Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
En medio de la neblina de la guerra es importante no perder de vista la paz como nuestro puerto de destino.
El ELN ha aceptado que realizó el ataque a la Escuela de Cadetes de la Policía. En su comunicado le informan a la sociedad colombiana que sufrieron bombardeos por parte de las Fuerzas Armadas en medio del cese al fuego unilateral que llevaron a cabo entre el 23 de diciembre de 2018 y el 3 de enero de 2019.
El ELN y el gobierno ahora están en una confrontación abierta. Ambos cierran sus declaraciones diciendo que si el otro quiere la paz debe demostrarlo. Sin embargo, están en esquinas opuestas. Mientras el ELN está dispuesto a negociar en medio del conflicto para acordar una negociación con un cese bilateral de fuegos, el gobierno activa las circulares rojas de la interpol contra los miembros del equipo negociador y exige al ELN que termine todo accionar criminal si realmente quiere la paz.
La sociedad colombiana está fracturada. Todos los líderes políticos condenan la violencia y exigen justicia. Sin embargo, mientras unos piden unidad para evitar la guerra y privilegiar el diálogo, otros condenan el terrorismo y acusan como responsables de su fortalecimiento a quienes negociaron la paz. La marcha del 20 de enero de 2019, esconde detrás de la comedia de las redes sociales esta tragedia.
3 claves pueden ayudar a transformar este escenario desolador en un terreno de reconciliación.
Primero, es necesario motivar a que un amigable componedor, como lo llama Carlos Velandía, se acerque entre las partes para buscar acuerdos mínimos para regular el conflicto. Que sea esta la oportunidad para invitar a organizaciones o individuos que tienen experiencia en estas lides en Colombia y en el mundo. Hoy es más urgente que nunca.
Segundo, existe un gran acumulado de reflexión acerca de lo que se logró en la negociación entre el gobierno Santos y el ELN. Este es el momento para revisar esos documentos con cabeza fría. La Fundación Ideas para la Paz, la RedProdepaz, la campaña Por Una Paz Completa, la Fundación Paz y Reconciliación, el International Crisis Group, Rodeemos el Diálogo, entre otros, deberían unirse en una especie de Grupo de la Sociedad Civil de Contacto para trabajar sobre este acumulado y ofrecer una hoja de ruta desde la sociedad civil.
Tercero, la invitación de nuestro músico César López no puede echarse en saco roto. Es el arte el que nos puede ayudar a encontrar un camino para la reconciliación. Para parar esta polarización absurda que nos está devolviendo a la guerra. Que sea esta la oportunidad para que los artistas por la vida nos devuelvan y entonen la Confianza:
“Ay vida mia, dame la mano confía, no hay destino escrito lo construímos día tras día”