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En este perfil de la Red Líder hablamos con Fabio Villegas, representante de los empresarios por la paz y presidente de la Fundación Todos por la Paz. Sostuvo que este 2 de octubre es sin duda la oportunidad de que Colombia cambie su historia.

Información del líder

 
Nombre del líder
Fabio Villegas
Lugar y fecha de nacimiento
8 de enero de 1955, Pereira
Ciudades donde ha vivido
Pereira, Bogotá, Washington, Boston y Londres
Estudios
Economista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y Máster en Economía de London School of Economics
Actividades profesionales
Economista. Expresidente de Avianca. Actualmente presidente de Fundación Todos Por la Paz
Entidades o empresas con las que ha trabajado
Gobernación de Risaralda, Empresas Públicas en Pereira, Organización Luis Carlos Sarmiento, Rothschild Group en Colombia. Duetsche Bank, ANIF, Avianca, OEA, Universidad de Harvard. Hoteles Decamerón
Líder admirado
Barack Obama
Profesión frustrada
Historia o filosofía
Libros leídos recientemente
“La noche de los tiempos” de Antonio Muñoz Molina, “La forma de las ruinas” de Juan Gabriel Vásquez, “Perdonar lo imperdonable” de Claudia Palacios y “¡Adiós a las Farc!” de Claudia López
Principales aliados o amigos profesionales
César Gaviria, Organización Luís Carlos Sarmiento Ángulo, Germán Efromovich, Grupo Santo-Domingo
Políticamente correcto
Políticamente independiente
Causas que apoya
La paz
Equipo de fútbol
Deportivo Pereira
Hijos
2 y 2 nietos
Película favorita
El Padrino
Música favorita
Joan Manuel Serrat
Churchill o Gandhi
Ambos
Bolívar o Santander
Santander
 
Reflexiones

La Red Líder: El presidente ha dicho que espera que las personas de su condición social, que incluye a los empresarios, se sumen al Sí. ¿Por qué una porción grande de empresarios está en contra del acuerdo de paz?

Fabio Villegas: La gran mayoría de empresarios está a favor de la paz, entre otras cosas porque tienen sentimientos de colombianos y saben lo que eso representa y lo que ha sido la historia de Colombia. Pero también porque ven en la paz una cantidad de oportunidades y beneficios para su desarrollo y su expansión. Cuando uno empieza a meterse en el tema del No, a algunos empresarios lo que les ha generado es un temor, y aunque suene increíble, esa idea de que el país puede convertirse en una Venezuela, es absurda.

LRL: ¿Por qué es absurda?

Venezuela llegó al estado en el que está, no por un proceso de paz con una organización guerrillera, sino por el gran deterioro de sus organizaciones políticas y de la incapacidad de sus instituciones de atender los problemas y las necesidades de la gente. Lo que tenemos que evitar en Colombia son las incapacidades de la clase política. Que las Farc participen en política es lo que debemos buscar, que dejen las armas y pasen al discurso político. Nos corresponde a todos enfrentarlos políticamente, enfrentarlos ideológicamente. Las Farc son una organización anacrónica. Su discurso está muy pasado de moda y para que tengan éxito en la política van a tener que cambiar su manera de pensar.

Creo que una organización como esas, aunque sea capaz de lograr la mayoría de votos, aún no lo va a hacer ni tiene como hacerlo. Ese discurso político ya está presente en Colombia desde hace mucho tiempo. El Partido Comunista existe en Colombia y siempre ha existido. Es un problema que está asociado más con la incapacidad de la clase política que con la presencia misma de las Farc, ese temor no existe.

Venezuela llegó al estado en el que está, no por un proceso de paz con una organización guerrillera, sino por el gran deterioro de sus organizaciones políticas

Fabio Villegas

LRL: Tradicionalmente se piensa que hay diferencias políticas entre el empresariado rural y el urbano, siendo el segundo más progresista. Pero frente al proceso de paz parecen identificados en su escepticismo.

