Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
Pariente no nos engaña, los paramilitares fueron y son una realidad, la forma como actuaron en diferentes regiones del país tenía sus propias particularidades. El filme deja en manifiesto una complicidad entre ciertos personajes del pueblo con los tipos del dinero de la primera escena.
25 de mayo de 2014: “Miembros del CTI de la Fiscalía General capturaron en Bucaramanga a Didier Tavera Amado, exrepresentante a la Cámara por Santander de Opción Ciudadana, como presunto responsable de los delitos de concierto para delinquir y homicidio en grado de determinador.[1]”
8 de Julio de 2015: Alejandro Galvis sobre Didier Tavera: “Darle el aval a trásfugas de la política con pasado familiar y patrimonio malhabido, de vínculos con el narcotráfico y otros delitos, y con cuestionamiento judicial personal, no tiene nombre.[2]”
Güepsa es el primer municipio en Santander y el quinto en Colombia en producción panelera, sólo tiene 4 mil habitantes, y es un pueblo que en ocasiones es eclipsado por sus dos vecinos Barbosa y Vélez. El caso es que de allá salió Pariente, una película donde todos sus protagonistas hablan con nuestro acento golpeado que tanto nos caracteriza.
El inicio es insólito, un adulto mayor, un adulto como en los 50, otro en los 40 y el más pelao aunque se ve más grande asumo que anda finalizando los 30, van en un camión hablando cosas algo banales como para pasar el rato en una de esas carreteras veredales mal hechas de las que pululan en Colombia, paran en un lugar bastante oscuro, dejan las luces encendidas y se bajan. Algo esperan, y tienen una maleta llena de plata, qué está pasando, no sabemos, todos en la sala de cine expectantes, y aparece alguien… Mejor no sigo, les daño la película, pero les puedo decir que para la conclusión de esa primera parte es muy probable que sus ojos se expandan, parecido a la escena esa famosa de la película Requiem for dream, búsquenla, pero quédense sólo con la parte de la expansión de la pupila, no con el resto.
En Barrancabermeja sabíamos de los paramilitares por sus masacres, pero no era algo que sucedía en el puerto hasta que en 1997 empezó a circular un rumor que decía que Carlos Castaño se la pasaba diciendo en diferentes medios locales “voy a pasar 31 de diciembre en Barranca, la guerrilla se acaba porque se acaba.” Al parecer puro cuento, la pugna era entre algunos paracos por ascender, y así, en busca de protagonismo sobre quién es el más malo, aparece alias “Camilo Morantes” que quería poseer un lugar en la junta maligna montada por Castaño, Mancuso, Jorge 40, y otros cuantos hampones más. Con ese antecedente, el 16 de mayo de 1998 entra a Barrancabermeja un comando de matones de extrema derecha y paramilitar “con la complicidad de la fuerza pública, quien les dio media hora para ingresar a la ciudad y llevarse a las personas que reconocieran como guerrilleras.[3]” Y así, desaparecidos siguen.
Pariente no nos engaña, los paramilitares fueron y son una realidad, la forma como actuaron en diferentes regiones del país tenía sus propias particularidades. El filme deja en manifiesto una complicidad entre ciertos personajes del pueblo con los tipos del dinero de la primera escena. Dicen que los paramilitares se entregaron en el gobierno de Uribe, pero para que esas estructuras se mantuvieran en ciertos lugares como Güepsa, algunos de sus habitantes propiciaron ese maridaje, y con la retirada, algunos pobladores intentaron por todos los medios mantener el mito y actuaron en contra de otros colombianos, y es ahí donde la película muestra su grandeza, el eje no son esos comandos armados de extrema derecha, sino los habitantes de Güepsa, y el paisaje de la caña panelera empieza a revelarse fuertemente, además como cosa rara la música de Edson Velandia siempre tocando fibras.
Dice Ricardo Guerrero García-Herreros abogado y baterista de El Chibcha Loco sobre Pariente: “los diálogos no sostienen toda la narración. Pariente se fundamenta también en episodios constantes de imagen y sonido, parte integral del estilo western que el director quiso darle a la obra, y que a mi parecer justifica satisfactoriamente su duración…[4]” Y así Pariente llega al Festival Internacional de Cine de Toronto, Festival por donde pasaron películas como: Eastern Promises, Room o American Beauty, calcule el nivel.
Por cierto, Didier, el Gobernador de Santander es de Güepsa, el tipo que aparece en los dos primeros párrafos.
@asampayo