Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
Hoy día solemos escuchar en muchos discursos que el turismo es importante tanto en el departamento como en nuestros municipios, pero ¿qué tan inmerso está el sector en la política pública y el desarrollo integral del destino?
Usualmente el sector turismo es recordado cuando se aproxima la temporada alta, cuando sale un estudio que habla del tema, por moda, o cuando se quiere justificar una obra que posiblemente atraerá turistas, pero, ¿qué tan en serio se toma el sector a la hora de buscar mejorarlo?
Hoy día solemos escuchar en muchos discursos que el turismo es importante tanto en el departamento como en nuestros municipios, pero ¿qué tan inmerso está el sector en la política pública y el desarrollo integral del destino?
Usualmente el sector turismo es recordado cuando se aproxima la temporada alta, cuando sale un estudio que habla del tema, por moda, o cuando se quiere justificar una obra que posiblemente atraerá turistas, pero, ¿qué tan en serio se toma el sector a la hora de buscar mejorarlo?
Este sector, como pocos otros, es muy particular por su gran variedad de actores, muchas veces siendo difícil identificar un verdadero doliente cuando el destino no se ha consolidado, o cuando la institucionalidad no ha asumido un rol preponderante, responsable e integral de la actividad turística.
El turismo debe empezar a verse como un fenómeno transversal en la administración de un destino, buscando vincular el conocimiento de este sector a sus decisiones, teniendo en cuenta el potencial o la influencia que estas podrían tener en la actividad turística; pensando así, que los planes de ordenamiento territorial, las obras de infraestructura, los programas educativos, culturales, de transporte, entre otros, pudiesen favorecer de una u otra forma a ciudadanos locales y visitantes.
Por tanto, un destino no debe planearse pensando solamente en los ciudadanos locales, sino también en quienes podrían atraerse como visitantes y turistas. De ésta forma, el sector turismo podría estar pendiente del desarrollo urbanístico del destino y de indicadores como espacio público por habitante, zonas verdes, movilidad, gestión de residuos, entre otros, que se vinculan con la calidad de vida de los residentes pero que a su vez podrían influenciar directa o indirectamente la actividad turística; ésta inmersión del sector en temas de planeación, podría convertirlo en un proactivo veedor más de la conservación y el desarrollo sostenible.
Otro aspecto para reflexionar es: ¿se podrá tomar en serio a un destino que diga preocuparse por el turismo, pero donde no se encuentran puntos de información, folletos de turismo, mapas, señalización turística, horarios o rutas de transporte, estadísticas claras del sector, e información general sobre el destino y sus actividades? Probablemente no, y lo que va a proyectar será desorganización o falta de interés público privado por potenciar el destino, algo más en lo que hay que trabajar.
De igual forma, el sector debe empezar a velar por la correcta gestión de recursos y atractivos turísticos y debe tratar de apoyar a la institucionalidad para propender por la sostenibilidad de los mismos. Hasta qué punto podremos seguir utilizando parques, recintos, cascadas, senderos, o cuevas, sin saber quien cuida responsablemente estos recursos, o incluso, sin siquiera “devolverle” algo para su cuidado luego de su aprovechamiento turístico.
Finalmente, si pensamos mejorar nuestro destino para atraer turistas y porque no, hacer felices también a sus residentes, debemos tratar de vincular la actividad turística de una forma transversal a las políticas públicas del destino, tratando de aterrizar el romanticismo de los discursos a una experiencia real para los visitante, esto es algo que se ha tratado de generar en diversos procesos de marketing territorial, pero infortunadamente su apropiación muchas veces no va más allá del papel, o de una que otra reunión, lo que genera la incógnita: ¿es un tema de discurso, de voluntad, de política pública, de desconocimiento, o de acción? Posiblemente un poco de cada una, por tanto, invito a remangarse la camisa a quienes trabajarán muy juiciosamente a partir de ésta semana en el desarrollo de éste sector desde la administración pública, ya que aún hay mucho por hacer.