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La Red Líder hace un perfil póstumo a Miguel Alejandro Rodríguez, el Ser Pilo Paga de Quibdó, que murió el 26 de julio, en la “trocha de la muerte”, un tramo de la carretera Quibdó Medellín.

Miguel Alejandro Rodríguez era un estudiante de economía de la Universidad de los Andes, nacido en Quibdó, Chocó, y quien obtuvo el mejor puntaje en el departamento en la prueba Saber 11 que aplica el ICFES a los bachilleres. También era uno de los pilos, del programa Ser Pilo Paga y durante los tres semestres que cursó se destacó como líder. Era monitor, tutor, promotor de varias iniciativas hasta que hace dos semanas, cuando venía de regreso a Bogotá después de vacaciones, el carro en el que iba cayó en un abismo en Carmen de Atrato, en la “carretera” Quibdó-Medellín y murió junto a tres personas más.  La Red Líder habló con su mamá, Dary Barajas, con amigos cercanos como Juan Manuel Palacio, Juan Felipe Córdoba, Andrés Mosquera, su compañera de Semillero del Pacífico, Camila Silva, Juan Camilo Cárdenas, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes y Paula Moreno, directora de Manos Visibles para elaborar este perfil de un liderazgo truncado.

Miguel Alejandro Rodríguez en la Universidad de los Andes con lo recolectado para los damnificados del Chocó

LRL: ¿Cómo describirían el liderazgo de Miguel Alejandro Rodríguez?

Juan Camilo Cárdenas (decano): Miguel tuvo un liderazgo derivado de una energía positiva que irradiaba desde el primer momento. Invitaba a acercarse a él para trabajar en conjunto.

Andrés Mosquera (amigo): Miguel es un joven ejemplo. Es un joven referente para otros jóvenes, en especial por su corta edad y querer siempre liderar el cambio. Es un ejemplo para el departamento y para la ciudad.

Camila Silva (amiga): Es inspirador. Miguel le metía mucho positivismo a todo lo que hacía, cualquier tipo de proyecto, académico o no. Hasta las fiestas eran un proyecto para él. Era muy organizado.

Paula Moreno (Manos Visibles): Representa a esa nueva generación del Pacífico, que sin duda lo que quiere es formarse para generar transformación. Para eso buscan las mejores oportunidades de formación para ser un agente de cambio en la región.

Jóvenes como él, si no fuera por ciertas oportunidades, no tendrían esa posibilidad de participar en temas que definen el futuro del país, como lo son muchos de los temas de economía, administración y tecnología, donde además no hay una oferta en la región.

Miguel Alejandro es ese símbolo de los talentos que han tenido oportunidades como Ser Pilo Paga.

Un talento comprometido con generar transformación. Por eso fue parte del Semillero del Pacífico. Fue tutor de la Escuela de Economía del Pacífico y fue uno de los primeros chocoanos que tiene acceso a la Facultad de Economía de los Andes.

LRL: ¿Qué representa la muerte de Miguel en la carretera Quibdó- Medellín? 

Paula Moreno (Manos Visibles): Miguel se mató en la trocha de la muerte, donde cientos de chocoanos se han matado, porque la vía no está terminada. Preguntémonos cuántos talentos se están matando en una forma tan absurda.

Las movilizaciones de los chocoanos no son ganas de molestar y la gente no está indignada en el Pacífico porque sí. Es porque hay muchos migueles que se están muriendo y desperdiciando su vida por no tener condiciones básicas. No solamente en el tema de infraestructura, sino en el tema de hospitales y de calidad de los servicios públicos.

Todos creemos que no es justo. ¿Cuántos talentos estamos perdiendo? ¿cuántos dolores le estamos generando a una región? Es un Pacífico que está reclamando lo básico, para no morir en este tipo de condiciones.

Miguel Alejandro Rodríguez en recolecta para el Chocó desde los andes.

Miguel Alejandro Rodríguez (Q.E.P.D) Foto: Juan Cámilo Cárdenas

LRL: ¿Cómo describirían la visión de Miguel?

Juan Camilo Cárdenas (decano): La de un muchacho que llega al contexto de una universidad que tiene una población afrodescendiente ínfima, y pedía que le diera un trato diferencial, pero no un trato diferencial condescendiente sino de exigirle más porque quería trabajar por el Pacífico.

En su artículo “Ser negro” publicado en el Semillero del Pacífico dice:

“Por último, quiero expresar que yo tengo un sueño, el mismo que tuvo Martin Luther King, que se basa en la igualdad, justicia y libertad de las étnias. Sueño un mundo en el que puedan llamar a un negro por su nombre y no por palabras que se refieran a su color de piel; donde no sea necesario utilizar los colores para distinguir a alguien de los demás; donde se aprecien las características culturales de las etnias; donde no sea un prejuicio la práctica de distintas creencias; donde no se relacionen los colores de piel con todos los atributos malos que tenga la raza humana; donde no sea necesario que yo tenga que escribir este texto, o que ya no hayan publicidad ni políticas antirracistas, porque simplemente ya no existirá”.

