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“No hay ningún dilema entre desarrollo y biodiversidad”: Brigitte Baptiste #TrendingLíder

Brigitte Baptiste, la directora del Instituto Humboldt, está a punto de lanzar el “Plan de Acción de Biodiversidad en Colombia”, una propuesta a 10 años de lo que debe hacer Colombia para cuidar su mayor riqueza.

Brigitte Baptiste - #TrendingLíder - Red Líder

¿Qué es exactamente la biodiversidad?

La biodiversidad son todas las expresiones biológicas en el territorio, todas las expresiones de vida que existen en el territorio.  Pueden ser micro organismos, flora, fauna, animales, plantas y su relación con el suelo, el agua y el espacio.

¿Y por qué es importante para un país proteger su biodiversidad?

Porque es la base de los servicios ecológicos de los cuales depende la economía, de los cuales depende cualquier modelo de desarrollo, en particular el nuestro.

¿En qué forma depende el modelo de desarrollo de eso?

Toda la agricultura nuestra depende de que el suelo sea sano, depende de que haya regulación hidrológica, depende de que haya ciclado de nutrientes, nitrógeno, fósforo moviéndose a través del suelo. Depende de que haya polinización, depende de que haya control de plagas o estabilidad digamos entre bichos y si eso se pierde, cualquier cosas de esas que regula la biodiversidad, cuesta plata.

Entonces un país que tiene toda la biodiversidad del mundo debería poner la biodiversidad a trabajar a su favor y no pelear contra ella.

Pero pareciera que todos los ejes de desarrollo en Colombia pelearan contra ella, por ejemplo, la minería o la agricultura ¿Dentro del plan de acción, por ejemplo, cómo cambia el rol de la minería frente a la biodiversidad?

En gran medida reconociendo primero qué servicios ecológicos le son propicios a la economía del sector, en la minería puede ser perfectamente la acumulación de residuos.

La minería es una actividad independiente pero la biodiversidad puede ayudar a concentrar contaminantes, por ejemplo lagunas de oxidación, procesar materia orgánica o materia procesada.

¿Poner en práctica este plan de acción que ustedes han diseñado, no implicaría cambiar un poco la dirección del desarrollo en Colombia?

A mediano plazo sí. Porque todos los recursos no renovables indudablemente van a ir dejando de ser importantes, económicamente hablando. Y tenemos que ir reemplazando ese capital no renovable, por capital biológico que ya está instalado.

Necesitamos, cuando menos, que esa economía no biológica que hemos construido deje de destruir la base natural que dentro de 50 años vamos a extrañar terriblemente.

Este es el principio de sostenibilidad: si no la aprovechamos bien por lo menos no la deterioremos.

¿Cuáles son los objetivos centrales del Plan?

El primer objeto del plan es detener el deterioro y la pérdida de biodiversidad en todos los sectores. Convencerlos de que por lo menos hagan las cosas bien. Yo creo que en eso ya hemos avanzado sustancialmente y casi que ningún sector,  empresa o grupo, reconocería que no le importa. Hay unos cuantos bárbaros por ahí sueltos que todavía dicen que eso no, que primero lo primero y que después pensamos en lo otro. Sin embargo, pues la ANDI y otros gremios ya han dicho que no vamos a propiciar el deterioro ambiental y tenemos políticas ambientales internas. Lo que pasa es que son muy difusas todavía.

Tres cosas que tendría que hacer el agro para proteger la biodiversidad diferentes a lo que hace hoy.

1. Cambiar los diseños de los sistemas productivos. En casi todos los sectores deberíamos pensar un poco en cambiar la forma en que se hacen las cosas tanto en tiempo como en espacio. Es decir, reconvertir las actividades agropecuarias del sector ganadero… Ya ha pasado, por ejemplo, en el sector ganadero.  Hemos pasado de las vacas en un potrero a los sistemas agrosilvopastoriles, que es juntarlas y poner mucho bosque, o darles de comer por otro lado.

2. Recuperar la capacidad productiva acuática de Colombia. Colombia debería ser una potencia en acuicultura. Es mucho más eficiente que la producción de carne de vaca, de pollo o de cerdo y tenemos agua, nutrientes, temperatura… Tenemos una riqueza de peces infinita y no solamente acuicultura de consumo, sino por ejemplo, peces ornamentales. Eso es un capital gigantesco y no lo estamos haciendo nosotros, lo está haciendo Tailandia, lo está haciendo Eslovaquia y son puntos importantes en el PIB de esos países.

3. Restaurar las áreas degradadas. Necesitamos, antes de que el cambio climático empeore las condiciones, hacer una estrategia nacional de restauración costo-eficiente. Es decir, lo más barato posible, con los fondos de compensación, con los fondos de las leyes… Hay muchos recursos que no se están utilizando bien en la gestión ambiental y que definitivamente podrían ir a iniciativas.

