Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
Se debe demostrar de lo que es capaz la ciudad y el país, y mostrar resultados tangibles que lleven a la continuación de esta gran alianza.
Foto de portada: RutaN
Medellín inauguró el Centro para la Cuarta Revolución Industrial (4Ri), un tema de vital importancia para la ciudad el país y la región. Se trata del primer Centro en América Latina afiliado al Foro Económico Mundial (WEF) y que hace parte de una red de Centros en ciudades como San Francisco, Tokyo y Beijing. Su creación trae para el país enormes oportunidades y retos en los próximos años para posicionarse como el epicentro de la 4Ri en la región.
El Centro tiene como objetivo la cooperación y la cocreación global dedicada al desarrollo de políticas publicas que dan viabilidad legal a la apropiación de las tecnologías exponenciales. Se enfocará inicialmente en tres tecnologías: (1) Inteligencia artificial, (2) Internet de las cosas (IoT), y (3) Blockchain.
Se espera que Medellín, como un laboratorio viviente, sea el lugar perfecto para ejecutar proyectos tangibles y viables, que generen desarrollo empresarial y social. Esto mejorará la calidad de vida, la equidad, y las condiciones para el emprendimiento (entre otros) en la ciudad, el país y América Latina.
Las oportunidades son enormes
Primero que todo, Medellín y Colombia tienen la oportunidad de convertirse en un referente a nivel mundial y aliado estratégico del WEF en la creación e implementación de políticas públicas para el desarrollo de proyectos viables alrededor de las tecnologías exponenciales, que puedan ser implementadas a lo largo del continente y del mundo, y fomenten la cooperación multilateral.
Las tecnologías escogidas son globales y al ser parte de la red de centros se permite tanto buscar cómo se está desarrollando y aplicando el marco legal y normativo en otros centros, como también ser los primeros en hacerlo en el mundo (en los sectores por ejemplo donde el país tiene bastante experiencia, como el sector de hidrocarburos o sector eléctrico).
Segundo, al habilitar el camino para la implementación de estas tecnologías se permitirá fortalecer la economía del país y la región a través de la creación de emprendimientos y el fortalecimiento de empresas tradicionales que apropien estas tecnologías.
Esto llevará a la creación de nuevos empleos más humanos, que permitan a nuestros profesionales desempeñarse de una manera mas creativa y estratégica en sus áreas de conocimiento, apalancándose de la tecnología para desarrollar los procesos repetitivos.
Por eso es importante resaltar que una de las mayores metas del centro es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y fomentar el diálogo sobre el uso ético de estas tecnologías en pro del desarrollo del país.
Tercero, las oportunidades al interior del gobierno son enormes ya que la creación del marco legal y las políticas públicas permitirá trascender la discusión de la legalidad en la implementación de estas tecnologías (por ejemplo, seguimos en el debate la legalidad de las plataformas de economías colaborativas como Uber o AirBnB).
También, permitirá al gobierno desarrollar al interior de sus instituciones proyectos que pueden llevar a disminuir la corrupción, democratizar la información y el debate público, disminuir los trámites y aumentar la eficiencia del estado, llevándolo a su propia transformación digital.
Retos y un gran compromiso
Medellín fue seleccionada por el WEF, entre otras razones, gracias a que se destina el 2.14 por ciento del PIB para ciencia tecnología e innovación, y la ciudad trabaja desde hace varios años estos temas como parte fundamental de su plan de desarrollo.
Todo esto se hace a través de sus universidades, empresas, instituciones e iniciativas como RutaN, Tecnnova, el CUEE, la ANDI del Futuro, DAPI, Créame, y EPM Ventures (entre otras), que permiten que exista un ecosistema fuerte, que piensa en conjunto, tiene un norte definido y el respaldo de los sectores empresariales, académicos y gubernamentales.
Entre los retos mas importantes están, por ejemplo: (1) Responder rápidamente a los cambios tecnológicos y proveer soluciones rápidas y contundentes ya que la velocidad de la 4Ri es exponencial y no da espacio a debates interminables.
(2) Modernizar nuestras instituciones, aprovechar y apropiar las políticas publicas y marcos legales que se generen para la creación de proyectos y empresas que fomenten el desarrollo económico y social.
(3) Modernizar, flexibilizar y mejorar la oferta académica de nuestras intuiciones educativas para formar profesionales que respondan a la demanda de las empresas y la realidad actual y así conectar el talento con las oportunidades (es un tema de presente, no de futuro).
(4) Atraer capital de riesgo y capital inteligente que esté dispuesto a apostar en la región y apalancar el crecimiento de los proyectos y los emprendimientos locales.
Y finalmente (5), conectar a la región, transmitir los aprendizajes y la apropiación de los resultados positivos que se den alrededor del centro.
Cómo dijo el presidente Iván Duque Marquez en el lanzamiento del Centro, Colombia está lista para pensar en grande, actuar en grande y transformar en grande, y las oportunidades que trae el centro son únicas y perfectas para hacerlo.
Los retos y el compromiso son enormes, pues se debe cumplir no solamente con las metas propuestas, el debate, y el desarrollo de las políticas públicas, si no también con las expectativas del WEF y de la región al entregar este centro a Medellín y Colombia.
El contrato con el WEF es de tres años inicialmente, tiempo en el cual se debe demostrar de lo que es capaz la ciudad y el país, y mostrar resultados tangibles que lleven a la continuación de esta gran alianza con el WEF.