Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
En este perfil de la Red Líder, el párroco holandés que se quedó en Barranquilla a trabajar con los más vulnerables habla sobre el plebiscito.

La Red Líder: ¿Qué opina de la decisión de la Iglesia de no apoyar el SI o el NO en el plebiscito?
Cyrillus Swinne: La paz es apenas un camino que estamos iniciando y se construye únicamente con justicia, equidad y respeto por la vida de los hombres y la naturaleza. Son la base para que la paz perdure en el tiempo.
El que es católico y dice ser católico tiene una moral, un compromiso con Dios y con la gente, de apoyar el Sí.
LRL: ¿Cuál es el papel de la Iglesia después de la firma de los acuerdos?
CS: El papel de la Iglesia es crear oportunidades para la gente en el sentido de que no solamente seamos participes ahora en el plebiscito, sino verdaderamente en la construcción de paz. Me refiero a la participación de los jóvenes. Son ellos los que deben construir el futuro de Colombia.
Uno de los problemas grandes de Colombia es la exclusión. Hemos excluido una cantidad de gente, los pobres, los campesinos y la juventud durante mucho tiempo. Pienso que la Iglesia debe empezar a incluirlos en todo lo que es esa construcción de paz.
LRL:¿Cómo se construye paz?
CS: La posición de la Iglesia debe ser la paz. La Iglesia no debe tomar partido, debe servir para iluminar, ayudar en la reflexión y guiar. La Iglesia ilumina el camino que a veces es oscuro por tanto odio y rencor.
LRL: ¿Usted va a ser activo en favor del Sí o el No?
CS: Por el Sí, porque me parece que es el único camino posible para Colombia para, ojalá, un día tener un país realmente en paz.
LRL: ¿Cree que los católicos tienen una obligación moral de apoyar el fin del conflicto armado?
CS: Claro, me parece que como católicos y cristianos tenemos obligación moral, porque exactamente queremos el reino de Dios, debemos anticipar un reino de paz. Pero un reino de paz basado en la justicia, en la equidad, en la retribución justa de los bienes, y la riqueza del país. Es una obligación moral la participación de la Iglesia. La misma Biblia sostiene que los enemigos se deben encontrar, se deben dar la mano, perdonarse y construir juntos una sociedad más justa y armoniosa.
El que es católico y dice ser católico tiene una moral, un compromiso con Dios y con la gente de apoyar el Sí. Para mí no hay otra manera. También tenemos que ser la misericordia de Dios hecha carne, que es exactamente donde se expresa el perdón. Es una obligación moral de los católicos participar en el Sí para iniciar ese camino hacia la paz.
LRL: ¿Qué piensa de la propuesta del padre Francisco de Roux al ELN de intercambiarse por el secuestrado chocoano Odín Sánchez Montes de Oca?
CS: Es un gesto de generosidad, me parece que no soluciona el problema básico que es la oposición radical al secuestro. El secuestro es una forma de extorsionar a la sociedad, eso no lo podemos aceptar por motivos humanos.
LRL: ¿Considera que la acción social de los sacerdotes debe ser libre de política, o que la línea entre ambas es invisible?
CS: Como dice el Papa, hay que participar en la política. No hay que permitir que otros aprovechen la política para seguir desangrando al país, abusando del país y explotando a la gente. Tenemos que tomar posición política, pero dejándonos inspirar por la doctrina de Jesús y la Iglesia. Eso no quiere decir que tenemos que ser partidistas, pero si tenemos que dejarnos inspirar por los documentos de la Iglesia, inspirarnos por el Evangelio y participar activamente en la política.
LRL: Algunos consideran que el Papa Francisco es populista. ¿Comparte los enfoques críticos del Papa sobre la sociedad moderna?
CS: Para mí el Papa no es populista. Son interpretaciones equivocadas de lo que realmente quiere. El Papa quiere una Iglesia comprometida, un mundo más justo, que entre todos busquemos la paz a través del perdón y la reconciliación. El Papa en eso se basa en la juventud, y en los mismos miembros de la Iglesia. Lo que está diciendo, lo dice también Jesús. El Papa es consciente de que mover una Iglesia que tiene tantos años a otras orientaciones es muy difícil, es muy sabio, lo va haciendo sin ofender ni hacerle daño a nadie, pero insistiendo en esa nueva doctrina de la Iglesia.
Como dice el Papa, hay que participar en la política. Eso no quiere decir que tenemos que ser partidistas, pero si tenemos que dejarnos inspirar por los documentos de la Iglesia.
LRL: ¿Qué le ha aportado su visión de extranjero para apreciar la forma de ser del colombiano del Caribe?
