Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
En La Red Líder queremos encontrar extranjeros que nos ayuden a entender la situación política de diversos países. Esta vez, estuvimos con Yann Basset, un francés radicado en Colombia, quien nos explicó a qué se debe la baja popularidad de Macron en Francia.

¿Cuál es su noción de liderazgo político?
Me parece que la noción de liderazgo es una noción un poquito blanda, no muy bien definida. Además, hay tipos de liderazgo, entonces no sabemos muy bien qué quiere decir. Sin embargo, me parece que es un concepto interesante, porque nos enseña dos cosas: Uno, la importancia cada vez mayor del mundo empresarial y del mundo económico sobre la política, porque es un concepto que viene del mundo empresarial, y me parece que calcan un poco métodos de las empresas sobre la política. Y lo segundo, nos habla de cierta decadencia de la autoridad política, porque antes nos acercábamos a los dirigentes políticos a través de la noción de esa autoridad carismática o cosas por el estilo, para aterrizar sobre conceptos de liderazgo que es un poquito ya bajando el tono. O podemos subir al siglo XIX hablando de Carlyle, que hablaba de los héroes en política para acercarse a la figura de los políticos. Entonces esa sería la consideración que haría para aterrizar sobre el caso de Francia hoy en día.
¿Cómo describiría el liderazgo político en Francia?
Bueno, entonces retomando un poco esto, justamente el concepto de liderazgo aplicado a Francia da cuenta de estas dos cosas. Si uno mira un poco la figura de Macron, que es la que sobresale hoy día, y que es considerado como un modelo de liderazgo en Francia, es un liderazgo que se fundamenta sobre la experticia económica. Es alguien que viene del mundo de las finanzas, fue ministro de Hacienda, y antes de eso trabajó en un banco importante. Y da cuenta también de este perfil cada vez más bajo de los líderes políticos, porque antes teníamos en Francia una función presidencial marcada por la figura antigua del general De Gaulle, entonces está toda esta noción del carisma, del héroe de la guerra, etc, para aterrizar sobre esta visión nueva de liderazgo que encarna un poco Macron del liderazgo a partir de competencias técnicas y económicas.
¿Qué líderes vale la pena destacar? ¿Por qué?
Les hablaba de Macron evidentemente, porque es la primera vez desde hace mucho tiempo en Francia, que un dirigente político logra llegar a la presidencia por fuera de los partidos. Entonces es una conquista del poder que pasó por factores muy personales, por su figura, sus propios recursos políticos, y por esta imagen de hombre competente que tenía que lo llevó a la presidencia. Y en un contexto efectivamente que los partidos como organizaciones, y entonces como liderazgo colectivo, están perdiendo cada vez más terreno en Francia frente a estos liderazgos individuales y a estas imágenes de liderazgos competentes.
Pero frente a él digamos que hay dos otros liderazgos que habría que subrayar, mucho más clásicos, que serían por un lado Marine Le Pen, la cabeza del Frente Nacional y la líder de la extrema derecha, y Jean-Luc Mélenchon, a la izquierda, que representarían las dos alternativas que no son liderazgos que se fundamentan sobre competencias técnicas, ni mucho menos. Son liderazgos políticos e ideológicos mucho más clásicos, que sustentan su popularidad en discursos ideológicos.
¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrentan los líderes políticos en Francia?
Yo diría que el principal reto para Francia es acercar esos dos tipos de liderazgo, porque esta separación finalmente no es muy sana. El liderazgo técnico, burocrático tipo Macron es un liderazgo construido con recetas, con comunicación, y por lo tanto es muy frágil. Y es frágil además porque no tiene organización detrás, significa que es un liderazgo que puede en cualquier momento caer y dejar un vacío muy importante en el poder y en las instituciones. De hecho, Macron tiene esta imagen de liderazgo importante en el extranjero porque es una persona joven, entonces es bastante renovadora, bastante llamativa. Sin embargo, no tenemos necesariamente la idea de que en Francia tiene una imagen negativa de todos modos, tiene casi 60 porciento de imagen negativa, entonces es un riesgo importante para ellos. Y los liderazgos ideológicos son más sólidos, pero tienen el problema que se limitan a un sector particular de la sociedad y no logran ir más allá. Entonces, las dos recetas, los dos tipos de liderazgo se separan cada vez más y eso es un problema para la legitimidad del poder político.
Síganos en Twitter: @LaRedLíder @YannBasset