cárcel ocho años. Sin juzgar su caso, que es de público conocimiento, ni buscar compararlo con la responsabilidad de las Farc, hago la siguiente reflexión que me surgió al oírlo argumentar por el No al Plebiscito. Para él, la justicia no trajo paz , y aunque habrá muchos que piensan que mereció su condena, sin duda alguna a él no se le dio la posibilidad de redimir a nadie, pues la justicia retributiva divide por ser binaria y  en el fondo representa una forma de venganza que no puede traer paz. Por ello no es adecuada para conflictos como el colombiano.

Por eso, estoy convencida que la justicia integral que trae el Acuerdo de la Habana, bien implementada, es la única que puede traer posibilidad de reconciliación. La justicia integral es precisamente una justicia que trae la paz pues hace parte de un serie de medidas que permiten redimir a las víctimas holísticamente. 

Profesora de Estudios Internacionales, George Washington University. Investigo temas de conflicto, justicia transicional, construcción de paz y reducción de violencia.