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Con tres años de operación el mercado, chocolates Lök es una gran apuesta por el cacao colombiano. Esta semana hicimos nuestro #TrendingLíder con Alberto Henao, uno de los socios fundadores.

Foto: Lök

Red Líder: ¿Por qué el nombre de Lök?

Alberto Henao: Queríamos un nombre corto que tuviera impacto en Colombia, pero también por fuera. Es un término indígena que significa de adentro para afuera y aquí lo convertimos en el eslogan de la compañía: “De Colombia para el mundo”.

R.L: ¿En qué consiste la iniciativa de liderazgo de Lök?

A.H: Uno de los factores de liderazgo era cómo aprovechar una de las mejores materias primas colombianas que es el cacao. En las décadas del sesenta, el setenta e incluso a principios de los ochenta los colombianos nos tomábamos el chocolate y toda la producción a nivel nacional la consumíamos internamente. Cuando empezaron a cambiar las costumbres y cuando la gente empezó a consumir menos chocolate porque les caía pesado, aunque esto se debe más a la leche y a la cantidad de azúcar, empezamos a tener un excedente de producción de cacao y nos empezamos a notar en el mercado internacional. Tenemos un cacao de alta gama denominado cacao fino de aroma. El 8% de la producción mundial es de estas variedades. Hoy en día Colombia lo tiene muy bien posicionado.

Al mismo tiempo, Venezuela entró en su crisis actual y expropió las fincas cacaoteras y Colombia entró a suplir el primer puesto de esta variedad de cacaos finos de aroma. Hoy en día Francia, Bélgica y otros países vienen a comprar nuestros cacaos. Tuvimos entonces la disyuntiva de cómo seguir potencializando nuestro cacao, pero con valor agregado. Cómo desarrollar una marca que pudiera competir a nivel mundial en chocolatería. Y ahí fue cuando nosotros arrancamos con Lök.

Ya teníamos entonces el mejor chocolate posible y ahí entramos a ver cómo podíamos comenzar a incentivar las siembras, los cultivos, todo el proceso de las alianzas que hacemos en Arauca y en Tumaco para la compra y poder salir a competir con el mercado internacional. Sumado a eso, ya hemos hecho mucho en sellos de certificación. Somos kosher, somos veganos, somos orgánicos, todos nuestros empaques son 100% reciclables. Ha sido como una tendencia en la cual ojalá podamos seguir creciendo y compitiendo en los mercados internacionales.

R.L: ¿De dónde surge o qué los llevó a iniciarla?

A.H: Mi socia María Carolina Angulo, quien tenía doce años de experiencia en el mercado del chocolate, y yo, que estaba en el mercado del café, siempre que íbamos a las ferias internacionales, ella vendiendo cacao y yo café. Dijimos entonces, cambiemos el esquema y construyamos una marca y empecemos a exportar chocolate. Duramos dos años hablando de eso, madurando la idea y ahí fue cuando nos lanzamos al agua y arrancamos con la iniciativa.

Lök tiene tres líneas de negocio. La primera y más fuerte es la chocolatería; la segunda es una línea de café de Chinchina, Caldas, el cual tiene una nota muy agradable por los cultivos de cacao aledaños; y tenemos una planta de extracción de coco traído de Tumaco, en donde lo procesamos y prensamos y hacemos aceite frío, orgánico y extravirgen.

Durante los años setenta y ochenta en el Eje Cafetero hubo una caída en los precios del cacao y ahí fue cuando comenzó la bonanza cafetera. El cacao se ha ido recuperando poco a poco y hoy es un cultivo de paz, donde el fruto se está pagando a muy buen precio y se está creando conciencia de sembrar cacao y no coca. Nosotros tenemos ahorita una alianza con la Fundación Alcaraván, que es de la Oxy y de Ecopetrol. Con ellos montamos un programa de chocolate con la idea de impactar a más de 1.200 familias, tanto en siembra como en poscosecha y transformación. Está además la barra que vamos a lanzar con ellos que se llama la Barra de la Alianza.

Foto: Lök

R.L: ¿Cómo han desarrollado la iniciativa?

A.H: Es un trabajo de todos los días. Oímos a todo el mundo y oímos propuestas, pero somos sobre todo grandes ejecutores. Uno de los desafíos era entender cómo llegar más seguro a la compra del cacao. En Tumaco y en Arauca también compran los grandes jugadores mundiales y nacionales, y ahí el problema es que éramos muy chiquitos y no tenían el volumen.

Una de las iniciativas era cómo devolvernos en la cadena y buscar el inicio de todo el proceso que es la finca. En esos momentos nos juntamos los grandes socios de la alianza y con ellos hemos trabajado todo un tema de la escogencia de fincas, de los clones que queremos comprar, de la selección manual del grano, de los incentivos, para que cuando procesemos el chocolate sea el mejor chocolate posible que podamos hacer.

R.L: ¿Cuáles son las realizaciones y resultados?

A.H: Nosotros ya tenemos 48 productos en el portafolio. También tenemos muy buenos aliados que nos han hecho unas vitrinas grandísimas. Y las tiendas chiquitas en donde nos atienden los dueños, que nos quieren, que entienden cuál es el valor agregado de nuestro chocolate. Esto ha sido perfecto para el tema de crecimiento.

R.L:  En cuanto al impacto social, ¿qué resultados han visto?

A.H: Tenemos 1.200 familias cacaoteras beneficiadas. Pagamos una prima de 8.000 pesos por encima del promedio.

Foto: Lök

R.L:  ¿Por qué la iniciativa es positiva para el país?