FV: Efectivamente existen diferencias y el empresariado urbano ha sido tradicionalmente mucho más proclive a desarrollos económicos, sociales y a la modernización. El empresariado del campo ha coexistido con sectores modernos que han introducido productividad y desarrollo en el campo. Pero hay sectores totalmente atrasados que se han apoyado en rentas y en el uso ineficiente de la tierra. Ese es un tema que el país no ha sido capaz de resolver.

LRL: ¿Por qué?

Colombia lleva décadas tratando de resolver, o diría yo, tratando de no resolver los problemas derivados de la tierra, de la propiedad de la tierra, de la propiedad del campesinado y de la calidad de vida en el campo. Ese es un ejercicio y una tarea que tenemos aplazada, tanto en lo económico y lo social, como en lo político. Llevamos echándole tierra a esa discusión. Una de las ventajas que tiene el acuerdo de paz que se firma, es que enfrenta eso de manera real. Acá hay una responsabilidad que tenemos que atender. La calidad de vida de la gente del campo y los temas de propiedad de la tierra, y desde luego una forma para coexistir de manera productiva en la propiedad de la tierra del campesino, con la explotación económica, productiva y amplia del sector privado en el campo.

LRL: ¿Cuál es el diagnóstico que los llevó a crear la fundación Todos por la Paz?

FV: Nosotros creemos de verdad que este es un momento trascendental en la historia de Colombia, en el cual vale la pena participar de manera activa. No solamente quedarse en la casa y esperar que los temas transcurran, sino ir a votar el 2 de octubre. Queremos ser parte del proceso.

Creemos que el plebiscito no puede ser a favor ni en contra de Santos. Este es un tema que trasciende el gobierno de Santos. Acá estamos hablando del futuro y el pasado de Colombia. Estamos hablando de si somos capaces de pasar un capítulo de la historia difícil de este país y construir uno nuevo. Por lo tanto, acá no estamos hablando de nombres propios, ni de gobiernos propios, ni de la política restringida a la gran política que representa esto para futuro.

LRL: ¿A dónde quieren llegar?

FV: Creemos que el debate hay que sacarlo del tema de los renglones específicos de los acuerdos. Primero, los acuerdos tienen un objetivo y tienen un beneficio que es el fin de las Farc. Eso en sí mismo es importante desde el punto de vista humanitario. El fin de la guerra, de los muertos, de los desplazados, de los soldados mutilados. Colombia tiene que superar ese escenario. Eso justificaría cualquier esfuerzo.

Hay otro tema que no aparece en la discusión de manera suficiente y es ¿qué representa para Colombia como oportunidad tener la paz? ¿Cuáles son las opciones que se le abren a Colombia en el plano económico y en el plano social de lograr esta paz? Hay grandísimas oportunidades y muy valiosas. Institucionalmente, socialmente, económicamente y eso hay que destacarlo en el debate.

LRL: ¿Qué decir sobre el plebiscito?

FV: Si bien el plebiscito no es todo, sin plebiscito no hay nada. Si el plebiscito sale mal, todo sale mal. El plebiscito tiene que salir bien. Por lo tanto nos enfrentamos a trabajar a favor del Sí.

LRL: ¿Cuál es la estrategia de Todos por la Paz?

FV: No somos una organización política, ni movilizadores de masas. No tenemos esa estructura y esa red. Lo que sí podemos hacer es trabajar de manera correcta en comunicación. Hemos venido trabajando en la comunicación para apoyar esta campaña a través de distintos medios y canales. Los medios tradicionales, las redes sociales, y hemos tratado también de trabajar con organizaciones que tienen red, estructura y huella en distintos segmentos de la sociedad.

LRL: ¿Está coordinado con otros comités a favor del Sí?

FV: Hemos venido tratando de tener un pacto con organizaciones no gubernamentales que están trabajando en lo mismo. Personalmente he participado en un número importante de reuniones donde me encuentro con 30 o 40 organizaciones con una visión diferente. El mensaje que hemos tratado de construir entre todos es que no se justifica ponernos de acuerdo en un discurso, porque cada uno ve ángulos distintos. Lo que sí se justifica es ponernos de acuerdo en una acción, que es movilizarnos para sacar adelante el Sí el 2 de octubre.

