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Si el gobierno decide escuchar a algunos de los sectores que lo acompañaron en campaña, tendríamos cuatro años de regresividad y de aumento del embarazo en niñas y adolescentes.

Los próximos cuatro años van a ser difíciles para las colombianas.

El presidente electo llega al poder acompañado de sectores que abiertamente han estado en contra de los derechos sexuales y reproductivos, no han apoyado la participación política paritaria, y han liderado marchas contra temas tan elementales como la educación sexual, que necesitan millones de niñas y adolescentes.

El primer reto será el diseño del plan de desarrollo del próximo gobierno, y lograr que incluya metas que las mujeres y las niñas necesitan.(Promoción de liderazgos comunitarios, acceso a la educación, salud sexual y reproductiva)

Los temas que no aparecen en las metas en el Plan de desarrollo no tienen presupuesto, y eso sería catastrófico en temas como la educación sexual, teniendo en cuenta que Colombia tiene una tasa de embarazo adolescente de poco más del 19 por ciento. 

Si bien el tema se enuncia en el Plan de Gobierno de Duque, no se desarrolla y no nos dice como piensa garantizar el acceso a información en derechos sexuales y reproductivos para nuestras adolescentes.

Solo la educación sexual de calidad puede responder con eficiencia a este problema y ofrece a las niñas alternativas para evitar maternidades tempranas.

Solo hay ver la experiencia del profesor Luis Miguel Bermúdez, del Colegio Gerardo Paredes de Suba que redujo a cero el embarazo adolescente en su colegio, a punta de información y acceso a servicios de salud reproductiva.

Si el gobierno decide escuchar a algunos de los sectores que lo acompañaron en campaña, tendríamos cuatro años de regresividad y de aumento del embarazo en niñas y adolescentes.

Por ejemplo, aceptar propuestas de movimientos como Colombia justa Libres, en donde pretenden eliminar cualquier tipo de educación sexual en los colegios, o cualquier mención a la diversidad sexual. Lo mismo pasa con sectores como el de Viviane Morales, Alejandro Ordoñez y otros.

El programa de gobierno de Iván Duque trae una visión muy reducida de los derechos de las mujeres, limitando a licencias de maternidad e igualdad salarial, y algo de embarazo adolescente.

Si su plan de desarrollo responde a esa misma mirada, temas como el acoso sexual, la educación sexual, la mortalidad materna, el acceso a derechos sexuales reproductivos, quedarían por fuera de la agenda de gobierno.

Si bien los derechos de las mujeres no son un tema que mueva masas en Colombia, es importante recordar que hay unos compromisos que nuestro país adquirió ante organismos multilaterales para proteger a las mujeres y las niñas tales como el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, informaciòn oportuna y veraz, y políticas de no discriminación para las mujeres trans.

Quedaríamos muy mal si por el cambio de gobierno se adoptara una política regresiva en temas en los que el gobierno anterior, sin ser el paradigma de cómo se deben hacer las cosas, estaba intentando avanzar.  

Tampoco da una buena señal para las personas LGBTI que el partido del presidente electo pida públicamente que se elimine cualquier mención a su existencia en proyectos de ley, como lo hicieron el el trámite de la Ley de procedimiento de la JEP, o que el líder natural del partido no sea capaz siquiera de pronunciar la palabra “homosexual”.

Esto da cuenta de qué tanta prioridad le dará el próximo gobierno a su obligación de promover una sociedad más incluyente y eliminar la homofobia.

Si bien el presidente Duque se comprometió a tener un Gabinete paritario con un 50 por ciento de participación femenina, hay que recordar que la sola participación de mujeres no garantiza un cambio en nuestra realidad.

Si llegan mujeres con posturas conservadoras, o que piensan que el emprendimiento económico es la salida a todos nuestros problemas, no tendremos ningùn avance significativo en nuestros derechos.

Los riesgos para las mujeres, las niñas y las personas LGBTI en el gobierno Duque son infinitos, y vienen de un país que sigue votando por proyectos de gobierno retardatarios y que niegan derechos.

Solo un proceso desde abajo, en donde las personas tomen consciencia de lo importante que es la igualdad en todas sus dimensiones y el respeto por los derechos de los demás, logrará que algún día tengamos un mandatario( o porqué no, mandataria), que no le tenga miedo a la equidad y la igualdad de derechos.

@alejandracollag

Abogada. Magistra en Estudios de Género de la Universidad de Hull y la Universidad de Granada. Consultora en Derechos Humanos. Ha desarrollado investigaciones en acceso a la tierra para las mujeres en Colombia y es investigadora para el Crime State Initiative del King's College de Londres. Participó...