A.H: Yo creo que en Colombia hay que darle un “resignificado” al campo, que realmente busquemos cómo darle una nueva cara, de manera que la gente quiera volver a trabajar en el campo, que no piense que ser campesino es malo. Buscar cultivos, todo lo que es nuestro, explotarlo bien. El cacao es una de las grandes formas de trabajar el campo y además es un cultivo de sustitución.  

R.L:  ¿Cuáles han sido los principales aliados?

A.H: Éxito, Alpina, la Fundación Alcaraván han sido grandes aliados. También nos ha ayudado Procolombia en las macrorruedas, y la Embajada en Washington cuando estaba Pinzón. Están también todas las vitrinas que nos dejan exhibir nuestro producto, como Tostao y Gastronomy Market, en donde hacemos catas, degustaciones y demostraciones.

R.L:  ¿Cuál es el valor agregado o lo que diferencia a Lök de otros chocolates?

A.H: Uno, que lo hacemos con más amor que cualquiera. Dos, yo creo que los cacaos que escogemos de Tumaco y Arauca son espectaculares. Por ejemplo, la mitad del cacao europeo lo compran en África y vienen a Suramérica y a Centroamérica a comprar ese cacao fino de aroma y lo mezclan. Y le dan un poquito más de sabor y de tendencia, pero realmente es un cacao muy ácido y muy fuerte en el fondo. Uno prueba uno colombiano o suramericano, y es mucho más floral y frutal y menos astringente. Creo que ese ha sido uno de los factores que hace que cuando la gente prueba un 70% nuestro, no lo sienta ni pesado ni amargo. Uno de los retos es buscar nuestros buenos cacaos y seguir defendiendo los clones que tenemos nosotros en el país.

Foto: Lök

R.L:  Las políticas de protección y preservación ambiental así como de una producción limpia y unas buenas prácticas agrícolas son una gran apuesta de Lök para la sostenibilidad de esta industria. Háblenos un poco de eso.

A.H: Hay que empezar desde el campo. Por ejemplo, en Colombia pasa algo muy curioso y es que la mayoría de las fincas en donde llegamos a comprar cacao son pequeñas parcelas, pequeñas unidades productivas que tienen sus vacas, su plátano, su yuquita y tienen dos o tres matas de cacao. Eso es en Arauca. En Tumaco, muchos ya tienen más de 10 o 20 árboles, y ya saben dónde están esos árboles en la selva, y cuando necesitan plata, van, cogen el costal, suben y recogen árboles silvestres. En este cacao silvestre no hay fumigación. Mucha gente nos dice que no es cacao orgánico. No, no tenemos los certificados orgánicos, porque además certificar a casi 1.200 fincas es muy complicado y el costo es altísimo. Pero cuando hacemos los exámenes de laboratorio, sale orgánico. Porque ellos no fumigan nada en su unidad productiva. Eso es un esquema bueno para nosotros y ojalá cuando los negocios vayan creciendo y tecnificándose no pierdan esas buenas costumbres. Que seamos como un Ecuador que tiene casi el 80% del país certificado en cacaos orgánicos.

En la parte industrial, el industrial tiene muchas responsabilidades, tanto desde la generación de empleo, los sueldos y el trabajo dignos, como con que los valores agregados realmente se cumplan. Que el chocolate sea realmente chocolate, que empecemos a tener una especie.  

En la parte de responsabilidad, el tema es que no importa lo que produzcamos si eso no tiene mercado. Todas las reformas agrícolas en Colombia han tenido ese problema. Se hacen iniciativas muy grandes de plantaciones, pero no se buscan mercados y la gente se queda con todo el producto.

R.L:  ¿Ustedes están exportando al exterior? ¿Ya tienen ustedes cifras relevantes?

A.H: Exportamos ya a seis países. Estamos en Japón, Italia, Alemania, Inglaterra, Chile y Canadá. Todo está tejido alrededor de los distribuidores. Llevamos tres años en operación y ya pasamos casi la barrera de los 2 millones de dólares en ventas afuera y seguimos creciendo y buscando más mercados. Lo que más queremos hoy en día es llegar a Estados Unidos.

R.L:  ¿Cree que ya hay una recordación, que la gente ya empieza saber por fuera qué es Lök?

A.H: Todavía no. Pero por ejemplo, en México creo que ya hay mucha más gente que nos sigue en nuestras redes sociales. En Japón también. Vemos gente en Facebook y en Instagram siguiéndonos. Después de Colombia, México es el segundo país con más seguidores.

R.L:  ¿Cómo ve el futuro de Lók?

A.H: A pesar de que hay mucha incertidumbre y pesimismo, Colombia sigue creciendo. En enero, que usualmente es un mes duro, a nosotros nos fue muy bien. Fue el mejor enero que hemos tenido. Creo que sigue habiendo consumo en las calles. Esperemos que todo el año siga así.           

INFORMACIÓN DEL LÍDER –

Creador(es) o fundador(es) de Lök

María Carolina Angulo y Alberto Henao.

¿Actividades profesionales (actuales)?

Los dos somos administradores de empresas. Yo del Cesa y Carolina de la Universidad de la Sabana. Ella tiene una maestría en finanzas y es master chocolatier de la Universidad de Ghent en Bélgica. Conoce el chocolate como nadie. Las recetas y los sabores son de ella.

¿Grupos/asociaciones a las que pertenecen?

El gremio de los chocolates en Colombia es muy difícil porque se trata de una competencia pero para hacerse daño, no para trabajar en equipo. De Lök nació una iniciativa de gremio de chocolateros para hacer un salón del chocolate. Hicimos uno primero en Hacienda Santa Bárbara, después hicimos un evento cada año. Pero la gente sintió que había mucha competencia. Se terminó desagregando. Hay que hacerle uno y el que va llegando que se sume.

Foto: Lök

¿Redes sociales?

Instagram: lok_foods

Facebook: @lokfoods

Twitter: @lokfoods

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