El proceso de paz es solo el principio, pero es necesario para dar el siguiente paso. La verdadera paz debe ser integral e incluir no solo el respeto de los derechos políticos y civiles de todos los colombianos, sino los socio-económicos. Si la paz con las FARC no se logra, los gastos de la guerra seguirán justificándose y se reducirá el gasto social, prolongando aun mas, nuestra ya indefinida guerra.

Yolanda es una mujer colombiana de 42 años, victima del conflicto armado como  tantos otros de los 7.2 +millones de victimas cuya información reposa en el Registro Único de Victimas (RUV). Su caso de mujer victima del conflicto tampoco es único en el país; como sabemos el 51% de la población desplazada registrada son mujeres, la mayoría menores de 26 años, y muchas de ellas han sido victimas de múltiples y severas violencias como las de Yolanda. Ella carga con su dolor desde que se desplazó del Sur de Bolívar a los 17 años luego de que la guerrilla, enfrente a ella, asesinara a su padre. Huyendo de esta violencia y en búsqueda de una estabilidad económica, viajó a Venezuela. Uno de sus hermanos había logrado su sueño en el vecino país, donde gracias a su trabajo, consiguió salir de la miseria en la que nació y adquirir una casa digna, dos carros y, una tierra productiva. Otras tragedias, que son mas frecuentes entre las victimas, le recordarían a Yolanda que su trauma como victima continuaba en el tiempo. Un carro (violencia de la calle) mato a uno de sus hijos y aunque han pasado mas de 10 años, todavía no se recupera.

Cuantas Yolandas nos encontramos a diario en los lugares mas inesperados, trabajando para sobrevivir, huyendo diariamente de su dolor, a veces ante nuestra indiferencia. A ella, en contraste con algunos, si le importa el proceso de paz, porque aunque quizás no le quitará nunca su pena, el cese al fuego unilateral de las FARC y el breve desescalamiento del conflicto, le han permitido regresar a su tierra para empezar a reconstruir su pasado. Asimismo, su situación de victima registrada le ha dado animo de seguir adelante y sacar a sus otros dos hijos del destino fatalista de un conflicto indefinido, del cual ella no es responsable.

El proceso de paz es solo el principio, pero es necesario para dar el siguiente paso. La verdadera paz debe ser integral e incluir no solo el respeto de los derechos políticos y civiles de todos los colombianos, sino los socio-económicos, para que todas las Yolandas y sus familias puedan además tener una vida digna. Si la paz con las FARC no se logra, los gastos de la guerra seguirán justificándose y se reducirá el gasto social, prolongando aun mas, nuestra ya indefinida guerra. 

Profesora de Estudios Internacionales, George Washington University. Investigo temas de conflicto, justicia transicional, construcción de paz y reducción de violencia.