A lo largo del mes de marzo hemos participado en diversos eventos, tomado innumerables fotos y resaltado el valioso trabajo de muchas personas y organizaciones. Vale la pena cuestionarnos si la organización de la larga lista de eventos y discursos tendrán un verdadero impacto en las vidas de todas las personas que se enfrentan a discriminación por razón de su género y no pueden desarrollarse plenamente.

Es por esto que, a lo largo de estas líneas, quisiera compartir con ustedes una serie de reflexiones que surgieron de un ejercicio colectivo de pensar el género, desde nuestras vivencias en el día a día, desde nuestro trabajo y desde el impacto que este crea en la vida de las personas y comunidades. Debemos detenernos a reflexionar qué entendemos por género y por qué es importante alcanzar la igualdad.

Qué tan conscientes somos de la importancia de alcanzar la igualdad de género en nuestras vidas, de su importancia como un asunto de justicia y goce efectivo de derechos, y de los efectos positivos que esta tiene en términos de reducción de la pobreza y en la construcción de sociedades más pacíficas y resilientes.

Por qué es importante lograr la paridad en participación política de las mujeres, cuando para el periodo 2018-2022 el porcentaje de mujeres congresistas fue del 19,7 % y en el nuevo Congreso de la República (2022- 2026) habrá un 30,2 % de mujeres electas. Y preguntarnos, ¿a qué debemos esta transformación?

Cuáles son las consecuencias de las actividades de cuidado no remunerado y el uso del tiempo en la calidad de vida de las personas, cuando por cada 3 horas y 10 minutos que en promedio trabajan los hombres al día en labores no remuneradas, las mujeres dedican 7 horas y 50 minutos a trabajos no remunerados .

Cuál es el impacto de la autonomía económica y la capacidad real para tomar decisiones sobre los ingresos en la disminución de la violencia basada en género, cuando para enero del 2022 la tasa de desempleo para las mujeres fue de un 19,2% frente a un 11,2% de los hombres. La tasa de informalidad laboral de las mujeres en las 23 ciudades principales es del 44,1 % . Y el 87 % de los exámenes médicos legales por presunta violencia sexual fueron practicados a mujeres.

Trabajar desde el enfoque de género debe ir más allá desde incluir la participación de mujeres en proyectos, políticas públicas, programas e iniciativas. Si bien no se trata de eliminar leyes, como la de cuotas (que funcionan como medidas afirmativas temporales para cerrar brechas), sí debemos ir más allá del simple cumplimiento de un requisito y superar las políticas de género que se basan simplemente en listas de chequeo para cumplir exigencias mínimas.

Podemos ser más determinados en medir el impacto que desde políticas, proyectos y estrategias realmente tenemos en reducir los factores estructurales como las relaciones de poder y patrones culturales, entre otros, y así generar un impacto real en generar más igualdad de género.

Entonces, ¿cómo pasar del cumplimiento de un requisito a la interiorización del enfoque? Debemos ser conscientes de cómo ejercemos, producimos y entendemos el género, y sus múltiples perspectivas desde la interseccionalidad. Solemos caer en el error de poner en la misma casilla a todas las mujeres cuando sus realidades y desafíos son muy distintos para las mujeres afros, indígenas, Rom, Lgbtiq+ y migrantes, entre otras.

El género determina la vida de las personas, en Colombia aún tenemos sociedades muy marcadas por estándares binarios y el machismo en las que todavía se teme que las mujeres ocupen ciertas posiciones en la sociedad. Sin embargo, hay muchas personas que luchan por combatir estos estereotipos. Es por esto que destaco las voces de algunas de ellas:

  1. Rocío es la primera comandante de Policía de su municipio. Ella lucha por obtener reconocimiento de la comunidad, que ésta rescate su trabajo y cadena de mando en el municipio.
  2. Lucía es una joven elegida al Concejo de juventudes de su municipio, como miembro de la comunidad LGBTIQ+ que quiere trabajar por su comunidad.
  3.  Camila es una mujer afro del Chocó que busca romper estereotipos en su territorio para que se incluyan a todas las personas con identidades diversas en la comunidad.
  4.  Y Martha es una mujer transgénero indígena que busca que las personas trans puedan ingresar a ser parte de la justicia propia de su comunidad.

Como estas historias, hay muchas más. Es por eso que la invitación es a repensarnos el género, el impacto que tiene en la vida de las personas las acciones que emprendemos. Y sobre todo asegurarnos de trabajar con hombres que estén dispuestos a construir masculinidades positivas para que con ellos se puedan crear soluciones y apuestas para alcanzar la igualdad.

Tenemos que analizar quiénes están en los espacios de discusión y toma de decisiones sobre género, quiénes faltan por ser incluidos en la conversación. Debemos avanzar y pensar en trabajar con un enfoque que incorpore a las múltiples identidades, el género al ser una construcción social es dinámico.

Podemos tener conversaciones significativas e intercambiar cómo cada uno desde nuestros lugares podemos aportar a través de acciones para luchar por la equidad y la eliminación de violencias por razón de género. Todos tenemos un trabajo que hacer al interno de los espacios que ocupamos, pero también hacia fuera en los compromisos con las comunidades. Debemos emprender acciones audaces para lograr la participación plena, equitativa y significativa de las mujeres.

La responsabilidad recae sobre todos los actores, privados, públicos y de la sociedad civil. En el 2022 ya no es aceptable que el 51 % de la población no tenga acceso al goce y ejercicio de todos sus derechos por razón de su género. De esto depende que podamos avanzar en la dirección correcta o quedarnos como estamos.

#GeneraciónIgualdad

Es la representante residente del Pnud en Colombia. Estudió una licenciatura en ciencia política y administración en la Universidad Autónoma de Barcelona y una maestría en derechos humanos y democratización. Sus áreas de interés son el desarrollo sostenible, la gobernabilidad y el estado de derecho,...