¿Y qué es lo más difícil que va a ser para Colombia hacer en este plan de acción, lo que más trabajo nos va a costar hacer?

El ordenamiento territorial siempre ha sido el talón de Aquiles, la construcción colectiva de un mapa compartido de usos del territorio, el uso del suelo. Es decir ok! esto lo vamos a desarrollar de esta forma, lo vamos a utilizar en la agricultura empresarial, esto para agricultura campesina, las zonas de reserva campesina, resguardos, parques nacionales. Ese gran acuerdo todavía sigue siendo muy difuso. Y la comisión de ordenamiento territorial es muy débil como un instrumento de planeación vinculante y en general en Colombia todo el mundo hace lo que le da la gana.

¿Qué le pasaría a Colombia en 10 años si no cambiamos esos comportamientos para proteger la biodiversidad?

Aunque 10 años parecieran poco en términos ecológicos, dado el avance tan grande que tiene el cambio climático, lo que estamos haciendo es construir vulnerabilidad exponencialmente.

Eso quiere decir que si dentro de 2 o 3 años volvemos a tener un fenómeno de la Niña agudo, nos va a ir peor que en el 2011, aun cuando hayamos estudiado un poquito más o invertido en planeación.

En 10 años puede haber dos fenómenos de la Niña y uno del Niño, y una gran cantidad de fenómenos extremos. Y nos van a ir cogiendo cada vez más débiles.

Eso es lo que pasa con un sistema que no construye – nosotros hablamos de resiliencia- perdón el tecnicismo, pero es la capacidad de recuperación después de un golpe.

Entonces una granizada le causa a los floricultores, por ejemplo, pérdidas de dos mil millones de pesos. Paga la aseguradora. Luego, supongamos que se va recuperando y justo cuando se va recuperando, entonces una peste, una epidemia, un hongo que llegó, porque con el calentamiento global los controles fitosanitarios son mucho más complicados, entonces otra pérdida. Así, a punta de golpes y golpes, es muy fácil que las economías colapsen.

Y ya para terminar ¿por qué cree que ha sido tan difícil para los colombianos adquirir consciencia de la riqueza que está en la biodiversidad?

En parte porque estamos ocupados tratando de volver a conversar entre nosotros mismos. El conflicto armado ha puesto muchas otras prioridades y otros temas que han ganado importancia con el tiempo. Entonces nos mantienen en segundo plano porque si no hay gobernabilidad, realmente es muy difícil hacer cualquier cosa. Por eso yo soy absolutamente partidaria de la paz. Por lo menos de la disposición a la paz e iniciar un proceso de debate político más amplio en otros temas.  Pero mientras no haya gobernanza en el territorio no hay cómo proteger la biodiversidad y lo vemos todos los días.

La biodiversidad ocurre es en la altillanura, ocurre en la depresión Momposina. Entonces el cambio climático y las emisiones sí las puedo regular desde las ciudades,  manejando los combustibles y las normas respecto a las emisiones. Pero la biodiversidad no. La biodiversidad tengo que manejarla ahí, en la Guajira, en Urrao o en Nariño. Si yo no tengo acceso, no puedo moverme, si no puedo medir lo que está pasando, no puedo intervenir ahí.

Mucha gente piensa que tenemos que comer hoy, que tenemos que desarrollarnos hoy porque nadie vive del oxígeno ni de las mariposas lindas. ¿Ese dilema es real entre desarrollo y biodiversidad?

No, no. Ahí no hay dilema. Sobre todo, hay personas que han dicho que necesitamos un equilibrio entre el desarrollo y el ambiente, hablan en esos términos. Pero no necesitamos ningún equilibrio. Necesitamos es garantizar que haya una base biológica sana, porque sin eso no hay desarrollo. Lo que hay siempre es más deterioro, más problemas y los podemos diferir, los podemos ignorar, los podemos trasladar de golpe a los pobres, a Venezuela. Pero, en general, si no garantizamos una base productiva sana biológicamente hablando, pues no hay cómo.

La gente sabe eso. Lo primero es la salud, le dicen a uno las personas. Lo primero la salud, después el trabajo, los hijos, otras cosas. Entonces en el país es lo mismo, lo primero debería ser la salud, que es el estado ambiental, que es la capacidad productiva. Entonces uno puede decir bueno, yo trabajo dos horas extras todos los días y estoy consumiendo un poquito de energía del futuro. Tengo que calcular ahí si vale la pena o no exprimir el territorio un poquito más en alguna parte. Si le saco todo el petróleo de una vez o espero un poquito, si le boto 5.000 hectáreas nuevas o 5 millones de hectáreas nuevas de agricultura industrial en los llanos, o lo voy haciendo despacito para hacerlo con cuidado. Un poquito es esa la visión que quisiéramos proponer.

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