Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
Hay muchos mitos alrededor del aborto, que al final solo terminan por perjudicar a las mujeres que necesitan este procedimiento médico.
Esta semana se cumplen diez años de la sentencia que despenalizó el aborto en Colombia. Un avance que le debemos a la Corte Constitucional y a las mujeres admirables que participaron en el proceso de mostrarle a las magistradas y magistrados las razones por las que es absurdo que se penalice el aborto.
Usted que está leyendo esta columna, probablemente conoce a alguien que ha abortado, alguien que ha querido hacerlo, o incluso usted o su pareja han recurrido al aborto en algún momento de su vida. Si es así…¿Entonces qué pasa? ¿Por qué tanto debate alrededor de un procedimiento médico que cualquier mujer puede necesitar?
Disfrazar de pecado un procedimiento médico que puede salvarle la vida a una mujer, o que puede evitarle afectaciones a su salud, resulta absurdo pero a veces políticamente rentable en un país conservador como Colombia (entendiendo por salud, como lo dice al Organización Mundial de la Salud, algo integral que incluye el bienestar físico y mental juntos). Muchas de las personas que se oponen al aborto incluso han acudido a él en algún momento de su vida, pero sostienen posturas públicas en su contra, porque eso da votos en un país en donde hay más iglesias que colegios y bibliotecas.
Es entendible que haya mucha gente en contra del aborto, cuando la única información que recibe se la dan en la iglesia, o en algunos medios masivos de comunicación que difunden información falsa. Se dice, por ejemplo, que el aborto es usado como método anticonceptivo por mujeres que de forma desalmada van a deshacerse de sus “hijos” concebidos irresponsablemente. Totalmente falso. La responsabilidad de la anticoncepción no es solo de las mujeres, aunque la sociedad machista lo haga ver así, y las mujeres que buscan un aborto usualmente lo hacen porque hay razones de peso. Ninguna mujer aborta por placer, no es una experiencia que nos muramos por vivir. Es muy fácil juzgar a las mujeres que abortan en general, pero si le ponemos cara a esa mujer, si la convertimos en una familiar o conocida, la cosa cambia.
Otra mentira frecuente, que incluso dicen algunos funcionarios públicos, es que abusamos de las causales en que está aprobado el aborto, especialmente lo que tiene que ver con salud mental. No es cierto. Este es un país en donde la salud mental ha sido despreciada y entendida como un tema menor. Ya la corte Constitucional ha resuelto casos de mujeres y niñas a las que les impiden abortar, y luego han intentado suicidarse. Un embarazo puede afectar gravemente la salud mental de una mujer si este se da en condiciones adversas. Cada mujer es un universo, y así mismo no a todas las afectan las mismas cosas. Por eso, es necesario que cada mujer tenga derecho a ver si su embarazo afecta su salud mental o no. Muchos detractores del aborto dicen que es “normal” sentir angustia en el embarazo. Pues no. Nadie debe decirnos que debemos sentir o que no, y es cada mujer la que debe evaluar si es una angustia pasajera que puede sobrellevar, o una afectación a su salud mental que la pone en peligro.
Lo mismo pasa con el mal llamado “sindrome post aborto”, con el que espantan a las mujeres que necesitan interrumpir su embarazo, diciéndoles que van a morir de tristeza. Pues les cuento que cada caso es único. Cada mujer reacciona de manera diferente, incluso para muchas el aborto puede ser una salvación. El sindrome Post-Aborto no esta reconocido por las entidades del sistema de salud, y no es una enfermedad reconocida.
Nuestra sociedad es implacable y juzga a las mujeres que necesitan un aborto, pero no presenta soluciones. Ya quisiera ver al Procurador Ordoñez o al Concejal Marco Fidel Ramirez adoptando a los bebés que quieren obligar a las mujeres a tener, incluso en los casos de malformaciones que hagan imposible una vida en condiciones dignas. Estas personas desinforman y no ven que con eso, aunque dicen defender la vida, están matando mujeres. Muchas niñas y mujeres que estan embarazadas y necesitan un aborto pueden abstenerse de pedirlo después de escuchar los discursos de terror que les dan estos personajes, y pueden morir o tener afectaciones graves a su salud. Pero esas vidas no les importan, esas no merecen sus marchas y manifestaciones.
Esten deacuerdo o no con el aborto, solo pido que se informen, que busquen datos científicos y reales, y que no sea el prejuicio el que guíe sus opiniones.
Este 10 de Mayo es un dia para celebrar, pero también para reflexionar porque después de 10 años las mujeres se nos siguen muriendo por abortos que les niegan o abortos inseguros. Queda mucho camino por andar….
@alejitacoll