¿Privilegiamos la opinión frente al entendimiento? ¿Nos privamos en algún punto de la verdad por defender alguna causa?

Algunos de los fundamentos de la democracia son la participación y el reconocimiento de la diferencia, principios de oportunidad, libertad de expresión y rendición de cuentas. Todo esto se ha integrado en las redes sociales, con ciudadanos activos que opinan, difunden y exigen a políticos, empresas y entidades estatales responsabilidad y transparencia. Sin embargo, la plaza pública, epicentro de escenas democráticas hizo un salto a lo digital y los usuarios están constantemente expuestos a una serie de publicaciones que muchas de las veces toca el rastro de la desinformación y la manipulación.

La fuerza de la expresión digital va en aumento según las cifras de la agencia de la ONU para las telecomunicaciones ITU, la cual pronostica aproximadamente una conexión por banda ancha, de 4.300 millones de usuarios en el mundo. El uso masivo de la red y la expresión ciudadana suma una victoria que nos protege de regímenes autoritarios, abusos de autoridad y de megaproyectos invasivos, esto gracias al poder de la denuncia y la instantaneidad.  

Casos de éxito hay en latinoamérica como el #yasuni en donde muchos sectores de la población ecuatoriana y ambientalistas del mundo, esperaban la protección de la explotación petrolera, de una de las áreas amazónicas con mayor biodiversidad y también, hábitat de pueblos originarios en el planeta. Para satisfacción de los conservacionistas, la consulta popular nacional 2018 en Ecuador votó “sí” con más del 65%, para poner un límite apto para la extracción de petróleo y minimizó de 1030 hectáreas a 300 hectáreas, el área probable de explotación del Parque.

En Colombia el #lamacarenanosetoca y la constante presión en redes sociales llevó a la derogación de la licencia ambiental otorgada por la Autoridad de Licencias Ambientales (ANLA), para desarrollar un proyecto petrolero por parte de la empresa Hupecol en 2016, con una proximidad preocupante a Caño Cristales y a través de un tuit el presidente dijo:

También hay otros caso en los cuales la desinformación establece una contienda entre la razón y la emoción y los argumentos que se presentan en las redes sociales para defender cierta causa queda enmarcada en un nuevo contexto de shitstorm, bullying cibernético, noticias falsas o linchamiento digital.

Kissinger afirmó: “El ciberespacio cuestiona toda experiencia histórica”, por lo que la veeduría es una constante en las redes, y más aún en proyectos de alto impacto como los extractivos, pero qué cuando la emoción inunda los contenidos de las plataformas y la alerta que suena, no es cierta y se lleva por delante el argumento o la razón.  

¿Privilegiamos la opinión frente al entendimiento? ¿Nos privamos en algún punto de la verdad por defender alguna causa? El #desatrepetroleralizama es un desastre ambiental causado por el mal manejo de los recursos petroleros en Colombia. Pero eso no significa que sea fracking por ejemplo. Fracking es una cosa y lo que ocurrió ahí es otra, tampoco que #desastrepetrolerolizama sea la causa directa por lo que en Lebrija (Santander) esté saliendo crudo en una vivienda del municipio. Lebrija está a más de 1.000 mts de altura y la correspondencia con Lizama, al menos por acciones de la gravedad, hace casi imposible que sea una causal directa. No obstante el video lleva unos 9.000 retweets.

Que Duque es todo fracking y Petro es la muerte súbita de Ecopetrol. Ambos candidatos ya han manifestado al menos en los últimos foros y debates por un lado que, “primero hagamos bien los convencionales” y por el otro, “que la transición no se hace de la noche a la mañana”.

Con el uso del smartphone, la auto-producción y difusión de contenidos hacen del diálogo una constante en las redes y la presión social digital influye directamente, dentro de la política pública, pero la opinión mejor si tiene una base argumentada que no comprometa la calidad de nuestra participación y construcción de la democracia.

 

Para mayor información sobre impactos sociales y económicos del sector petrolero en colombia, visite www.crudotransparente.com

Politólogo de la Universidad de los Andes y Master en periodismo del Clarín con una investigación sobre luchas sociales en entornos digitales, por proyectos petroleros no convencionales, fracking. Especialista de la facultad de comunicación de la Universidad Javeriana en Televisión. Mis intereses...