LRL: En el tema de la paz, ¿no hay líderes privados en quien los colombianos confíen? ¿Se le ha dejado todo al mundo político?

FV: Lo contrario. Los políticos tienen su propia estructura. Me parece importantísimo que la tengan y que la hagan efectiva. Es fundamental que la estructura política sea capaz de movilizarse el 2 de octubre. Lo que sí es claro, es la obligación de participar activamente y de manera responsable. En el tema de la paz lo que hay es una gran diversidad de sectores, de opiniones, de maneras de pensar, de hacer, de aproximarse al tema de la paz y lo que han surgido son una cantidad de liderazgos y de voces importantes.

LRL: ¿Como cuáles?

FV: El liderazgo del padre De Roux. Lo que ha hecho es maravilloso. Lo que ha hecho Héctor Abad es una cosa impresionante desde la literatura. No sé si han visto los manifiestos que estamos sacando en nuestra página de Todos Por La Paz. Hay unas expresiones que son valiosísimas de empresarios y de artistas. Tenemos a Fonseca y a Carlos Vives metidos en el tema. Hay unas expresiones, por ejemplo, de Juan Gabriel Vásquez. Lo que hay acá es un liderazgo amplio, que vale la pena reconocer y no creo que no exista liderazgo del lado social o del lado privado.

LRL: ¿Considera que la bandera de la paz determinará las elecciones presidenciales de 2018?

FV: Indiscutiblemente las elecciones presidenciales del 2018 van a estar afectadas por los resultados que tenga el plebiscito el próximo 2 de octubre. Va a haber una gran discusión sobre qué es lo que sigue hacia delante, cómo construir el futuro del país después de tener esta paz con las Farc. ¿Cómo garantizar que esto se traduzca en seguridad para todos los colombianos en el campo y en la ciudad? ¿Cómo asegurar también que existan las transformaciones sociales en el campo que estamos buscando? Por ejemplo, si queremos evitar que el país entre en manos del populismo, lo que tenemos que tener es soluciones políticas válidas para la gente.

LRL: El expresidente Uribe ha dicho que si pierde el No, insistirá en echar para atrás los acuerdos mediante el triunfo en las elecciones presidenciales de 2018. ¿Cree que el plebiscito no va a zanjar la división del Establecimiento y no habrá paz política?

FV: La idea de los amigos del No de que uno puede renegociar estos acuerdos de manera fácil es un poco aislada de la realidad. Primero, las Farc son una organización guerrillera. Pensar que se van a quedar sentadas en La Habana esperando que lleguen los nuevos negociadores es utópico. Las Farc van a tomar posiciones en el ámbito de lo que ellos hacen, de lo que saben hacer y la manera cómo se plantean mediante una negociación que es una posición de fuerza.

Segundo, pensar que ellos se van a quedar allí esperando que llegue un negociador a decir: “mire se nos olvidó que ustedes tienen que ir a la cárcel y que no pueden participar en política” es lejano a toda posibilidad. Hay dos opciones: o se fortalece el enfrentamiento con las Farc para debilitarlas aún más, o se les hacen más concesiones.

LRL: ¿Y el efecto del No?

Francamente el No no es alternativa. El No no es opción. Lo que tenemos que hacer es construir sobre los acuerdos que se han logrado.

LRL: ¿Cuál sería el efecto sobre la economía de un hipotético triunfo del No?

FV: Incertidumbre y daño. Sería un baldado de agua fría en las expectativas económicas de este país. Las dificultades que tiene Colombia hoy que todos reconocemos, en distintos planos en el sector internacional, la situación fiscal, etc. que de alguna manera se han venido manejando seguirán igual. La incertidumbre que generaría el No, un poco en el sentido de frustración, terminaría invadiendo y tendría un impacto en la sociedad colombiana y en la comunidad internacional. Lo que se ha hecho con la firma de los acuerdos y el cese al fuego ha producido concesiones internacionales muy valiosas, que apuestan a la confianza en el país y futuro. Echar eso para atrás sería un error.

