pndpac.png

Pese a las buenas intenciones del Gobierno Nacional, el Capítulo número 17 del PND ha generado varios sin sabores en la sociedad civil, los líderes de la región y en la academia.

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) será la ruta a seguir por el Gobierno Nacional (GN) hasta el 2022, en donde, se plantea como un objetivo principal generar un “pacto por la equidad”. Sin embargo, y pese a las buenas intenciones del GN el Capítulo número 17, el cual se enfoca en la región del Pacífico, ha generado varios sin sabores no solo en la sociedad civil y líderes de la región, sino también en la academia.

Recordemos que la región del Pacífico cuenta con los municipios más pobres del país, además, existe una brecha en términos de acceso a educación y empleo de calidad frente a otras regiones del país. Pese a lo anterior, el Gobierno de Iván Duque planea un plan que busca “la diversidad para la equidad, la conveniencia pacífica y el desarrollo sostenible”, centrándose únicamente en infraestructura, servicios públicos, unas metas no muy ambiciosas sobre disminución de la pobreza, y dos ítems sobre protección del medio ambiente.

Para hacer un breve análisis de este capítulo del PND, me voy a centrar en las 7 metas que se propuso el GN cumplir en los próximos 4 años, los cuales se centran en los ODS: Fin de la pobreza (1), Agua limpia y saneamiento (6), Industria, innovación e infraestructura (9), y (15) Vida y ecosistemas terrestres. Siendo deudas históricas con el Litoral Pacífico. Hago énfasis en las metas pues estos son los únicos puntos demandables del PND en dado caso el GN no cumpla.

¿Qué es positivo y se debe dejar en el plan?

La meta número 1 hace referencia a la protección y restauración en la Cuenca del Río Atrato, en este indicador se establece una meta de 3.300 hectáreas. El Río Atrato es uno de los principales afluentes de la región, que se ha visto en riesgo por la deforestación y por la minería.

¿Qué se debe modificar dentro del plan?

Las metas 4 y 5 que hacen referencia a nuevas personas con acceso a soluciones adecuadas de agua potable y para el mejoramiento de aguas residuales, siendo las metas 322.155 y 405.245 personas, respectivamente. El número de personas alcanzadas se queda muy corto teniendo en cuenta que esta es una deuda histórica que tiene el GN con la región, además, no se especifica si este programa se va a centrar en la zona Andina del Pacífico, es decir, Cali, Popayán, municipios del norte del Cauca, o si va tener un énfasis en las principales ciudades del Litoral Pacífico (Quibdó, Buenaventura y Tumaco), o si de lo contrario se va a focalizar en las zonas donde se necesita más aún, que son las zonas periféricas, rurales y dispersas de la región.

Sucede algo similar con los indicadores 6 y 7, relacionados con inclusión social y reducción de la pobreza. Las metas impuestas se centran en el departamento del Chocó, rezagando a comunidades igualmente empobrecidas de la región ubicadas en el Litoral ubicadas en los departamentos de Cauca, Nariño y Valle del Cauca.

La meta 3, en donde se propone la mejora de 4 aeropuertos de la región, es otro punto a evaluar. A pesar de que sería un logro muy significativo para el Pacífico, no se hace referencia a la infraestructura vial, que hoy día es no se encuentra en óptimo estado, y que se debe mejorar para conectar no solamente al Pacífico con el resto del país, sino los diferentes municipios dentro de esta región. Las carreteras primarias que deben estar en la agenda del GN son: Medellín – Quibdó; Tumaco – Pasto; Istmina – Pereira. Pero también, se debe pensar en la infraestructura para conectar las zonas urbanas del Pacífico con las zonas rurales. Estos puntos no son tratados dentro del PND capítulo Pacífico. Hoy día el Pacífico no se encuentra conectado, y según las metas de infraestructura en la región del PND seguirá así por los próximos años.

¿Qué le falta al plan?

Hay un punto que es tanto urgente como importante en el Pacífico, pero que el GN ha ignorado totalmente, este hace referencia al ODS número 16 Paz, Justicia e Instituciones Sólidas. El Litoral Pacífico es una de las zonas del país con uno de los contextos sociales y económicos más complejos del país, su ubicación estratégica para el narcotráfico, la histórica presencia de grupos armados al margen de la ley, las víctimas del conflicto armado que pertenecen a grupos étnico minoritarios y la debilidad institucional que se evidencia en el creciente número de ex alcaldes presos y destituidos por líos de corrupción, son un claro ejemplo de ello. Para esta región, el GN no estableció ningún tipo de meta específica en temas relacionados con construcción de paz, y esta es una necesidad urgente e importante que tiene la población en la región.

Finalmente, no considero coherente pensar que se puede llegar a cumplir el Pacto por la Región del Pacífico sin hablar de temas que han sido tan cruciales e importantes en los últimos años, más aún los temas relacionados con el pos acuerdo. No se puede pensar en que se va a generar desarrollo en esta región del país y que se va a mejorar la calidad de vida de sus habitantes si no se llegan a unos acuerdos en educación (disminuir los niveles de analfabetismo, pero también mejorar la cantidad y calidad académica con un énfasis en las universidades públicas de Quibdó y Buenaventura que tanto han dado de que hablar en los últimos año), así como la generación de empleo masivo, para ciudades como Quibdó, Tumaco y Buenaventura.