CS: Es aporte hacía ambos lados, he aprendido mucho. La forma de vivir la fe es muy diferente. Por ejemplo, aquí en Barranquilla hay un millón y pico de católicos, eso no quiere decir que todos esos católicos van a misa o comulgan, pero el católico barranquillero entiende que su fe no solamente la tiene que vivir a través de esa práctica ritual sino a través de su vida diaria. Ahí es donde vivimos esa fe. La interpretación de vivir la fe del costeño es más libre. Pero para mí, con una fe muy profunda, popular, en Dios y en la Virgen.
Por otro lado, es usual que todos los europeos queramos asegurar todo desde que nacemos hasta que nos morimos y no dejamos nada pendiente. El costeño no. El costeño es un campeón para mí en la improvisación, el costeño no se preocupa y cualquier problema de alguna manera lo soluciona. La improvisación deja a la persona libre, demuestran que no hay que asegurar tanta cosa y si no está asegurada, se intenta. El costeño no se preocupa demasiado, dicen “Dios verá”. Esa es una expresión de fe. Realmente he aprendido porque siendo holandés soy muy estricto, pero he intentado combinar eso con la capacidad de improvisación.
LRL: ¿Cómo describiría a la gente caribe humilde que usted conoce tan bien?
CS: Nuestra gente, la gente pobre, es una gente con demasiada fe en Dios. La gente, a pesar de todo lo que sufre, no sabe lo que va almorzar o no sabe lo que va a cenar, tienen problemas con sus niños y no tiene recursos, sin embargo, no pierden la fe en Dios. No pierden el sabor a la vida. Los europeos, al vivir situaciones similares, necesitamos de casi 100 psiquiatras para que nos ayuden porque nos deprimimos con tanto problema. El costeño no se deprime, el costeño sigue mirando, sufre, pero sigue adelante. Esa realmente es una riqueza muy grande de la gente del Caribe.
LRL: ¿Cuál cree que es la solución para combatir el problema de la desnutrición de los niños en la Guajira?
CS: Pienso que este es un problema cultural a dos niveles. Por un lado, es cultural por el tipo de sociedad y por las personas que están en el poder. Por supuesto, nuestra sociedad quiere atender de primera mano la desnutrición de los niños, pero al elegir personas que no son conscientes de las diferencias culturales, habrá choques.
Por otro otro, existe la cultura de la corrupción. Es impresionante la corrupción que hay en Colombia y la complicidad de nuestros políticos. La sociedad y la ciudadanía deben combatir esta corrupción, denunciando y condenando actitudes corruptas. En Colombia el gran problema es la corrupción y eso ha generado que ingresos para la salud y nutrición de los niños se pierda. Los niños muertos en la Guajira son producto del mal manejo de recursos.
LRL: ¿Cómo entiende el fenómeno de la compra de votos en la costa Caribe?
CS: Me parece que el problema de la corrupción es en toda Colombia y a todos los niveles, de pronto en algunas partes lo tienen más disfrazado. Hay también corrupción entre nuestra propia gente. La corrupción es como un cáncer. El cáncer no respeta y va invadiendo todo el organismo. Vamos a ver qué pasa, por ejemplo, con el caso del magistrado Pretelt. Vamos a ver si son capaces de realmente pronunciarse y de mostrar la voluntad de combatir esta corrupción.
LRL: : ¿Cómo compara el desarrollo de la costa con el del centro del país?
CS: Hemos permitido que otras regiones del país avancen mucho más, el triángulo de oro de Bogotá, Cali y Medellín. Me parece que realmente nos han ganado. Algunos dicen que tiene que ver con los antioqueños, los de Santander, de pronto también hay corrupción, de pronto roban igual que acá, pero por lo menos dejan más y quieren más a su tierra. A veces me da la impresión que las autoridades acá en la costa dicen “cuánto puedo sacar yo y no me importa el progreso del país”. Sin embargo, he notado un gran cambio en las últimas administraciones, por un lado del distrito y por otro lado de la gobernación.
Ahora se está invirtiendo de verdad en Barranquilla y eso se ve reflejado en que en el departamento hay más perspectiva de bienestar para la comunidad. Al menos es un camino que estamos siguiendo, pero todavía falta mucho. Se logró un ambiente de confianza para invertir en Barranquilla y debemos seguir esa línea. Barranquilla está mejorando bastante.
LRL: ¿Cómo evalúa el rol de la sociedad en la defensa del medio ambiente?
