Una de las mayores preocupaciones en el contexto de la crisis de los últimos dos años está relacionada con los impactos que ha tenido la pandemia sobre la seguridad alimentaria y nutricional de las personas. Varios informes se han enfocado en analizar esos impactos y las alternativas para salir de la crisis.

No obstante, en Colombia ocurre algo muy preocupante: hace siete años no se actualizan las estadísticas oficiales sobre seguridad alimentaria y nutricional, y vamos a tener que esperar uno o dos años más para tener nuevos datos.

A raíz de la controversia que generó el informe FAO-PMA por la inclusión de Colombia en el mapa del hambre, cabe preguntarse: ¿entonces cuáles son las estadísticas e información oficial sobre seguridad alimentaria y el hambre en el país?

La Encuesta Nacional de Situación Nutricional (Ensin) se diseñó con el fin de brindar información estadística oficial, integral y oportuna sobre la situación de seguridad alimentaria y nutricional en Colombia. La página del Icbf afirma que la Ensin “es una herramienta fundamental de la política pública y un insumo básico para proponer acciones en seguridad alimentaria y nutricional”. La encuesta también constituye un “insumo para apoyar la toma de decisiones políticas y técnicas”.

En sus diferentes versiones, la Ensin ha sido liderada por el Icbf, Instituto Nacional de Salud, Ministerio de Salud y el Departamento para la Prosperidad Social. También ha tenido el apoyo de entidades como Profamilia, Organización Panamericana de la Salud, Universidad de Antioquia y la Universidad Nacional.

La Ensin publicó por primera vez información sobre seguridad alimentaria y nutricional en el 2006 (con datos de 2005), y desde entonces propuso realizar la encuesta periódicamente con el fin de tener información oportuna sobre el estado de la seguridad alimentaria y nutricional. Por esta razón, las entidades responsables publicaron los resultados de las nuevas encuestas para los años 2010 y 2015.

¿Qué tipo de información aporta la Ensin?

La Ensin es una encuesta de cobertura nacional sobre la situación nutricional de la población de 0 a 64 años y ofrece información clave sobre seguridad alimentaria en el hogar, lactancia materna, sobrepeso, obesidad, hipertensión, diabetes y prácticas de alimentación entre otros aspectos centrales para las políticas públicas.

Gracias a esta encuesta hemos podido tener información sobre el estado de la inseguridad alimentaria en los hogares colombianos como se muestra en el gráfico de abajo. En el 2015 la situación era ya muy preocupante: más del 50 por ciento de los hogares experimentaban algún grado de inseguridad alimentaria.

Así mismo, temas como la obesidad y el sobrepeso venían en aumento como se muestra en la gráfica de abajo.

Problemas con la Ensin

Aunque la Ensin aporta información clave, sus resultados se han demorado en llegar. Los resultados de la Ensin 2015, por razones que se desconocen públicamente, solo se publicaron hasta 2018. Es decir, en el momento de publicación del informe, ya estaban desactualizados los datos que ofrecía.

En un derecho de petición que hice al Instituto Nacional de Salud (INS) para solicitar información sobre el tema, me respondieron que “por diversas circunstancias” los resultados de la Ensin 2015 solo habían sido publicados en 2018.

¿Por qué la demora en la publicación de resultados? ¿Fueron temas burocráticos o financieros que impidieron mayor agilidad en publicación de resultados? No lo sabemos.

Los problemas no terminan ahí. La siguiente actualización de la Ensin debió haberse realizado en 2020, pero pasados dos años todavía no se ha realizado una nueva encuesta. Al parecer, las demoras en la publicación de la Ensin 2015 también retrasaron el diseño y operación de la actualización de la encuesta para 2020.

En la respuesta a un requerimiento que hizo María Cristina Rosado, coordinadora de la Comisión Legal para la Equidad de la Mujer en el Congreso de la República, el Icbf respondió que apenas en 2020 inició la primera etapa de actualización de la Ensin, en 2022 se realizará el operativo de campo y solo hasta 2023 se publicará el informe.

A ese ritmo, solo tendremos nueva información oficial de seguridad alimentaria ocho años después de la última encuesta, una demora inaceptable dada la compleja crisis socioeconómica por la que estamos atravesando.

Así mismo, en una carta que la Onic le envió al presidente Iván Duque el 8 de febrero de 2022, la organización afirma que el compromiso de construir un módulo indígena en la nueva Ensin no se ha cumplido.

¿Qué implicaciones tiene la desactualización estadística?

Las implicaciones de la demora en la entrega de resultados y de la falta de estadísticas actualizadas son profundas. De manera central, esto implica que la política pública y la respuesta del Gobierno nacional se están haciendo con una foto del pasado. Se está respondiendo a un país y a una situación alimentaria que no solo cambió, sino que muy posiblemente empeoró con la pandemia. De igual forma, no se puede hacer seguimiento a los avances o retrocesos en la seguridad alimentaria del país.

Aquí hay tres ejemplos sobre estas implicaciones.

