Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
Creo que la váidez del proceso de paz y la fuerza del Estado pueden pueden probarse de maneras mucho más eficaces que capturando lideresas jóvenes que leen. Que no caigamos en la oscuridad que surge cuando el fin empieza a justificar todos los medios. Que no nos coja la modernidad andando como el Cangrejo!
Así como los cangrejos, el Estado colombiano camina en zigzag y a veces hacia atrás en materia de derechos humanos. Recientemente ví una de las actuaciones más erráticas que haya presenciado de parte del poder ejecutivo. Angustiados por las críticas recientes en temas de seguridad, y con el Uribismo respirando en la nuca, las autoridades pescaron en rio revuelto para mostrar, como en épocas de Pablo Morillo, las cabezas de “ciminales terroristas” responsables de atentados en Bogotá y así dejar en claro que son fuerzas policivas y militares eficaces .
En esa pesca se les ocurrió meter a Paola Salgado, una mujer defensora de los Derechos sexuales y reproductivos, que francamente debería tener el don de la obicuidad si quisiera ser guerrillera. Ella tiene un contrato que estaba entregando con la Secretaría de Salud y empezaba uno con la Secretaría de la Mujer del Distrito. Cualquiera que haya trabajado ahí sabe que ese tipo de contratos exigen dedicaciòn exclusiva y a veces se trabaja mucho más que la jornada laboral ordinaria. A que hora se dedicaba a labores insirgentes? Las pruebas que se han presentado hasta ahora para incriminarla en hechos terroristas son bastante débiles. Conversaciones en donde acuerda reuniones, fotografias sacando cajas de su carro, y libros de su biblioteca personal. Yo también leo a Camilo Torres y a gente de izquierda y no por eso estoy deacuerdo con los métodos de la guerrilla o voy a poner bombas en la ciudad.
El caso de Paola es doloroso porque el trabajo que ella hace se parece mucho al que desarrollan muchas abogadas que decidieron dedicar su vida profesional a apoyar a mujeres víctimas de todas las formas de violencia. Queda la duda si entonces todas las que trabajamos en esto y pensamos como Paola…. entonces somos eventuales sospechosas?. Se genera una sosobra digna de las peores épocas de nuestra história reciente.
No es bueno generalizar, y sé de buena fuente que existen buenos fiscales, pero la cruda verdad es que estamos ante un doloroso afán de la justicia a responder al clamor popular de sangre y cárcel. Como en la época de la colonia, en vez de aplicar criterios serios en sus decisiones, prefieren decir lo que va a poner contenta a la sociedad, y se presentan a juicio sin pruebas sólidas. Ya la fiscalía ha tenido que disculparse y retractarse muchas veces, con los costos que eso tiene para todos nosotros, ya que se deben pagar las indemnizaciones a las personas injustamente procesadas y privadas de su libertad, y ese dinero sale de nuestros bolsillos.
El error grave de la fiscalía y de muchas otras entidades del Estado es seguir escuchando al Uribismo y darle respuesta a todo lo que dicen. Eso no pasa con ninguna otra fuerza política del país. Entonces: ¿Para qué hacerle eco a todo lo que el Centro democrático plantea?.¿Porqué se hace política criminal en respuesta a los comunicados furiosos de un Senador? Diran algunos que la fiscalía está defendiendo el proceso de paz y no quiere que estos hechos queden en el aire generando malestar de la gente frente a las negociaciones. Craso error. Puede que al Uribista de a pie le satisfaga ver a trece personas encarceladas, pero al resto de la sociedad nos indigna y asusta que capturen con pruebas tan flojas, y que la política criminal en el país retroceda a pasos agigantados.
Nada peor que un Estado, que en el afán de responder a su enemigo, sacrifica libertades y derechos de las personas. El debate que se abre es hasta donde llega el Estado en su potestad de quitarnos la privacidad en aras de la “Seguridad”, y se apropia de nuestras conversaciones privadas, interpretandolas como a bien tiene, casi siempre en nuestra contra. Ahora vamos a tener que cuidarnos hasta de lo que decimos cuando peleamos con nuestra pareja, lo que “likeamos” en redes sociales, o lo que leemos….. todo puede usado en nuestra contra. Ya lo advertía la ex relatora especial para la Libertad de Expresión Catalina Mariño: En un mundo donde impera el concepto clàsico de seguridad y se sacrifican las libertades, es cada vez más fácil hacer esa odiosa divisiòn entre buenos/as y malos/as que termina polarizando la sociedad.
Mujeres valientes como Paola no tendrían porqué estar pasando una dolorosa privaciòn de la libertad, que termina afectando ´diractamente a las mujeres que atendía en su trabajo diario.
Creo que la váidez del proceso de paz y la fuerza del Estado pueden pueden probarse de maneras mucho más eficaces que capturando lideresas jóvenes que leen a Camilo Torres. Que no caigamos en la oscuridad que surge cuando el fin empieza a justificar todos los medios. Que no nos coja la modernidad andando como el Cangrejo! .