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No es fácil encontrar armonía entre el sector privado y público, sin embargo, cuando se trata de favorecer sectores de bajos recursos por medio de la inclusión social, se pueden lograr buenos resultados trabajando con y desde ambos sectores. Bruce Mac Master, #TrendingLíder360º esta semana obra a favor de una mayor inclusión y el desarrollo económico del país.





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Reflexiones
El empresariado tiene un reto muy grande por delante: ¿decidir cómo quiere que la historia registre su participación en el proceso que eventualmente traiga la paz a Colombia? ¿Quiere asumir el papel de impulsor, de freno, de fiscalizador, de sabio de la tribu?
Históricamente el sector privado no ha sido muy activo y es importante que participe en este proceso. Además, es clave entender que los empresarios no son simplemente fuente de ingresos, son ciudadanos. Ellos también deben ser tenidos en cuenta al tomar decisiones en torno a las políticas públicas. Por ejemplo, para el sector privado es significativa la justicia transicional, la construcción de institucionalidad y el fortalecimiento de la justicia. El empresario debe tener, cada vez más, un rol de ciudadano, con derechos y deberes, que no solo es importante en temas económicos.
Y en el posconflicto ¿cuál va ser concretamente el papel del empresariado?
Este papel tiene dos ejes. En primer lugar, el papel del ciudadano, que se debe traducir en hechos que faciliten la reconciliación y la construcción de una nueva sociedad. El segundo eje es el económico. Aquí va la inclusión laboral de los desmovilizados, especialmente, la inclusión laboral y económica de las zonas que se van a integrar a la nueva Colombia. Hay una gran cantidad de zonas que estuvieron por años aisladas, los Llanos, la Amazonía, algunas partes en el Caribe y muchas otras. El reto del empresariado es hacer que esas zonas, sus habitantes y su institucionalidad se integren al resto del país. En esto el sector privado tiene gran importancia, generar trabajo, tecnología, dar acceso a los mercados, dar capacidad de innovación y financiamiento. Ese es el énfasis, inclusión en ambos ejes.
Usted es de los colombianos que ha estado tanto en el sector privado como en el público. ¿Considera que éstos se entienden bien? ¿Qué los empresarios comprenden las complejidades de los retos públicos? Y al revés ¿qué el sector público entiende la problemática de los privados?
“No, ese es uno de los grandes problemas que tiene Colombia. Los empresarios no entienden lo difícil que es el sector público, por su parte, el sector público no entiende lo difícil que es el sector privado. Una frase que digo con frecuencia es “nada le conviene más al sector privado que los gobiernos sean exitosos, nada le conviene más al sector público que el sector privado sea exitoso”. Usualmente se ven como adversarios, pero son complementarios.”
Por ejemplo, yo soy un defensor del papel del Congreso, a pesar de su desprestigio, porque este cumple un papel vital que no es correctamente interpretado por nuestra sociedad, y si no lo interpretamos bien, nunca podremos dar herramientas, ni tener el Congreso que todos soñamos. Es importante entender que somos engranajes de una misma sociedad.
Usted estuvo al frente del DPS, a la luz de las nuevas realidades fiscales y la maduración de los proyectos de transferencias condicionadas ¿considera que éstos deben mantenerse inalterados o que deben evolucionar?
Las transferencias condicionadas deben tener un proceso de monitoreo permanente, porque su objetivo es generar unos comportamientos virtuosos, así que siempre hay que saber si este objetivo se está logrando. Un diseño sirve para pasar de pobreza extrema a pobreza, de pobreza a ser vulnerable, de vulnerable a clase media. Otro diseño sirve para que la gente no caiga nuevamente en la pobreza. Otro sirve para que la segunda generación tenga un mejor bienestar. Así que este ejercicio se debe mantener, pero siendo dinámico. Cada dos o tres años estar haciendo evaluaciones para determinar el efecto de estos instrumentos, cómo está reaccionando la población, verificar si se está logrando el objetivo. La nueva realidad fiscal impone un ejercicio de priorización enorme y aunque tenemos muchas necesidades, si hay una necesidad que es indiscutible, es atender a la población más vulnerable.
Usted ejerció liderazgo en presionar por una reforma tributaria estructural cuando ya pocos creían que era posible después de tantos intentos fracasados. ¿Por qué cree que esta vez es posible? ¿No son los mismos empresarios los que presionando a favor de sus intereses económicos, cada uno jalando para su lado, los que hacen imposible sacar adelante una reforma realmente estructural? ¿Hay manera de que los empresarios se organicen y trabajen de forma unida?
Uno de los valores que tienen los gremios es que al unir a todos los empresarios no se representa el interés particular de alguno de ellos, si no que pasa a ser el sector privado, un agente de la sociedad, es decir, ciudadanos. Los gremios logran anteponer el beneficio general sobre el beneficio individual. Si le preguntan a un empresario cómo debe ser una reforma estructural, ese empresario va a tener la tendencia a decir cosas que le convienen. Cuando uno habla con el carácter de gremio, uno logra construir el interés grupal.