En primer lugar, están las líneas de base desactualizadas. Como lo recordaron Natalia Torres y Julián Gutiérrez en un artículo reciente, el Plan Nacional Rural del Sistema para la Garantía Progresiva del Derecho a la Alimentación es uno de los compromisos del punto 1 de Acuerdo de Paz que se presentó a finales de 2021 y busca, entre otros aspectos, mejorar las condiciones de seguridad alimentaria de las comunidades rurales del país. No obstante, su punto de partida y la línea de base se fundamentan en los ya desactualizados datos de 2015, pues no hay información más reciente en estos temas.

En segundo lugar, está la incapacidad de medir avances en materia de seguridad alimentaria. En el horizonte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en especial el ODS 2 de llegar a cero hambre en 2030, la falta de información oficial impide medir el avance hacia el cumplimiento de esa meta.

El más reciente informe voluntario que presentó Colombia ante las Naciones Unidas en 2021 reporta avances en todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible, excepto en el ODS 2 sobre la superación del hambre y la inseguridad alimentaria. Como se muestra en la imagen de abajo, el avance hacia el ODS 2 queda “sin información”.

Aunque el Gobierno reporta avances de los programas que se han implementado y sus coberturas, no informa sobre el avance global hacia el cumplimiento de las metas del ODS 2. Esto es muy preocupante, pues no sabemos cómo avanza el país en este frente.

El informe 2021 de avance del cumplimiento de los ODS no reporta avance en el ODS 2 por “Falta de información”

En tercer lugar, está la ausencia de estadísticas de país en los informes regionales. El más reciente y preocupante informe de la FAO y otras agencias sobre el panorama de la seguridad alimentaria en América Latina y el Caribe mostró que el número de personas con hambre en la región en 2020 alcanzó casi 60 millones, 13 millones más que en el año anterior y la cifra más alta desde el año 2000. En esa misma línea, el informe mostró que 267 millones de personas fueron afectadas por inseguridad alimentaria moderada o grave durante 2020.

No obstante, al revisar el indicador de Colombia sobre seguridad alimentaria en ese informe, nos podemos dar cuenta de que no existe información del país en ese frente como se muestra en la imagen de abajo. El país tampoco cuenta con información para reportar indicadores de seguridad alimentaria en los informes regionales.

El informe FAO 2021 no cuenta con información sobre inseguridad alimentaria para Colombia

Los fragmentos de información que existen muestran una situación preocupante

Como se muestra en la evidencia presentada, el país no cuenta hoy con información estadística actualizada sobre seguridad alimentaria de cobertura nacional. Los fragmentos de información que se han producido en el último año muestran una situación preocupante. Aquí hay cuatro informes entre otros que se han producido.

Encuesta Pulso Social del Dane. Cubre solamente 23 ciudades y áreas metropolitanas (todas zonas urbanas), pero mostró el gran impacto de la pandemia sobre la seguridad alimentaria. En febrero de 2021 esta encuesta reveló que 1,5 millones de hogares dejaron de consumir tres comidas diarias, 92.214 hogares pasaron a comer solo una comida diaria y cerca de 9.000 pasarían a no consumir alimentos.

Estudio sobre inseguridad alimentaria del Rimisp 2021. En su encuesta sobre seguridad alimentaria implementada en Huila y Nariño muestra que en Huila el 42 % de la población está en inseguridad alimentaria moderada y el 8 % en inseguridad alimentaria severa. En Nariño, el 46,3% de la población está en inseguridad alimentaria moderada y el 13 % en inseguridad alimentaria severa.

Panorama de las Necesidades Humanitarias 2022. El informe realizado por Ocha muestra que 7,6 millones de personas a nivel nacional tienen necesidad de asistencia en seguridad alimentaria. La mayor parte están en los departamentos de Chocó, La Guajira, Sucre, Arauca y Putumayo.

Pero seguimos a la deriva

Una pregunta para el debate: ¿por qué se decidió que la ENSIN la lideraran entidades del Gobierno nacional como el Icbf, INS y Minsalud, y no el Dane? ¿No es hora de que el Dane, que tiene toda la capacidad técnica para realizar encuestas de cobertura nacional y para presentar resultados de manera oportuna, asuma la responsabilidad de calcular las estadísticas oficiales de seguridad alimentaria en el país? ¿Qué alternativas tenemos para que las entidades públicas produzcan información con mayor periodicidad?

Para responder a la compleja situación que vivimos, el país necesita información periódica y confiable que permita informar la política pública y la respuesta a la crisis. Es absolutamente urgente que el Gobierno nacional realice una actualización de la información estadística de seguridad alimentaria y nutricional. De otra forma, ¿cómo se puede responder a la crisis alimentaria ocasionada por la pandemia sin evidencia actualizada? ¿Cómo diseñar política pública de seguridad alimentaria y nutricional sin estadísticas que permitan mejor focalización?

Un compromiso serio de este Gobierno y del entrante debería ser no demorar más la realización y entrega de resultados de la nueva encuesta de seguridad alimentaria y nutricional. La lucha contra el hambre requiere liderazgo en materia de producción de información estadística sobre seguridad alimentaria.

Los efectos socioeconómicos de la pandemia, el resurgimiento del desplazamiento forzoso y la migración están teniendo impactos nefastos sobre millones de personas. Pero, sin cifras actualizadas sobre el estado de la seguridad alimentaria, Colombia navega a la deriva.