LRL: En términos de negocios, como pensaría un empresario, ¿qué tan buen negocio es el acuerdo de paz, así no se reduzca la inversión en seguridad inmediatamente?

FV: Para dimensionar la respuesta, estudios que se han venido adelantando en la Universidad de Los Andes que se han aplicado para entender cuáles son los costos de la violencia hablan de que el promedio en costos de la violencia puede estar cerca del 4 por ciento del PIB . Hablan que en el sector agrícola, tal vez el impacto es más grande, de 3.5 por ciento del crecimiento anual. Hablando de la perspectiva económica, de los costos que para el sector privado aplica moverse en un entorno de violencia, de más de un punto del PIB en entornos de seguridad privada.

LRL: ¿Cuál ha sido la inversión del país en seguridad?

Colombia es un país que invierte en seguridad alrededor del 5 por ciento del PIB, por encima de países que están tradicionalmente enfocados en seguridad.

Es preocupante que las cargas tributarias para el sector empresarial sean muy altas comparadas en el entorno de América Latina

Fabio Villegas

LRL: La semana siguiente al plebiscito se va a presentar una reforma tributaria que subirá los impuestos indirectos que afectan a las mayorías. ¿Es un mal mensaje para el posconflicto, o por el contrario, lo que se necesita para apoyar la construcción de paz?

FV: Colombia tiene un esquema tributario totalmente desequilibrado. Son unos pocos los que pagan mucho y muchos los que pagan nada. En general, es preocupante que las cargas tributarias para el sector empresarial sean muy altas comparadas en el entorno de América Latina, y en países con los cuales competimos para atraer la inversión. Si eso no se soluciona difícilmente vamos a poder aumentar la inversión en los niveles que necesitamos para que esas oportunidades de crecimiento se conviertan en realidad.

Ojalá que esa reforma tributaria sea bien estructurada, exitosa, y que el Congreso sea capaz de sacarla de forma íntegral y equilibre una mejor competitividad fiscal para el país.

LRL: ¿Por qué cree que el “gavirismo” es un sector protagonista en la paz? ¿Tiene explicación ideológica o de talante?

FV: El gavirismo no existe y de verdad nunca ha existido de manera articulada. El propio presidente Gaviria fue el que dijo eso, casi a pocos días de haber terminado el gobierno en el 94. Cada una de las personas que participaron del gobierno nos hemos movido de distinta manera, en distintos espacios de la vida privada y pública. Hoy coincidimos muchos de nosotros en este esfuerzo, de alguna manera por azar, sobre todo por convicción. Todos fuimos llegando a esto con nuestros propios caminos y no existe detrás de esto ninguna expectativa política, juego político o aspiración política en nombre de nadie.

 

 
Perfil de liderazgo

La Red Líder: ¿Cuáles diría que son esas influencias que han determinado su estilo y sus motivaciones de liderazgo?

Fabio Villegas: Desde muy joven, y de pronto es algo que parcialmente heredado. Es el ejemplo de la familia. Tanto mi madre como mi padre, pero en particular mi madre, fue una persona que siempre tuvo unos niveles grandes de responsabilidad social. De alguna forma, nace de de cómo apoyar y cómo entender las situaciones de la gente y tratar de hacer algo por mejorarla.

LRL: ¿Cuáles fueron sus primeros rasgos o insinuaciones de liderazgo?

FV: No diría de liderazgo porque no quiero plantearlo como sobresaliente. Desde muy joven tuve iniciativas de participación, sentimiento y un poco de preocupación por la situación social y por la situación política del país en los años 60 y principios de los 70.

LRL: ¿Qué mensaje le quisiera dar los jóvenes desde su proceso y trayectoria en el sector público?