CS: Es fundamental, porque aún en este gobierno se siguen cometiendo crímenes contra el medio ambiente. En todos los rincones del país hablamos de minería, de las fuentes de agua que estamos acabando, de la deforestación, de los parques, de los manglares, pero no hablamos de soluciones y protección. Hay poco interés por parte de los responsables, por consiguiente el pueblo debe levantarse y ser vocero en proteger el medio ambiente.
Sin embargo, soy un poco pesimista, acá mismo noto que los jóvenes no se preocupan por la tala de árboles. Falta mucha educación ambiental. Ojalá que los pocos locos protectores del medio ambiente sigan trabajando y luchando, porque el campo y naturaleza son el futuro de Colombia.
LRL: Respecto a los habitantes de la calle en Bogotá ¿cree que la mejor solución era la intervención del Bronx?
CS: Me parece que el tema es bastante importante, que pasemos de la exclusión a la inclusión y tiene que ver con la justicia y la equidad. Eso incluye a los habitantes de la calle y a todos los que tenemos marginados por algún motivo. Para una verdadera construcción de paz se debe ser totalmente incluyente.
LRL: ¿Tiene algún ejemplo?
CS: En semanas pasadas estuve en Bucaramanga y me encontré con la Fundación ConSentidos, que trabaja de una manera totalmente diferente con los habitantes de calle, trabajadoras sexuales, consumidores y vendedores de droga. Es un método que viene del italiano Efrem Milanese, que parte del punto que lo único que podemos pretender es acompañar, pero no juzgar, ni siquiera condenar, ni mucho menos excluir a las personas que viven en esas situaciones difíciles y conflictivas. Por ahí tenemos que empezar nosotros también. Empezar a incluir, y cuando vemos que hay cosas que nos parece que hacen daño a la persona y a la comunidad, no juzgar sino acompañar y entre todos dar más aceptación, respeto y comprensión.

La Red Líder: ¿Cuáles diría que son esas influencias que han determinado su estilo y sus motivaciones de liderazgo?
Cyrillus Swinne: Mi abuelo materno que me ha influenciado mucho, pobre pero terco. Claro en sus principios, se oponía a todo tipo de injusticia contra los pobres, independiente y con una dignidad impresionante, y nunca se dejó vencer.
LRL: ¿Cuál es el origen regional de su familia?
CS: Soy del campo, de una región apartada de Holanda, una pequeña franja entre la frontera con Bélgica en la región de Flandes y el río de Schelde que nos separa del resto de Holanda. Soy orgullosamente flamenco.
LRL: ¿Cuáles fueron sus primeros rasgos o insinuaciones de liderazgo?
CS: En el seminario menor donde a pesar de que era pequeñito y flaco me tenían en cuenta en las actividades, las propuestas y donde siempre me sentía rodeado de amigos con quien compartir mis sueños.
LRL: ¿Cómo fue el proceso para encontrar su sentido de propósito, que es la única característica común entre los líderes?
CS: La clave es la autenticidad de la persona y esto no se aprende es algo que nace, que se tiene o no. Y por ser así, es fácil y rápido. Ocurre sin que uno se dé cuenta.
LRL ¿Cómo cree que maneja la inteligencia emocional?
CS: Las emociones son muy importantes y pueden ayudar mucho, siempre y cuando se aprenda a manejarlas en vez de que ellas lo manejen a uno, allí estás perdido.
LRL: ¿Qué adversidades ha tenido que superar?
CS: La pobreza en mi juventud siempre la he visto para mi desarrollo personal como una fuerza, una oportunidad. He aprendido a vivir con la pobreza, más no a aceptarla como justa. La pobreza me ha enseñado el valor y la fuerza de luchar, a valorar lo que se consigue y lo que se tiene a punto de sacrificio y esfuerzo.
LRL: ¿Cuál diría usted que es su diagnóstico y fórmula para impulsar proyectos que mejoren la calidad de vida de los habitantes más vulnerables de Barranquilla?
CS: El diagnóstico es que vivimos en un país muy rico y bendecido por Dios con toda su riqueza humana, natural y cultural, pero no lo aprovechamos porque dentro de esta realidad tan rica, hemos ido construyendo una sociedad muy injusta por la desigualdad entre pobres y ricos, y la enorme riqueza del país lamentablemente no está al servicio de todos sino de unos pocos.
Vivimos en un país con mucha falta del respeto por la dignidad de la persona, por la vida de la naturaleza y el medio ambiente. Vivimos en un país que así se autodestruye y no deja para el futuro.
La fórmula es la necesidad de una justa distribución de las riquezas del país. Debe haber un tope a la riqueza y un fondo a la pobreza. Uno de los mecanismos es la generación de empleos justamente remunerados.