Eso era lo que él quería desde el primer día, y él se metió al Semillero del Pacífico a trabajar conmigo y con otro grupo de estudiantes, varios del Pacífico.

LRL: ¿Cuál fue el legado de Miguel?

Juan Camilo Cárdenas (decano): Miguel dejó lecciones de que a pesar de la juventud y a pesar de lo temprano se podía tener una actitud positiva y proactiva para tratar de resolver los problemas.

Uno de los grandes legados de Miguel es la evidencia de que el país tiene una deuda muy grande con el Pacífico y con la gente negra. Todo el tiempo estaba consciente de eso. Pero en vez de lamentarse y quejarse, lo que quería era trabajar para resolverlo y hacerlo desde el liderazgo. No desde reclamar y pedir, sino de acturar, formarse, estudiar, investigar y trabajar por los problemas de la región.

El legado grande es que vuelve a visibilizar un problema estructural que hay en el país. También visibiliza que los liderazgos jóvenes de esa región tienen que salir de allá y no seguir pidiendo favores. Por el contrario, es un liderazgo que propone crear unas mejores reglas de juego, más justas, entre lo que pasa en el Pacífico y lo que pasa acá.

Miguel Alejandro Rodríguez. Foto: Camila Silva

Miguel Alejandro Rodríguez (Q.E.P.D)de azul con sus compañeros de Semillero del Pacífico.

LRL: ¿En qué entorno conocieron a Miguel y qué aprendieron de él?

Juan Camilo Cárdenas (decano): Fue estudiante mío en la primera clase que tuvo: Introducción a microeconomía, en 2016. En un grupo de 80 muchachos, todos primíparos, me di cuenta cuál era su capacidad para irradiar alegría, bondad, pensamiento crítico, generosidad y ganas de cuestionarse las cosas.

Siempre hago un experimento económico para explicar cómo funciona el mercado. Miguel no dudó ni un segundo en pararse delante de otros 80 estudiantes uniandinos y manifestar su inconformidad porque el mercado no estaba funcionando bien, porque estaba generando problemas ambientales. Se paró delante de todos y dijo ‘nosotros deberíamos estar haciendo algo por arreglar el problema ambiental que está sucediendo acá’.

Miguel escribió un correo en el que me decía: ‘Quisiera que usted fuera una clase de tutor para mi. Si alguna vez usted califica los parciales me gustaría que me calificara con mayor rigurosidad, y me diera algunos consejos o temas importantes para el estudio de la economía. Enséñeme y directamente estará aportando al Pacífico’.”

Camila Silva (amiga): Lo conocí en el Semillero, pero donde más compartí con él fue en Quibdó. Con él organizamos para que dos personas de la universidad fueran al Chocó a conocer. Los llevamos a Tadó y compartimos con la familia de Miguel.

Juan Felipe Córdoba (amigo): A Miguel lo conocí en el grado 10 del colegio. Miguel es una persona que siempre estaba motivando a sus compañeros a lograr grandes cosas, siempre fue un apoyo incondicional hacía sus amigos y compañeros, siempre  pendiente de que la gente aprendiera y generara conciencia sobre los temas importantes que pasan en nuestro departamento.

Andrés Mosquera (amigo): Hace diez años se inició una iniciativa que se llama Enamórate del Chocó, la cual se encarga de cambiar la imagen o la percepción de lo que es el departamento a través de la fotografía. Conozco a Miguel porque él hizo parte. Desde ahí nos hicimos amigos.

Me llamaba muy tarde en la noche a decirme: ‘quiero hacer una exposición entonces vamos a mostrar tus fotos’. Teníamos el mismo lenguaje porque él quería mostrar que en el Chocó sí era posible hacer cosas buenas y era posible poder trabajar por la región.

La última imagen que le hice a Miguel fue una de un desfile, donde él salió en primera fila.

Juan Manuel Palacio (amigo): Conozco a Miguel desde muy pequeño. Migue era uno de los referentes del Semillero. Convocó a muchas personas que les interesaba el tema del Pacífico. A través de Migue yo me involucré en el tema del Semillero. Desde ahí identifico su liderazgo.

LRL: ¿Qué resultados destacarían del liderazgo de Miguel?

Juan Camilo Cárdenas (decano): “En el primer día de clases tuvo un liderazgo impresionante. Cuando hubo las inundaciones, hace un año, en Quibdó Miguel fue de los que inmediatamente lideró. Se encargó con otros compañeros de recoger todas las cajas, montarlas al camión y montarse en el camión.

Hay una foto que le tomé asomándose por la rendija de la carpa de atrás del camión, en el que se asoma absolutamente feliz de haber cargado un camión lleno de donaciones para llevar a Chocó.

