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No es nuestra práctica entablar una polémica epistolar con quienes opinan acerca de los feminismos, y de los continuos e innumerables hechos de violencia, injusticias y discriminaciones, que a diario vivimos las mujeres en este planeta. Pero el artículo del columnista Mauricio Pombo en el periódico del Tiempo, el 1 de febrero de 2015, titulado: “Femi…”, nos invita a al debate amplio, democrático y pluralista, por supuesto desde un feminismo libertario y emancipador.

No es nuestra práctica entablar una polémica epistolar con quienes opinan acerca de los feminismos, y de los continuos e innumerables hechos de violencia, injusticias y discriminaciones, que a diario vivimos las mujeres en este planeta. Pero el artículo del columnista Mauricio Pombo en el periódico del Tiempo, el 1 de febrero de 2015, titulado: “Femi…”, nos invita a al debate amplio, democrático y pluralista, por supuesto desde un feminismo libertario y emancipador.

La razón para darnos a la tarea de controvertir algunas de las afirmaciones que el señor Pombo hace en su columna, es contra argumentar dichas afirmaciones y colocar en evidencia que lo preocupante de su artículo no es lo que él piensa, sino que aún el patriarcado no tiene fronteras para justificar los crímenes cometidos contra de las mujeres y para desvalorizar las justas luchas de nosotras.

Los feminismos como prácticas y teorías han llevado a cabo la más importante y significativa revolución cultural del siglo XX y que continúa sin vacilaciones en el siglo XXI. Los feminismos han interpretado y puesto en entredicho el sistema patriarcal y capitalista y lo han hecho sin tener que apelar a las guerras, los militarismos, fascismos y violencias.

Durante más de un siglo nuestras antecesoras, nosotras y las generaciones de mujeres jóvenes no han desfallecido en vindicar una sociedad a la medida de las mujeres, una sociedad en la cual las mujeres tengan el mismo valor como seres humanos y las mismas oportunidades de las que gozan los varones.
 
Hemos vindicado un derecho vital ser nombradas a través del lenguaje, lo que no se nombra no existe, para no continuar con “la perversión idiomática” del lenguaje inclusivo, le proponemos  señor Pombo, que desde hoy los varones se sientan nombrados e incluidos con palabras como mujeres, ciudadanas, madres, colombianas. Por supuesto, no es a través del lenguaje inclusivo que vamos a ganar las mujeres la igualdad y la justicia. Lo que hemos sostenido una y otra vez, es que el idioma es una construcción cultural y como tal se construye y de- construye, y  una forma de de-construirlo es transformar el lenguaje sexista, por un lenguaje inclusivo que sea medio para valorar la existencia de las mujeres en el planeta.  
 
Si señor Pombo, al patriarcado y  a sus varones les ha sido muy útil la rivalidad  entre las mujeres; rivalidad producto de una socialización que no ha dado margen para que las mujeres nos reconozcamos como pares, ganemos autonomía y autoestima, rivalidad para obtener, a veces, las migajas del amor y la admiración de un varón. Sí señor Pombo, para nuestra gran tragedia humana, el capitalismo a través de sus grandes empresas nos hace esclavas de una belleza y una estética imaginada por los varones y nos convierte en consumidoras compulsivas. Sí Señor Pombo, son muchas las mujeres, que dedican una gran cantidad de tiempo para embellecerse para aquellos varones que en nombre del amor las subvaloran, las agreden, las matan, las acosan y humillan.

Es una realidad también cotidiana Señor Pombo, que cada vez somos más las mujeres que estamos dispuestas a construir entre nosotras relaciones entre pares, affidamento, apoyo, reconocimiento y otorgamiento de autoridad. Por ello sostenemos que, si una mujer es humillada, ultrajada, violada, asesinada y acosada, todas las mujeres lo somos. Cada vez más mujeres, le arrebatamos al patriarcado la autonomía afectiva, sexual, económica, fisurando sus mandatos de belleza y creamos redes entre mujeres para apoyarnos en el difícil y a veces doloroso transito de vivir en el patriarcado.
 
Si Señor Pombo, estamos en un momento de la humanidad en el cual mujeres no estamos dispuestas a no tener autonomía sobre nuestras vidas, a consentir ningún maltrato o abuso a nombre del amor, la coquetería o el deseo animal de los varones hacia las mujeres. Estamos en rebeldía contra todas las expresiones  y prácticas del patriarcado en lo público y lo privado. 
 
Por último, compartimos con Usted Señor Pombo la complejidad del tema y la necesidad de debatirlo de forma amplia, pluralista y democrática, y lo invitamos a Usted y a los varones para que nos demos a esta tarea de manera que contribuyamos a una sociedad justa y respetuosa de las diferencias.
 
La decisión es de Ustedes, los varones, sí nos acompañan en la construcción de un mundo también a la medida de las mujeres, nosotras continuaremos vindicando nuestros derechos, una vida libre de violencias, un amor libertario y transgresor del orden patriarcal.

Feminista activista e investigadora colombiana. Autora de investigaciones y artículos sobre paz y mujeres, derechos sexuales y reproductivos, participación política y social de las mujeres, violencias contra las mujeres, feminismos, democracia y poder. Ha representado al gobierno colombiano y a organizaciones...