LRL: ¿Y la meta?
CS: La meta es un país en paz con base en la justicia, la igualdad y la equidad. El respeto por la dignidad humana, la naturaleza, el medio ambiente.
LRL: ¿Cuáles son sus principales resultados en materia de liderazgo?
CS: He participado y liderado un proceso de desarrollo integral de un sector anteriormente marginado, estigmatizado, muchas veces desconocido y solamente en tiempos pre electorales visitado por los políticos en busca de votos, para después humillar a la gente tratándoles de mendigos y flojos. Lideramos este proceso de desarrollo integral de tal manera que este mismo sector ahora tiene voz cantante en el concierto de Barranquilla.
Ahora se conoce al barrio La Paz, se conoce al sur occidente, no solamente porque aportan muchos votos, sino porque hacemos propuestas válidas de cómo se maneja la salud, la educación, la atención al adulto mayor, un hogar para ancianos, una biblioteca popular, un centro de servicios a niños y adultos con discapacidad.
LRL: ¿Cuáles han sido los principales obstáculos que ha tenido que superar para desarrollar la iniciativa?
CS: La politiquería que se nutre y abusa de las necesidades de la gente por su condición de pobreza y miseria. Los políticos son los que menos interés tienen en el progreso de la comunidad porque se les quitaría la fuente de sus votos y de sus riquezas.
Los líderes falsos de la comunidad, que solamente tienen intereses personales y ganan protagonismo con el concepto: “divide y reina.” Son maestros de división y de destrucción de lo que otros han construido.
LRL: ¿Cuáles han sido los principales aliados?
CS: La comunidad organizada, la empresa privada, el sector público, las universidades, la prensa y “last but not least”, nuestro Dios de la vida.
LRL: ¿Cómo ha sido el liderazgo colectivo en su experiencia?
CS: Muy importante, el liderazgo no puede depender de una sola persona, porque desaparece la persona y el proceso queda estancado. Es este liderazgo colectivo el que ha hecho posible que nos respeten las autoridades y los políticos. Este liderazgo comunitario ha sido capaz de defender colectivamente los intereses de la comunidad.
LRL: ¿Cómo describiría la cultura de liderazgo del país?
CS: El liderazgo del país está demasiado concentrado y enfocado en personas, los caudillos. Es un liderazgo sectario, con vicios muy dañinos de sectarismo, nosotros somos los buenos, los demás son los malos.
LRL: ¿Cómo entiende un líder?
CS: Un buen líder es aquel que tiene un norte claro, relacionado con el bienestar de la comunidad. Es capaz de descubrir las cualidades y talentos de las personas y estimularlas para que las pongan al servicio de la comunidad. Cree en sus propias cualidades y las cualidades de los demás. Respeta profundamente a los demás, su forma de ser, de pensar e invita constantemente al diálogo.
Un líder no hace las cosas sino promueve que se hagan. No pretende saberlo todo, sino busca y encuentra siempre a alguien que sabe lo que el necesita saber. Es el que logra unir los esfuerzos de la comunidad, del sector público, del sector privado y la academia alrededor de un mismo propósito, que es el desarrollo integral de la comunidad. Es el que comprende que el éxito de un proyecto de desarrollo con la comunidad no depende prioramente del dinero, que se consigue, sino del respeto al proceso y sus etapas.
LRL: ¿Cuáles son sus líderes admirados?
CS: Nelson Mandela por su entrega incondicional por la causa de la equidad, la justicia, y su lucha contra el racismo.
Martin Luther King por su lucha por los derechos de la raza negra y su entrega a la causa de su sueño de la dignidad, la equidad y la libertad para todos, su lucha contra la esclavitud.
La Madre Teresa de Calcuta por su entrega incondicional a los pobres.
El Papa Francisco por liderar un proceso hacia una Iglesia comprometida con los pobres, siguiendo los pasos de Jesús y sus orientaciones para un mundo más justo y equitativo.
Alex Char por su empuje entusiasta de hacer de Barranquilla una ciudad próspera y con calidad de vida para todos. El presidente Juan Manuel Santos por su terca lucha para poner fin a esta guerra fratricida de más de 50 años entre los colombianos.
LRL: Y mirando hacia atrás, ¿cuál líder le atrae?
CS: Luis Carlos Galán.
LRL: Dentro de 20 años unos historiadores deciden estudiar este momento de la vida del país, a través de cinco líderes emblemáticos. ¿Qué cinco líderes escogería usted para estudiar?
CS: El Presidente Juan Manuel Santos, Maurice Armitage, Alex Char, María Roa Borja y Antanas Mockus.
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