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El problema de este modelo de explotación minera a gran escala, entraña un problema político de dimensiones mayores: la soberanía nacional. Nosotros no enfrentamos únicamente los intereses de unos jeques árabes que vieron en la explotación del oro una oportunidad.

Lo primero que nos debe quedar claro con respecto a la filtración del video de Minesa es que esta pelea no está ganada, que todavía nos falta mucho para derrotar a la multinacional, que incluso derrotándola, la defensa del Páramo de Santurbán será una lucha de por vida de todos los santandereanos.

Nunca los habitantes de los dos santanderes cantaremos victoria, porque cada batalla ganada no garantizará que desaparezca la amenaza de explotar más de 11 millones de onzas de oro que reposan en el ecosistema del Páramo.

La defensa del agua y la vida que nacen en la provincia de Soto Norte será para siempre la reivindicación patriótica de los habitantes del Gran Santander.

Los santandereanos hemos sido precursores de las grandes reivindicaciones sociales del país y lo que el momento histórico indica es que nuestra tarea como sociedad pasa por la defensa del agua y la vida.

El problema de este modelo de explotación minera a gran escala, entraña un problema político de dimensiones mayores: la soberanía nacional. Nosotros no enfrentamos únicamente los intereses de unos jeques árabes que vieron en la explotación del oro una oportunidad.

La contradicción es con los grandes fondos del capital financiero internacional que ven en Colombia una institucionalidad débil, una tributación baja y condiciones favorables para el saqueo de nuestros recursos naturales.

Hoy el enemigo se llama Minesa, pero ayer se llamaba Eco-oro y ya habíamos derrotado a la Greystar, el nombre es realmente secundario, lo relevante es la amenaza de la gran minería sobre el departamento.

A la Greystar la sacamos en una valiente lucha que logró unir a los empresarios, medios de comunicación, entidades públicas y por supuesto a la ciudadanía que converge en el Comité en Defensa del Páramo de Santurbán. Producto del paso de los años la agitación logró enfriarse, llegó otra empresa y aprendió de los errores del pasado.

Lo primero que hicieron fue hacer de la cooptación su estrategia, le restaron actores a la organización, además, empezaron a posicionar una dirigencia política dócil y sobretodo útil para sus intereses económicos.

Para la opinión pública se empiezan a aclarar las mentiras que la empresa ha querido difundir, a raíz del destape de la estrategia de Minesa a través del vídeo donde Santiago Ángel Urdinola confiesa cómo van a manipular al país para que todos los esfuerzos de la comunidad que rechaza el proyecto sean macartizados.

Es escalofriante como aseguran que van a utilizar toda su capacidad de engaño para que sus inversionistas se sientan cómodos, sin importar las consecuencias que vaya a tener el proyecto minero.

Esa actitud descarada y entreguista recuerda la conocida frase del Ex Ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas cuando ante la bolsa de Toronto a un grupo de empresarios mineros les decía que el trabajo del viceministro especializado en minas era hacer felices a las empresas mineras y que todos sus problemas fueran resueltos.

Por lo anterior es que tanto el gobierno de Santos como el Gobierno de Duque coinciden en la política de hacer felices a las empresas mineras, mientras son indolentes con los ciudadanos que padecen las consecuencias de estos proyectos de la gran minería.

La amenaza no va a desaparecer y por eso el llamado a la movilización del 10 de mayo en defensa de Santurbán, deja de ser una tarea de los santandereanos para convertirse en una pelea de todos los colombianos.

Llenemos las calles de Bucaramaga y de Colombia rechazando la explotación de la mega minería en el Páramo de Santurbán.

Politólogo de la Universidad del Rosario