Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
Para nadie es un secreto que las condiciones del sector agropecuario son muy precarias. La mayoría de los agricultores colombianos, en la segunda década del siglo XXI, producen como se hacía en una época anterior al capitalismo. Aunque hoy existe tecnología y mejores procesos productivos, están al alcance de un pequeño porcentaje de ellos.
Esta es una realidad que ha sido reconocida incluso por el actual ministro de agricultura, quien afirmó: “El 83 por ciento de la población rural colombiana nunca ha tenido acceso a una máquina. O sea, estamos en la era del machete y sembrando con azadón, compitiendo con sembradoras de alta precisión que van guiadas por satélite” (Yamid Amat, 2015).
La aplicación de la teoría del Estado mínimo, y el libre comercio pasaron, como una fuerte granizada, por los sembradíos del país arrasando con gran parte de la institucionalidad agraria y con algunos de los principales cultivos.
Ejemplo de esto es el algodón: los cultivadores no pudieron resistir el embate del Cotton USA, cuyos productores cuentan con las garantías que les brinda la Credit Commodity Corporation entidad perteneciente y operada por el gobierno federal de Estados Unidos, “que es la encargada de estimular las exportaciones. Esto lo hace otorgando avales a sus exportadores, lo que en la práctica supone una especie de crédito para los empresarios que compren la producción de ese país” (El Tiempo, 21 de julio de 1998).
Luego de la Apertura del gobierno Gaviria, este renglón productivo fue golpeado de forma notable por el remplazo del producto nacional por el extranjero:
Entre 1990 y 1994 el área cultivada fue de 176.436 hectáreas (ha) de las cuales se extrajeron 98.151 toneladas (t) de algodón. En contraste, el área sembrada en 1995 descendió hasta 112.000 ha que rindieron 57.000 t de esta materia prima; la referida política de apertura como factor principal ocasionó, sólo en la primera mitad de la década del 90, la pérdida de 64.436 ha de cultivos y un déficit productivo de 41.151 t de la fibra (CONALGODÓN, 2016).
Los TLC han empeorado esta situación. En 2010 se sembraban aún, más de 29.000 hectáreas de las que se extrajeron 32.928 toneladas del producto, mientras que en 2015 se pasó a sembrar apenas 20.700 ha que alcanzaron tan solo 24.240 t de este insumo para la producción de telas. Lo anterior se traduce en que, luego de la firma del TLC con Estados Unidos, se perdieron 9.000 ha y 8.688 t de algodón en Colombia (CONALGODÓN, 2016).
El algodón es un producto especial pues durante la época en la que se cultivó masivamente, además de las exportaciones y de las divisas que ingresaban al país, generaba importantes encadenamientos productivos y cadenas de valor con la industria textil, lo cual se traducía a su vez en empleos para miles de colombianos. Sin embargo, en las últimas décadas esta situación cambió: entre 1990 y 2012 el número de productores pasó de 18.218 a tan solo 2.122, respectivamente, y durante la vigencia del TLC ha caído hasta 1.718 (CONALGODÓN, 2016).
El resultado final es contundente. Teniendo en cuenta que durante la década de 1970, cuando este renglón económico alcanzó su cenit expansivo y productivo, se llegaron a sembrar más de 380 mil ha, luego de hacer unas sumas y resta sencillas se obtiene que 377.300 hectáreas de algodón se han dejado de cultivar y 136.000 toneladas de producción dejaron de existir en los últimos 39 años. De igual forma 16.500 productores han dejado de cosechar algodón en los últimos 26.
Las causas principales de este declive, según lo explica un completo estudio del Banco de la República (Jaime Bonet Morón, 1998) fueron una insuficiente política de apoyo y fomento estatal y su desmonte, sumadas al aumento en el precio de los agroquímicos por cuenta de la crisis petrolera que golpeó la economía mundial al final de la década del 70. Voceros del sector, por su parte, han agregado que “(…) la presión de la industria por desmontar los aranceles a la importación de la fibra y problemas para el control de plagas diezmaron el cultivo en Colombia” (El Espectador, 2015).
El caso de este sector profiere un veredicto incontestable: durante el 2015 Colombia importó 28.000 (el 54 %) de las 51.000 toneladas de algodón que consumió (CONALGODÓN, 2016). Aunque en desde el 2011 China e India desplazaron a EE.UU como el principal proveedor de dichas importaciones (trade.nosis.com, S.F), cabe mencionar como ejemplo, que las ventas de Cotton USA en la actualidad están valoradas en 67.9 millones de dólares equivalentes a 198.638 millones de pesos (Cálculo del autor con datos de Portafolio, 2015) recursos estos que podrían quedarse en nuestro circuito económico pero se van a exterior por cuenta de una política librecambista obtusa.
