Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
Así que la piedra angular de esta ley, que es un cambio sostenido en la cultura a través de la educación, y no las penas enormes que igual sería bueno que se aplicaran y cumplieran, puede hacerse, pero sin vulnerar la religión y la moral. La que ellos representan. La que sostiene y reproduce la imagen de la mujer como madre, como esposa. La de la subyugada, la misma que los hombres sienten que es su propiedad y que después, con esta convicción, violentan y matan.
Las semillas que planta la derecha. Más allá de la ley del feminicidio.
Terminé de revisar el texto del proyecto sobre la ley del feminicidio que entregó la comisión de conciliación el día 10 de Junio. En términos generales no se introducen grandes modificaciones, pero un artículo llamó mi atención. El 10. Estuve pensando durante largo rato por qué razón la Representante Cabal, cuyas inclinaciones políticas son conocidas (para quienes no lo saben esta alfil del Uribismo es una férrea expositora del pensamiento de derecha más recalcitrante), había insistido tanto en un enunciado que finalmente modificó el artículo 10.
En este, como quien no quiere la cosa, quedó establecido que la educación con perspectiva de género que debe incorporarse en la malla curricular en todos los niveles (preescolar, básica y media) debe hacerse sin vulnerar el ideario religioso de las instituciones educativas así como el derecho del os padres a elegir la educación moral y religiosa para sus hijos. Las semillas que planta la derecha.
Así que la piedra angular de esta ley, que es un cambio sostenido en la cultura a través de la educación, y no las penas enormes que igual sería bueno que se aplicaran y cumplieran, puede hacerse, pero sin vulnerar la religión y la moral. La que ellos representan. La que sostiene y reproduce la imagen de la mujer como madre, como esposa. La de la subyugada, la misma que los hombres sienten que es su propiedad y que después, con esta convicción, violentan y matan.
Si hay una institución que sostenga y reproduzca estos estereotipos, y que defienda la falta de libertad de las mujeres, la absoluta soberanía sobre sus cuerpos y sobre sus vidas, esa es la Iglesia. La que profesa ese ideario que la Representante se aseguró de cuidar.
Las semillas que planta la derecha, dan fruto. Para ellos cualquier terreno es fértil.
Hay que estar atentas para buscar en donde piensan plantarlas. Y evitarlo.