Camila Silva (amiga): Logró entrar a los Andes. Académicamente era muyo bueno. Socialmente también. No le importaba si era de los Andes o no. Tenía clarísimo lo que quería hacer en su vida.

Eso era una parte de ese sueño grande. Si alguna vez tuvo alguna dificultad por discriminación, la enfrentó con madurez. El dijo ‘es parte de esto y no me va a restar la experiencia que tengo acá’. Se volvió como una bandera para nosotros. Miguel nos unió con mucha fuerza. Miguel nos alineó.

Miguel Alejandro Rodríguez. Foto: Enamorate del Chocó

Miguel Alejandro Rodríguez (Q.E.P.D) Foto: Enamórate del CHocó

LRL: ¿Cuál era la formula del liderazgo de Miguel?

Andrés Mosquera (amigo): Reclutar. La alegría de él reclutaba al resto de los compañeros. Un ejemplo de eso es que en Semillero todos estaban enamorados del Chocó, todos tenían ganas de ir a conocerlo.

LRL: ¿Qué le iba a retribuir a su región con su liderazgo?

Dary Barajas (mamá): Miguel consideraba que el Pacífico necesitaba otros modelos. Nuestras condiciones topográficas, de ubicación estratégica y la misma idiosincrasia así lo requerían. Decía que a futuro le gustaría poder organizar otros modelos para su región.

Consideraba de suma importancia las relaciones económicas con otros países, como los asiáticos, en especial China. Decía que no nos podíamos quedar únicamente en tener muchos recursos naturales sin la explotación y comercialización para el beneficio de su misma región.

Estaba en contra de la extracción de recursos naturales de la región sin ninguna restricción. Por ejemplo, él se aterraba cuando veía el Río Atrato amarillo por culpa de la extracción minera. Le aterraba mirar el paisaje cuando había extracción de madera que terminaban en otras latitudes.

Juan Felipe Córdoba (amigo): Miguel quería retribuir a su región desde 11º. Él no tenía claro qué estudiar, pero en diciembre de 2015 escribió una carta a Los Andes diciendo que el quería entrar a economía. Desde ahí me empezó a decir que había ingresado al Semillero, que había conocido a grandes personas en la Universidad. Cada vez que iba conociendo más gente le iban creciendo las ganas de aportar todo ese conocimiento al departamento.”

Miguel Alejandro Rodríguez y Camila Silva

Miguel Alejandro Rodríguez (Q.E.P.D) y Camila Silva

LRL: ¿Cómo describiría el liderazgo académico de Miguel?

Dary Barajas (mamá): Miguel siempre se distinguió por su sentido de responsabilidad y liderazgo en cada cosa que emprendía en su vida

A los 10 años, en el 2009, por elección de sus compañeros se convirtió en el personero de la institución educativa donde hacía sus estudios de primaria. Trabajó, entre otras cosas, por los derechos de los niños y niñas y el apoyo en actividades recreativas y deportivas. Siempre en sus estudios obtuvo el primer puesto.

A la edad de 11 años inició sus estudios de bachillerato. Cuando cursaba noveno, se hizo merecedor de una beca por dos años, otorgada por la Embajada Americana y el Colombo Americano, para estudiar inglés.

Ocupó el cuarto puesto a nivel nacional en un concurso de Colciencias que se llamaba desafío de la ciencia. En ese mismo año, participó en el programa 2600 metros más cerca de las estrellas. Luego en 2015, obtuvo la distinción como mejor campista en el campamento que organiza la embajada de Estados Unidos.

En 2015 se graduó como mejor bachiller del Chocó por haber obtenido el mejor promedio de la institución, la mejor prueba Saber 11 y la mejor prueba Supérate Chocó.

A los 16 años tenía claro que quería estudiar, y se decidió por Los Andes porque pensaba que debía que aprovechar muy bien su beca de Ser Pilo Paga.

LRL:¿Cómo describiría el liderazgo de Miguel en su entorno con sus familiares y amigos?

Dary Barajas (mamá): Realmente para sus amigos, así como para su familia, ha sido un golpe muy duro. Precisamente por todas sus iniciativas.

Por ejemplo, organizó un grupo que llamaba ‘mi granito de arena’. Ayudaba a sus amigos y conocidos económicamente y a orientarse en Bogotá. Lo hacía con los recursos que obtenía de la beca Ser Pilo Paga. Compartía los recursos que esa beca le otorgaba con sus compañeros y conocidos en Bogotá.

Juan Manuel Palacio (amigo): “El liderazgo de Migue no era solo en lo académico, sino en todo. No solo para mi, sino para mucha gente, era un referente en el tema académico, profesional y personal. Era una persona que estaba siempre alegre. Siempre sonreía. Todo el tiempo corriendo de arriba para abajo. Migue estaba en todo.”

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Homenaje al promisorio alumno fallecido recientemente.

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