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El proceso de paz es una buena oportunidad para que las mujeres y sus organizaciones aportemos nuestra valiosa y necesaria contribución a la construcción de una sociedad más  civilizada.

Una importante contribución para el logro de la paz en Colombia han sido los doce Encuentros Regionales por la Paz (ERP) que organizaciones de la sociedad civil[1], llevaron a cabo  el año pasado en regiones con fuerte presencia del conflicto armado[2] y en los que participaron la Oficina del Alto Comisionado de paz, (OACP) y las  Embajadas de Suecia, Suiza y Noruega.

Como en el 2015 habrá una segunda fase de estos Encuentros. Creo pertinente invitar  a las mujeres y organizaciones de mujeres  a reflexionar sobre nuestro compromiso  en el proceso de construcción de la paz. Estos ERP -en los que participaron más de 5.000 personas de 2.143 entidades, (de las cuales el 65%, fueron organizaciones de la sociedad civil), dejaron muchos aprendizajes.

Destaco dos: permitieron reconocer la experiencia, madurez, responsabilidad social, valor civil, sensibilidad ambiental, capacidad organizativa y propositiva y vitalidad de las organizaciones de la sociedad civil en diversos territorios del país  y se evidenciaron diversos grados de avance en la construcción de agendas “territoriales de paz” impulsadas por instancias de coordinación y acción conjunta entre organizaciones e iniciativas de paz existentes en los territorios.

Con relación a las organizaciones de mujeres, en todos los ERP se destacó el papel que éstas juegan en las regiones y se consideró que su participación en el proceso de construcción de la paz es imprescindible. Incluso en territorios en conflicto, como en el  Putumayo, se reconoce que las mujeres son las primeras que se han atrevido a hablar y movilizarse en momentos en que el miedo ha pretendido paralizar, la defensa que la población hace de su territorio contra la guerra y contra la explotación y el deterioro del medio ambiente, llevada a cabo por compañías multinacionales.

Un aporte clave de estas organizaciones a la paz, es que ponen en el centro del debate  el problema del militarismo en todas sus dimensiones. Así mismo son las organizaciones feministas, estrechamente asociadas al pacifismo y la no violencia quienes han señalado el  desarme como la perspectiva más humana para una sociedad víctima toda de los grandes negocios  de la industria armamentista.

El proceso de paz está siendo una buena ocasión para que las mujeres y sus organizaciones aportemos nuestra valiosa y necesaria contribución a la construcción de una sociedad más  civilizada. A esto quiero invitar a las mujeres colombianas; a que desde los espacios de nuestro quehacer personal, laboral, familiar y como ciudadanas le abramos camino y respondamos al presente clamor por la paz. 

 


[1] Redprodepaz, Ruta Pacífica de las Mujeres (Premio Nacional de Paz 2014), Red de iniciativas de paz desde la base y Pensamiento y acción social.   

[2] Los ERP se realizaron en Quibdó, Puerto Asís, Sincelejo, Popayán, Florencia, Chaparral, Tumaco, Granada, Barrancabermeja, Tibú, Apartadó y Tame.

Olga Lucía Ramírez R. Antropóloga. Actualmente soy relatora ycorresponsable de sistematizar 12 Encuentros Regionales de Paz, realizadosen el 2014, (promovidos por la Redprodepaz, la Ruta pacífica de las mujeres,la red de iniciativas de paz desde la base y Pensamiento y acción social).Como voluntaria...