Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
Sobre la imperiosa necesidad de legalizar el aborto.
Las luchas por la autodeterminación reproductiva ocupan históricamente, el corazón del feminismo. Que las mujeres definan su proyecto de vida, controlen sus cuerpos, decidan sobre su sexualidad y sobre su reproducción, son marcas constantes de la batalla de un movimiento que en la revolución silenciosa más poderosa del siglo, ha logrado transformar la cultura, las cabezas y los corazones. No todos y no suficientes, pero si muchos y cada vez más. Y la propuesta de legalización del aborto –que es un resultado de estas transformaciones- es vertebral porque constituye ni más ni menos que una expresión más del reconocimiento de la dignidad de las mujeres y su carácter de ciudadanas plenas.
En este contexto, el debate que ahora comienza en el país (frente al cuál la Congresista Lozano anunció también un proyecto integral) y que no es nuevo, pues muchos proyectos de ley se tramitaron en el Congreso en los últimos 40 años, es necesario y espero, promisorio. El mapa mundial de las leyes sobre aborto (http://worldabortionlaws.com) muestra dos hechos claros: el aborto esta legalizado en los países desarrollados donde la mortalidad materna es en general menor y el aborto inseguro es prácticamente inexistente, mientras que continúa siendo total o parcialmente restrictivo sobre todo en África y América Latina donde la mortalidad materna es en general mas elevada y donde ocurren más abortos inseguros. En América Latina más del 95% de los abortos que se realizan, son inseguros. El mapa lo muestra: verde allí, rojo acá.
Así que no entiendo algunas de las palabras que fueron dichas en el reciente Foro “aborto legal en Colombia: presente y futuro”. Foro en el que, dicho sea de paso, si bien estuvieron presentes las mujeres, la proporción de hombres fue mayor, y será así cuando decidan el proyecto. Cuando se discuta si las mujeres sí, o si las mujeres no, simplemente porque ellos son más en todas las instancias de poder incluido el Congreso. 1. El Ministro Gaviria, el liberal. Gaviria terminó diciendo que antes de “emitir un concepto” prefiere esperar el texto del proyecto, cuando podría haber dicho que la legalización es el camino más apropiado y el más eficaz para el acceso al aborto. 2. El Senador Benedetti argumenta que antes de seguir “proponiendo” es necesario lograr que el fallo se pueda aplicar. Así tan tranquilo, como si de verdad supiera que es lo que está proponiendo. Las causales Benedetti son una solución a medias. Y para completar: 3. Julio Castellanos director de un conocido hospital que es hostil al tema del aborto, aclara que es necesario debatir y que no se pueden convertir estas decisiones en obligaciones para todos. Y en cambio las de ellos, las de señores como éste y muchos más que le antecedieron, que insisten en decidir por nosotras, esas si, claro está, se pueden convertir en obligación para todas.
Digámoslo de frente: la legalización sería una decisión positiva en todos los sentidos, por donde se la mire. Sería una señal de reconocimiento a nuestra calidad de ciudadanas plenas, un paso adelante en la eliminación del estigma que ocurre alrededor el aborto, una contribución innegable para alcanzar mejores indicadores de salud, menos morbilidad y menos mortalidad de las mujeres durante el embarazo. Más legalización, menos estigma, más acceso. Más legalización, más seguridad, menos complicaciones, menos riesgos, menos barreras. Más ciudadanía, menos paternalismo, más autonomía.
Y sabemos que no será fácil. En Uruguay por ejemplo tuvieron que pasar por al menos dos proyectos de ley y un veto. Y en México tras muchos años de lucha sólo se consiguió despenalizar el aborto en el Distrito Federal.
Por eso, en palabras textuales: “Yo aborto, tu abortas, NADIE más se calla”
@arpistina
Nota: Esta consigna fue utilizada por las feministas uruguayas 25 años después de haber publicado un libro que tenía por nombre “Yo aborto, tu abortas, todos callamos” (1987). Esta vez la consigna fue para defender la legalización del aborto. El silencio no era mas una alternativa y así lo expresaron con su usual creatividad @LucyGarrido1