Como daño colateral no puede perderse de vista el marchitamiento de la, otrora boyante, industria textil colombiana. Desde el gobierno de César Gaviria, cuyo ministro de comercio fue el señor Juan Manuel Santos Calderón (país sin memoria), se prometió a los colombianos un futuro mejor, gracias a la desregularización, a las privatizaciones, y a la letanía que viene repitiendo desde entonces la clase gobernante sin que el milagro se les dé: “exportar, exportar, y exportar”.
La frase de Alfredo Gordillo, un cultivador de algodón de 47 años natural de Armero Guayabal, contenida en el detallado reportaje de la periodista Maria Alejandra Medina (El Espectador, 2015), resume muy bien la situación: “Unos (agricultores) quedaron muy aporreados para pagar las deudas después de la apertura económica. Luego el doctor Uribe se inventó el cuentico del TLC y el doctor Santos lo terminó de firmar”.
Visto este panorama, para concluir, se debe responder la pregunta formulada en el título de este artículo. Luego de las conocidas movilizaciones de 2013, que pusieron en primera plana el olvido estatal y las difíciles condiciones en las que viven la mayoría de los 14.5 millones de ciudadanos que habitan en las zonas rurales, y ante el incumplimiento reiterado de los acuerdos que pusieron fin a los paros por parte del Gobierno Santos, un amplio y representativo grupo de organizaciones del sector agropecuario ha decidido presentarle al país un mecanismo de participación ciudadana, que pone al alcance de la mano de la ciudadanía, la posibilidad de contribuir con el progreso del sector.
El Referendo por el agro nacional que propone modificar los artículos 64, 65, 66 y 100 de la Constitución. Sin duda, por las razones acá expuestas, las propuestas que contiene el mencionado Referendo, como la provisión de créditos en condiciones de fomento, el cumplimiento de los deberes del Estado en materia de provisión de tierras y generación de condiciones para su efectiva explotación económica, la renegociación de los TLC, entre otras, son pertinentes y se requiere su implementación de forma urgente.
El proyecto de articulado, la exposición de motivos y los formatos de recolección de firmas ya se encuentran en: [http://referendoporelagro.com/]. Invitados todos a conocer, apoyar y dejar su impronta en esta necesaria apuesta por la mejora de las condiciones de nuestros productores agropecuarios.
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Referencias:
Bonet Morón, Jaime. (1998). Documentos de trabajo sobre economía regional centro de investigaciones económicas del caribe colombiano. “las exportaciones de algodón del caribe colombiano”. Banco de la Republica, Cartagena de indias, en [http://www.banrep.gov.co/es/contenidos/publicacion/las-exportaciones-algod-n-del-caribe-colombiano].
Confederación Colombiana del Algodón, CONALGODÓN (17 de febrero de 2016). “SISTEMA DE INFORMACIÓN PARA EL SECTOR ALGODONERO – Área, producción, rendimiento, (%) Tenencia y número de Agricultores”, en, [http://conalgodon.com/wp-content/uploads/2016/02/Cifras-algod%C3%B3n-nacional-APR.pdf].
Comité Promotor del Referendo por el agro nacional (2016). Borrador del resumen de la exposición de motivos.
DANE (11 de agosto de 2015). “DANE entrega avance de resultados del 3er Censo Nacional Agropecuario”, en [http://www.dane.gov.co/files/CensoAgropecuario/avanceCNA/CNA_comunicado_2015.pdf].
El Espectador (12 de noviembre de 2015). “Armero y el ocaso del algodón”, en [http://www.elespectador.com/noticias/nacional/armero-y-el-ocaso-del-algodon-articulo-598882].
El Tiempo. (9 de julio de1993). “COLOMBIA PASÓ A IMPORTAR ALGODÓN”, en [http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-166015].
El Tiempo. (3 de octubre de 2015). “Se reformará todo el sector del agro”. En, [http://www.eltiempo.com/economia/sectores/transformacion-del-sector-del-agro-y-nuevas-siembras/16394173].
Portafolio (julio 16 de 2015). “35 mil toneladas de algodón trae Cotton USA al país”, en [http://www.portafolio.co/negocios/empresas/35-mil-toneladas-algodon-trae-cotton-pais-30352].
Revista Dinero (8 de febrero de 2015) “¿Podemos ser competitivos produciendo algodón?”. En, [http://www.dinero.com/pais/articulo/colombia-puede-competitivo-produciendo-algodon/211801].
Trade.nosis.com (S.F). “Comex Informes Gratuitos de Comercio Internacional”, en [http://trade.nosis.com/es/Comex/Importacion-Exportacion/Colombia/algodon/CO/52].