Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
La realidad juvenil camina a diario por los senderos del olvido, un olvido gubernamental que no recuerda que esta población es sujeta de derechos y que la somete a la falta de oportunidades, a la estigmatización, a la vulneración y violación de sus derechos, para de esta manera hacerlos blancos facilies para la delincuencia, el ocio y las sustancias psicoactivas.
Las calles de Buenaventura tienen un sin número de historias, historias de resistencia, violencia, drogas y de olvido gubernamental; en todas ellas casi siempre los protagonistas son los jóvenes, una población de 145 mil aproximadamente según el censo DANE, bastante significativa significativa con respecto a los 400.000 habitantes del distrito que de igual manera no cuentan con las mínimas garantías para salir de las difíciles realidades y apostarle a la transformación de su territorio.
Son jóvenes que en su diario vivir transitan por su territorio sin mucho por hacer, pues no existen políticas que permitan se generen, por ejemplo, espacios para que el arte, el deporte, la cultura y las distintas habilidades de los jóvenes terminen por convertiste en la opción para encontrarse, para repensarse y sobre todo para cambiar las historias de violencia y de sustancias psicoactivas a las cuales están sometidos de manera significativa.
Según Medicina Legal, entre 2003 y 2015, 2120 jóvenes fueron asesinados en Buenaventura, jóvenes que fácilmente podrían ser líderes de la transformación social de sus territorios, pero hoy no es así, la juventud hoy es víctima y victimario de un conflicto armado que no los beneficia y que por lo contrario somete a las comunidades negras de este territorio al desplazamiento y a la ruptura de sus principios y valores culturales, además de alejarlos de la posibilidad de fortalecer el colectivo como eje de transformación.
Pese a toda la realidad que vive Buenaventura, al parecer para los gobiernos la población joven es poco importante, al punto que podemos decir que en el territorio nacional es de los pocos territorios donde, por ejemplo, los espacios de participación juvenil no funcionan; no existe una Plataforma Distrital de Juventud (espacio de participación juvenil conformado por las organizaciones, colectivos, expresiones, combos, parches y demás de carácter juvenil según el Estatuto de Ciudadanía Juvenil, ley 1622/2013). Tampoco funciona el Consejo Distrital de Juventud como escenario de representación juvenil; no se hacen las asambleas juveniles donde se supone que los jóvenes deben encontrarse para conocer cuáles políticas públicas y cómo se están pensando para la juventud.
Todo esto se da porque quienes tienen en sus manos la coordinación del programa de juventud, desconocen la ley 1622 y consideran más importante otro tipo de cosas, llegando al punto de pasar por encima de la ley por acción indebida u omisión.
El año anterior, pese a tener un presupuesto aproximado de 540 millones de pesos, no se llevó a cabo ningún tipo de ejecución presupuestal, pese todas las problemáticas de la juventud. De otro lado, el ejercicio ciudadano de exigir respuestas por parte del ente territorial se convirtió en una situación problemática, debido a que al reclamar respuesta, muchos hemos sido considerados el problema e incluso hemos sido satanizados por parte de la administración.
El 20 de diciembre de 2016, varias organizaciones juveniles enviamos un documento a la oficina del Alcalde, pidiendo información referente a la ejecución presupuestal de la vigencia 2015, así como avances de la política pública entre otros. En enero del presente año, desde la oficina del Alcalde nos llaman para recibir la respuesta que según quien se comunicó, el documento estaba disponible en la Secretaría de Convivencia desde el 21 de diciembre de 2016. Al llegar a dicha oficina, nos encontramos con que el secretario pasó el documento con nuestra petición a la Coordinadora de Juventud y ella jamás respondió a dicha solicitud.
Después de una nueva reunión con el actual secretario de convivencia se generó un nuevo compromiso consistente en la facilitación de una respuesta por parte de la coordinadora de juventud para la semana siguiente, a la semana siguiente que se genera el acercamiento para obtener una respuesta, de la forma más prepotente del mundo la funcionaria manifiesta que no va facilitar ninguna respuesta y que no es responsabilidad de ella hacer este proceso, ante todo esto, nos negamos a irnos del lugar sin antes hablar con el secretario de convivencia, al conversar con el este se compromete a que la semana siguiente se contaría con una respuesta y a la fecha la respuesta no ha llegado.
Como se puede construir una Buenaventura diferente cuando sus funcionarios creen que están en un palacio donde son los reyes y el pueblo debe rendirles pleitesía, es difícil que esta ciudad avance cuando quienes direccionan por ejemplo la coordinación de juventud no tienen ni la más remota idea de cómo funciona lo público, cuando desconocen la norma y sobre todo cuando actúan con inmadurez sin diferenciar por ejemplo entre ser funcionario público y ser persona del común.
Hoy buenaventura sigue en las mismas, sus jóvenes siguen en las esquinas sin tener como y en que ocupar sus tiempos libres, estos mismos jóvenes ante nada que hacer son presas fáciles para la ilegalidad, para las sustancias psicoactivas y para cualquier tipo de situaciones que pueden llevarlos a convertirse con facilidad en las nuevas víctimas o los nuevos victimarios.
Pero ante la inoperancia de la administración es bueno rescatar el gran trabajo que hacen muchos jóvenes en este territorio y sus organizaciones, jóvenes y organizaciones que trabajan duro por su tierra y de no ser por ellos la realidad de buenaventura sería más compleja, porque es mayor la respuesta de las organizaciones que la del gobierno local, además de que hay que dejar claro que en su gran mayoría estas organizaciones no reciben ningún tipo de apoyo por parte de la alcaldía y muchos de sus líderes terminan siendo señalados o estigmatizados solo por defender sus derechos y los de su comunidad, hoy la juventud Bonaverenses grita, grita fuerte para que el estado colombiano y los entes internacionales pongan atención a esta población olvidada, estigmatizada, violentada y masacrada, hoy los jóvenes solo piden atención de sus gobierno, gobierno que mantienen con el pago de sus impuestos, mientras siguen en espera que este gobierno les devuelva en salud, educación, vivienda, cultura, deporte entre otros los dineros que pagan a diario en sus impuestos.
Pero como no todo puede ser acusar, también debe haber un momento para proponer, por ejemplo, sería importante que la dirección técnica de cultura formara dentro de las comunidades promotores culturales que puedan trabajar en sus comunidades para ofrecerles a adolescentes y jóvenes espacios desde los cuales ocupar el tiempo libre, desde el instituto de deporte se debería fortalecer a todos los grupos deportivos que trabajan de forma independiente para que continúen con su trabajo a favor de la población y así los prevengan de distintas situaciones problemáticas, la coordinación de juventud por ejemplo podría pensarse espacios de formación para los nuevos liderazgos comunitarios para que sean los jóvenes quienes en sus territorios empiecen a proponer y a promover el desarrollo local y por ultimo sería importante apostarle a la autonomía y la independencia económica que permita por ejemplo que profesionales y jóvenes con habilidades consoliden empresas locales que aporten al desarrollo económico local, Buenaventura tiene todo para ser grande solo falta mayor compromiso de quienes gobiernan, falta que sus funcionarios dejen de creerse reyes y reinas y entiendan que la razón de ser de un gobernante es la comunidad y que ellos están para facilitar no para que las comunidades les rindan homenaje.