En torno a la reforma tributaria, hemos recibido señales muy fuertes del Presidente de la República, del Congreso, del Ministro de Hacienda, e incluso de entidades como la OSD, donde aseguran que es necesario tener una reforma tributaria estructural en este momento, ya que la evidencia muestra que tenemos un sistema desastroso desde el punto de vista tributario. Es válido recalcar que los tributos pueden ser fuente de competitividad o de destrucción de competitividad, y en Colombia están siendo destructivos. Si no somos competitivos no podemos hacer inversión social. Nuestra tarea es que se haga, se haga bien y que los intereses particulares no influyan.
¿Cómo entiende el liderazgo que debe ejercer desde la ANDI? ¿Defendiendo los intereses de sus afiliados exclusivamente, o buscando que el empresariado concilie sus expectativas con los intereses del resto de la sociedad?
Es importante que los gremios se transformen en órganos de construcción del bien común, del interés general, e incluso de la memoria. Nuestros objetivos están enfocados en ser competitivos, ser responsables, ser sostenibles ambientalmente, aportándole a la sostenibilidad social, a la innovación y al emprendimiento. Así representamos intereses generales.
¿Qué opina del modelo de “empresario social” que representa el alcalde electo de Cali Maurice Armitage? ¿Cree que es una salida para resolver la incapacidad de gerencia de los políticos y la ausencia de comprensión de lo social de los empresarios, que tanto ha afectado las administraciones locales? ¿Sí hay suficientes “empresarios sociales”, que como Armitage impulsen y practiquen tesis redistributivas?
Es muy interesante el modelo de Armitage. Primero por ser víctima de conflicto y ser un gran defensor del proceso de paz. También por ser un empresario, que está en lo privado y quiere aportar a lo público. En cierta forma, es lo que yo hice cuando entré al gobierno. Todos los ciudadanos tenemos una responsabilidad, si uno siente que la responsabilidad va más allá de ejercer bien su labor, aplaudo estas iniciativas.
¿Qué papel juegan los gremios en la sociedad colombiana?
Revisando la historia, frecuentemente cuando el Estado se encuentra con gremios que no hacen o dicen lo que el gobierno quiere, los suelen deslegitimar. Esto es muy interesante porque en este caso lo gobiernos no son respetuosos de la institucionalidad, ya que intentan quitarle legitimidad a la institucionalidad de los gremios. El liderazgo de los líderes de los gremios es muy importante, ya que es la herramienta para superar este tipo de obstáculos.
Entorno del líder
Todo liderazgo surge de unas influencias en la vida: personales, intelectuales, vivenciales, de todo tipo. ¿Cuáles diría usted que son esas influencias que han determinado su estilo y sus motivaciones de liderazgo?
Mi padre tenía un corte social muy marcado era un filósofo autodidacta. En la universidad estudié economía, que bien vista es una ciencia social que identifica cómo las fuerzas de los mercados trabajan en favor de la población y del beneficio común. Dentro de la carrera también influyeron varios profesores que me enseñaron mucho.
La confianza en sí mismo es fundamental para el liderazgo. ¿De dónde proviene su confianza en sí mismo?
De ser transparente. Si la gente sabe quien eres tu y cómo eres, tu no te pones nervioso frente a nada. También de estudiar, entender, de proponer y ser ingenioso. Y es muy valioso el convencimiento de lo que uno hace, creer que uno puede ser un factor de cambio.
Las adversidades ayudan a formar el carácter y la personalidad del líder. ¿Qué adversidades ha tenido que superar?
Todos tenemos una vida personal. La gente cree que porque tengo nombre extranjero y ojos claros vengo de una familia pudiente, pero mi familia es de clase media, con recursos muy modestos. En algún momento no pudieron seguir pagándome la universidad, tuve que salirme y trabajar. No fue un drama, fue saber que las cosas hay que ganárselas, son difíciles.
¿Cuál es el origen regional de su familia?
De la costa. En el siglo XIX llegaron como diplomáticos norteamericanos a Cartagena.
¿Cuáles fueron sus primeros rasgos, actos, o insinuaciones de liderazgo?
Desde el colegio cuando intentaba presidir los consejos estudiantiles y en la universidad cuando iba como representante de los estudiantes a los congresos de los partidos políticos.
¿Cuáles habilidades han facilitado su liderazgo?
La espontaneidad. No me inhibe decir algo que siento que es razonable, incluso si sé que no será bien recibido. Siempre expresándose bien y de forma clara.
¿Considera que maneja bien las emociones y la inteligencia emocional?
