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Si asumimos que los santandereanos más famosos que ha tenido el departamento en los últimos años son Yidis Medina y Horacio Serpa, y por favor no me vengan que los hijos de Galán que esos no son santandereanos, van cada cuatro años a buscar votos, en fin. Lo que pasó el jueves 12 de mayo de 2016 en el teatro de Colsubsidio Roberto Arias Pérez  en Bogotá fue alucinante.

Y esta canción la hice para hacerle un homenaje al ladrón de anden al único ladrón al que yo admiro y merece todo mi respeto, ese ladrón que lo roba a uno de frente, da la cara, no lo roba a uno prometiéndole cosas, no necesita pedir el RUT ni la cédula, no le pide cuenta de cobro, no hay que hacer fila, no hay que solicitar la cita, este ladrón lo roba a uno de frente sin descuentos, sin retención en la fuente…” Continuará en el ultimo párrafo 

Estaba en sexto de bachillerato y había ocupado el 9 puesto durante todo el año, el premio para los 10 primeros era ir a Barichara. El viaje, por tierra, la primera parte de la ruta bastante conocida, la carretera Barrancabermeja – Bucaramanga, se pasa por La Fortuna una vereda que se comparte con San Vicente de Chucurí, y lugar donde el ELN se asentó con fuerza, después el peaje, más adelante el puente sobre el río Sogamoso, puente metálico que por mucho tiempo lo vimos inmenso, y se empieza a subir a las montañas, cuando se alcanza a ver las primeras piñas de Lebrija queda claro que la llegada a la capital del departamento es cuestión de minutos, se pasa rápido Bucaramanga, para así entrar y dejar atrás los municipios del sur de la ciudad, uno Floridablanca más conocido como Cañaveral para mucha gente de Barranca, pero más al sur Piedecuesta, un municipio del que la gente poco habla, y que para muchos es eso, un municipio que queda atrás para ir a buscar a San Gil, Socorro o Guane.

Mano, ¿para usted qué es Piedecuesta?, le pregunté a unos amigos de Bucaramanga, varios me contestaron algo así: “El lugar que quedaba más allá de mi colegio y al que iba muy pocas veces, lugar donde varias veces fui para tomar la flota Cachira que me subía a la Mesa de los Santos”. Piedecuesta produce apartamentos como Samsung produce celulares, es una ciudad dormitorio como lo es Envigado para Medellín o Nueva Jersey para Nueva York, además una de los zonas que más siembra y produce mora en Colombia, se pelea el primer puesto cabeza a cabeza con San Bernardo, Cundinamarca. Bueno, de allá es Edson Agustín Velandia Corredor el cantante de Velandia y la Tigra, que sin exagerar es la banda y el cantante vivo más grande que queda en Colombia y sus alrededores.

Si asumimos que los santandereanos más famosos que ha tenido el departamento en los últimos 15 años son Yidis Medina y Horacio Serpa, y por favor no me vengan que los hijos de Galán que esos no son santandereanos, son un par de rolos que van al departamento cada cuatro años a buscar votos, en fin. Lo que pasó el jueves 12 de mayo de 2016 en el teatro de Colsubsidio Roberto Arias Pérez de la 26 en Bogotá fue alucinante, primero, el auditorio lleno, a ese espacio le caben aproximadamente mil personas, y todos entramos pagando, no nos pagaron para llenar butacas. De telonero estuvo con su guitarra Marc Ribot[1], un gringo muy famoso y que parece ha tocado con Tom Waits, pero la gente no lo esperaba a él, igual el aplauso cuando terminó fue grande, dieron 15 minutos de receso, y cuando regresamos inició al que fuimos a ver.

Salió con su guitarra, dijo algo de nuestro marsupial emblema más conocido como “fara” o “chucha” y que los colombianos confunden con una rata, y tas, quedamos todos atados en los asientos con una sonrisa en el rostro, los puntos cumbres fueron cuando terminaba “La infiel”, el inicio de “Los bobitos”, y de ahí no hubo descanso hasta “La tanga negra y el tango solo”, pero hubo un momento en donde deja evidencia su potencia, en la introducción hablada de “Quieto”, con su acento bien golpeado de esos que viven en la parte sur de Santander Y esta canción la hice para hacerle un homenaje al ladrón de andén”, y después ya cantando cuando termina la frase “yo lo suyo lo valoro y por eso me lo llevo” baja la voz y susurra “quieto quieto quieto quieto” en ese instante recordé la primera vez que me robaron, lo único que tengo en la cabeza del día del robo es esa letra, quieto.

Continuó con La Campesina, que muchos esperaban desde que la tocó en el Rock al Parque de 2014 y que subieron a YouTube[2], acabó, dijo que seguía con una crónica roja, muchos nos reímos, no entendíamos que pasaba, y murmuró, esto es “La muerte de Jaime Garzón” sentí un sobresalto y “yo sí visité a Rito Alejo, a ese yo le dije: Viejo, si me va a mandar matar no me desaparezca” ataque de pánico, el mensaje estaba claro, Velandia tiene una carga social y política en sus canciones que quedó confirmada con “La Nevera”, cuando dice “Ya no tenemos nada, ya no tenemos nada, ya no tenemos nada, en la nevera no tenemos nada, pero tenemos nevera”.

Y yo pensaba, mientras Alejandro Sanz habla de dragones y zombis en su nueva canción, tratando de ganarse a los fanáticos de Walking Dead y de Game of Thrones, ahí estaba Velandia hablando de Colombia, diciendo en un momento, “aunque todo este mal, no todo está perdido”, Velandia, de Piedecuesta, del sur de Bucaramanga, de Santander, el iluminado de la música popular, rompió ese auditorio, y todos pasmados esperando más de su genialidad, siguió, “por eso me gusta venir a Bogotá, acá todos se ríen de lo que digo, y no sé por qué, en Piedecuesta no pasa”, claro, no es lo mismo, así somos en Santander, imprudentes, sin tapujos, sin ficciones, decimos todo, la gente no está acostumbrada a escucharnos, como lo decía Andrés Mejía Vergnaud el día de la santandereanidad: “Un saludo cariñoso al Estado Soberano de Santander, libertario e insumiso” pero muchos lo han olvidado, el gobernador es Didier…

Continua de arriba “…es el ladrón de anden, a ese que últimamente ha dado por cascarle, darle muy duro en los videos y lo suben a Facebook la gente que está haciendo justicia por su propia mano, y los de atrás le dicen, ´dele más, péguele más, córtele la mano, péguele por la cabeza, rómpale el ojo, por rata´, y se ensañan contra el pobre ladrón siendo que es un hombre arriesgado, que arriesga la vida, que roba en serio, de frente, esos mismos que están golpeando al ladrón son los mismos lagartos que luego van a votar por los otros ladrones que tanto detesto.[3]

@asampayo

Es estudiante del doctorado en estudios políticos e internacionales de la Universidad del Rosario. Ha sido profesor de cátedra en la Universidad del Rosario y la Universidad Nacional-sede Bogotá y asesor del Departamento Nacional de Planeación, el Ministerio de Agricultura y la Alcaldía de Barrancabermeja....