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Si bien los gobiernos están colaborando en temas de salud a nivel global, es esencial redoblar la cooperación internacional para evitar que la crisis alimentaria se agrave.

Desde que el Covid-19 tomó proporciones globales y empezó a amenazar todos los sectores de la economía mundial, los organismos multilaterales iniciaron el llamado a los países a cooperar para mantener el abastecimiento mundial de alimentos.

Algunos llamados han sido incluso desesperados. El director del Programa Mundial de Alimentos David Beasley dijo hace unos días a propósito del lanzamiento del informe global sobre crisis alimentarias que si los países no se preparan y actúan ahora para asegurar acceso a los alimentos, prevenir su escasez y enfrentar las alteraciones del comercio internacional, podríamos estar enfrentando hambrunas de “proporciones bíblicas” en varias regiones del mundo.

La pandemia global ya ha afectado todo el sistema agroalimentario. Las restricciones de movilidad de trabajadores rurales y transporte en cada país y entre países han afectado la logística en las cadenas de abastecimiento. Y aunque el mercado mundial de alimentos reporta buenos suministros por ahora, para garantizar su estabilidad se requiere cooperación internacional. 

Por eso, los Directores Generales de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) alertaron que las medidas de algunos países para enfrentar la pandemia como restringir importaciones y exportaciones, y restringir la circulación de trabajadores, podría poner en riesgo la cadena de suministro de alimentos.

Su llamado fue a la cooperación internacional y a la solidaridad entre los países, para que se mantengan los flujos en la cadena de abastecimiento de alimentos y a que los países compartan información clara y oportuna sobre comercio, producción, consumo y existencia de alimentos.  

A esta invitación se unieron representantes del Comité Mundial de Seguridad Alimentaria  y de un gran número de miembros de la Coalición para la Alimentación y Uso del Suelo.

Los países del G20

La semana pasada, los países del G20 convocaron a una reunión extraordinaria de sus ministros de agricultura para abordar el tema de Covid-19 y los retos para la seguridad alimentaria.

La reunión era tan importante que La FAO, Fida, PMA y el Banco Mundial hicieron un llamado especial a este grupo de países a fortalecer la cooperación durante la pandemia para mantener estabilidad en el mercado mundial de alimentos, y que las decisiones que se tomen no afecten la seguridad alimentaria y la nutrición.

En la declaración conjunta resultado de la reunión, los ministros de agricultura de estos 20 países se comprometieron a trabajar juntos para mantener el abastecimiento de alimentos y evitar su desperdicio.

Un aspecto importante de la declaración del G20 fue el agradecimiento a los agricultores y a todas las personas que hacen parte de la cadena agroalimentaria por sus esfuerzos y su compromiso de apoyar a las comunidades rurales, en especial a pequeños agricultores y aquellos desempeñándose en agricultura familiar, para que puedan prosperar económicamente, sean resilientes, sostenibles y que tengan seguridad alimentaria y nutricional, dando especial atención a las necesidades de los países de renta baja.

América Latina: la declaración que Colombia no firmó

Los países de América Latina y el Caribe también respondieron a los llamados a la cooperación internacional.

El pasado 3 de abril de abril, ministros de agricultura y desarrollo rural de 26 países de la región firmaron una declaración sobre Covid-19 y abastecimiento alimentario en la que se comprometieron a coordinar acciones conjuntas para garantizar la seguridad alimentaria de los 620 millones de habitantes de la región. Colombia, por razones que se desconocen, no aparece como país firmante.

Específicamente, los países se comprometieron a prestar asistencia técnica y financiera a pequeños y medianos productores para mantener y aumentar la producción de alimentos, asegurar el funcionamiento de mercados mayoristas locales regionales y nacionales, prevenir la pérdida de alimentos, monitorear y garantizar el funcionamiento de las cadenas logísticas, en especial las que incluyen dos o más países, y a facilitar el comercio regional y global de alimentos.

Todos nuestros vecinos – Brasil, Ecuador, Perú, Panamá y Venezuela- firmaron la declaración, así como lo hicieron México, Chile, Uruguay y Bolivia entre otros países de la región. No son claras las razones por las que Colombia, en especial el Ministerio de Agricultura, no firmó la declaración.

Si bien una declaración de ese tipo no es vinculante, la participación de los países en estos espacios indica que existe voluntad política de cooperar, buenos canales de comunicación y liderazgo estratégico para responder a la crisis a nivel nacional y capacidad para la coordinación con los países vecinos.

A pesar de la ausencia de Colombia en esta declaración, la canciller Claudia Blum ha informado sobre la coordinación con los países de Prosur y la Alianza del Pacífico. El Ministro de Agricultura se reunió hace unos días con ministros de agricultura del Grupo de Países Latinoamericanos y Caribeños (Grulac), una reunión convocada por la FAO y el Iica. De estas reuniones no se conocen comunicados públicos o acuerdos regionales de cooperación. No obstante, muestran que Colombia no está desconectada del todo de estos espacios.  

Ante la pandemia global, la respuesta de los países debe ser integral. Los gobiernos están respondiendo a las urgencias más inmediatas a nivel nacional, y cooperando en temas de salud a nivel global, no obstante es esencial redoblar la cooperación internacional, en especial con nuestros vecinos, para evitar que las crisis alimentarias se agraven y se ponga en riesgo la seguridad alimentaria.  


Para más  información:

Comunicado de prensa de la FAO sobre la declaración de los 26 países de América Latina y el Caribe

Declaración de los 26 países de América Latina y el Caribe

Es profesor de la Universidad de los Andes e investigador asociado de la Universidad de Oxford. Estudió ecología en la Universidad Javeriana, una maestría en administración pública en la Universidad de Seattle y se doctoró en desarrollo internacional en la Universidad de Oxford. Sus áreas de interés...