Si, cuando se quiere ser un constructor de diálogo hay que aceptar a veces las agresiones que se producen en Colombia. Cuando uno está en el gobierno, le dicen ladrón, politiquero. Hay que saber aceptar este tipo de cosas y manejar las emociones. Para eso es necesario identificar las cosas importantes y pasar la página.
Iniciativa de liderazgo
Una visión de liderazgo tiene un diagnóstico de la situación a intervenir, una meta hacia a dónde ir y una fórmula para lograrlo. ¿Cuál diría usted que es su diagnóstico, fórmula y meta?
La inclusión y el desarrollo económico de los colombianos es un reto fundamental para el país y por ende no debe dejarse solo al Estado. El objetivo es lograr que el sector empresarial aporte de forma efectiva al mejoramiento del desarrollo económico y la inclusión. Se puede lograr consiguiendo que el sector privado invierta en zonas con una situación económica precaria. Además, apoyando el trabajo de organizaciones que velen por la igualdad y la equidad social.
¿Cuál es el ejemplo que usted le da a sus seguidores? Y ¿cómo encarna con su ejemplo los valores de su visión?
Desde todos los sitios en los que he trabajado, siempre he luchado por tener una sociedad más equitativa e incluyente. Además, intento dar ejemplo debatiendo y discutiendo de forma civilizada y clara, pero sobre todo siendo consistente y coherente con mis convicciones
¿Cuáles son sus principales resultados en materia de liderazgo?
Desde Hacienda, el DPS y ahora desde la ANDI, me he enfocado en luchar contra la pobreza. Mientras estuve en el DPS los programas de inclusión social fueron muy exitosos. También, resalto el trabajo que he hecho para crear escenarios de reconciliación y de debate.
¿En qué consiste su iniciativa de liderazgo?
En incentivar al sector privado para que sea un agente de cambio, un ciudadano activo dentro de esta sociedad que tanto lo necesita, un agente de cambio.
¿De dónde surge o qué lo llevó a iniciarla?
Tengo la idea de que como ciudadanos no solo tenemos derechos, si no que también tenemos una responsabilidad frente a la sociedad.
¿Qué es lo distintivo de su iniciativa?
El enfoque en la inclusión y el desarrollo económico.
¿Cuál ha sido el principal aporte?
La lucha contra la pobreza. El trabajo por la reparación y reconciliación de las víctimas y la búsqueda de una construcción de una sociedad más igualitaria. También, la construcción de escenarios de reconciliación y de debate. En un país tan polarizado como Colombia es importante que los problemas se puedan conversar civilizadamente.
Visión de liderazgo
¿A qué personas de la vida pública le reconoce usted liderazgo? Y mirando hacia atrás, pensando en líderes colombianos ¿cuál le atrae?
Me atraen mucho los ex presidentes López Michelsen, César Gaviria, Lleras Restrepo, Lleras Camargo, López Pumarejo y sin duda Luis Carlos Galán y Gabo.
Hablemos de la cultura de liderazgo en el país. ¿Usted cómo describiría la cultura de liderazgo del país?
Se está construyendo un nuevo liderazgo, de gente que comprende el rol del ciudadano. Entendiendo a esta figura como alguien capaz, que debe actuar, ser dinámico. Falta mucho pero hay una camada muy buena, que no persiguen egos ni aspiraciones políticas. Desde el sector privado y la academia hay muchos líderes. Cada vez hay más líderes que no son políticos, rompiendo el esquema convencional.
Dentro de 20 años unos historiadores deciden estudiar este momento de la vida del país, a través de cinco líderes emblemáticos. ¿Qué cinco líderes escogería usted para estudiar?
El presidente Juan Manuel Santos y el ex presidente Álvaro Uribe. Son dos personas bien intencionadas, que no han podido entenderse y que, sin duda, han jugado un papel primordial. El ex presidente Cesar Gaviria, quien es un gran lector de la situación del país. Humberto de La Calle también es una figura importante. Y muy interesante fue la visión de Alvaro Gómez a pesar de estar en orilla ideológica opuesta a mi.
Ronald Heifetz sostiene que liderar es vivir peligrosamente. Porque el liderazgo tiene un lado no glamuroso, del que poco se habla: genera que otros se opongan a la iniciativa de liderazgo llegando incluso a buscar detener al líder. Esto ocurre porque el liderazgo transformador genera cambios y “pérdidas” para la gente desequilibrando el statu quo.
Cuando se decide sacar una causa adelante, es seguro que uno va a ser atacado. Lo que resulta sorprendente es la magnitud del ataque. Por bien intencionado que sea el líder, siempre va a ser atacado, por eso es necesario ser arriesgado y determinar qué es importante.
¿Cree que dado el contexto apropiado, cualquiera puede ser líder?
Si. Depende de la personalidad, hay gente que no aguanta la exposición, la crítica o la presión. Si se superan esos temas psicológicos en el contexto apropiado cualquiera puede ser líder.