FV: Desde dos ángulos. Desde la vida pública quisiera ver una juventud mucho más compenetrada. No quisiera decir bajo qué ángulo o con qué criterio o con qué convicción, pero sí una juventud mucho más metida en la vida social y política del país. Me parece que la juventud se ha alejado un poco de la vida política y Colombia pierde mucho con eso. Pierde mucho porque la política no tiene vacíos, la política alguien la ejerce. Alguien está en el poder, ocupa y toma decisiones. La juventud debería ser mucho más agresiva en ocupar esos espacios y evitar que otra gente tome las decisiones que ellos deben tomar. Allí es donde están las nuevas ideas, propósitos, posibilidades de liderazgo y las mismas formas de transformación.

LRL ¿Y desde el sector privado?

FV: En el sector privado hay algo, y lo he venido manifestando cuando tengo que hacerlo y en muchas entidades lo están haciendo, y lo miro más desde mi profesión: los jóvenes de hoy deberían educarse más en ser empresarios y tener ideas. Ser capaces de inventarse cosas, de innovar, de asumir riesgos, de crear sus propios sueños y tratar de sacarlos adelante. No simplemente en construir una hoja de vida para postular a un empleo. Generar empresarios es parte de la transformación económica del país hacia el futuro.

LRL: ¿Qué adversidades ha tenido que superar?

FV: Todo el mundo tiene momentos difíciles y complejos en su carrera, tanto en el sector privado como en el sector público. En el sector público, trabajando como Secretario General de la Presidencia tuve momentos muy difíciles al enfrentar a los terroristas del narcotráfico como Pablo Escobar.

En la vida económica y privada, en particular en el caso de Avianca, recuerdo situaciones operacionales muy difíciles, sumadas a las limitaciones que tiene la infraestructura aeroportuaria en Colombia.

LRL: Desde su experiencia, ¿cómo entiende un líder?

FV: Una persona que es capaz de entender el medio en el cual está actuando. Ser propositivo desde el punto de vista de soluciones y acciones alrededor de ese medio. Ser capaz no solo de idearlas, sino de tener la alternativa, capaz de comunicarlas y hacer que la gente de alguna forma haga parte de esas soluciones y las asuma como propias.

LRL: ¿A qué personas de la vida pública le reconoce liderazgo?

FV: Tengo respeto y admiración por lo que hizo el presidente César Gaviria. Valoro lo que hicieron algunos sectores de la izquierda, por ejemplo la forma como el M-19 enfrentó su proceso de paz y la manera como sus líderes le han aportado a la paz en Colombia. Tengo respeto por la manera como Antanas Mockus ha ejercido su liderazgo sobre el país y lo que le ha transmitido en materia de cultura. Aunque no he hecho nunca parte de la organización política del presidente Juan Manuel Santos, respeto y valoro la forma como se ha dedicado a la consecución de la paz.

LRL: Y mirando hacia atrás, pensando en líderes colombianos ¿cuál le atrae?

FV: Por los momentos históricos, respeto a Carlos Lleras Restrepo y posteriormente el liderazgo de Luis Carlos Galán.

LRL: Dentro de 20 años unos historiadores deciden estudiar este momento de la vida del país, a través de cinco líderes emblemáticos. ¿Qué cinco líderes escogería para estudiar?

FV: Desde luego el presidente Juan Manuel Santos va a ocupar un papel. Humberto de La Calle por su entrega y paciencia, lleva cuatro años negociando la paz. Líderes de las Farc, dependiendo de su comportamiento y de la capacidad que pueden tener de ganarse el respeto de los colombianos.

Creo que el presidente Álvaro Uribe, a pesar de la posición que ha tenido en este momento. Puede ocupar un papel dependiendo de la posición que asuma en la construcción de ese nuevo país. Después del plebiscito viene un proceso de transformación grande y esperaría que el presidente Uribe y su grupo participen.

Desde luego que habría una gran cantidad de personas dentro de la sociedad civil cuyos nombres deberían estar. Vamos a ver si la historia les hace justicia. Una de las particularidades que tiene el Sí frente al No, es que el No tiene nombre propio. El Sí es el resultado de una diversidad de posiciones y organizaciones.

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