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He decidido ampliar los detalles sobre la denuncia de plagio en la Universidad Industrial de Santander que expresé previamente en este post http://lasillallena.lasillavacia.com/la-silla-santandereana/plagio-en-la-uis, el cual reconozco fue un tanto abrupto y careció de profundidad debido a mi evidente molestia en el momento.

El día lunes conocí por medio de las redes sociales los diferentes reportes sobre los hechos en medios Mexicanos, en específico de la región de Michoacán:

 http://www.lavozdemichoacan.com.mx/estudiante-de-la-umsnh-denuncia-plagio-de-tesis/   

http://www.cambiodemichoacan.com.mx/nota-274889

http://revistabusqueda.com.mx/denuncian-nuevo-plagio-de-tesis-en-la-universidad-michoacana-llama-a-que-sancionen-a-culpable/

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Tal como se evidencia en estos reportes, el trabajo de grado presentado por la estudiante Farly Heredia en la UIS no es más que un vil plagio de una tesis de maestría presentada años atrás por Silvana Beatriz Casal en la Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo, institución en donde la misma Heredia obtuvo una beca para realizar su maestría bajo la dirección del profesor Francisco Javier Dosil Mancilla, quien en su momento fue también director del trabajo de Silvana Beatriz Casal. Los correspondientes detalles se encuentran desarrollados en los anteriores links y la evidencia del plagio se pueden constatar al comparar los dos trabajos en estos links:

https://www.academia.edu/12753091/Tesis_Objeto_de_plagio

http://tangara.uis.edu.co/biblioweb/tesis/2014/153396.pdf

Varias aclaraciones son necesarias en este punto. En primer lugar, como egresado de la Escuela de Historia de la Universidad Industrial Santander (así se llamaba cuando me gradué pero ahora se conoce como Escuela de Historia y Archivística) me siento molesto y afectado por este bochornoso hecho. De hecho, alcancé a coincidir en dicha escuela con la perpetuadora del plagio, Farly Heredia, luego tengo una perspectiva bastante cercana a los hechos, aún cuando ya no vivo más en Bucaramanga. En segundo lugar, aunque conocí de forma extraoficial sobre los hechos en julio del 2015, me abstuve de expresar cualquier opinión en espera del desarrollo del debido proceso. Sin embargo, mi opinión cambió al conocer que mientras en México las medidas sancionatorias fueron expeditas (más allá de la dilatación debido a un recurso de amparo presentado por la misma Heredia), no se conoce ningún reporte oficial de las autoridades pertinentes en Colombia. En particular, me causó bastante molestia la negligencia por parte las autoridades de la Universidad Industrial de Santander. El mismo día lunes, hice una petición de aclaración a través del sistema de Quejas, Reclamos y Sugerencias de la Universidad Industrial de Santander, pero solo obtendré respuesta de ello en quince días hábiles.

Ahora bien, hay detalles que conozco por mis propias fuentes sobre los cuáles quisiera profundizar aquí y abrir el debate. Es de amplio conocimiento entre estudiantes y egresados de la Escuela de Historia de la UIS que el plagio de la estudiante Heredia no fue solo cohonestado por el señor Francisco Javier Dosil Mancilla, si no que también implicó otra serie de manejos irregulares. Este es un punto crítico en mi concepto, pues hasta el momento todo se ha enfocado en la culpabilidad de los mencionados Heredia y Dosil pero en un ningún momento se han contemplado las demás responsabilidades institucionales e invididuales. Desde un principió resultó muy sospechoso que en menos de un semestre la estudiante Heredia realizará un trabajo de grado apto para su aprobación por parte de su co-directora en Colombia, la profesora Ivonne Suárez, encargada de supervisar y avalar el desarrollo del mismo. Es más, muchos estudiantes en el mismo proceso de presentar y defender su trabajos de grado expresaron su molestia al conocer que el trabajo Farly Heredia recibió un tratamiento especial y expedito en la designación de evaluadores (los profesores  Yolima Beltrán y Gonzalo Ordoñez de la Escuela de Educación) y la programación de la sustentación. En efecto, la estudiante Heredia aprobó el requisto y pudo graduarse con la solemnidad del caso en el auditorio Luis A. Calvo, justo a tiempo para luego partir hacia México.

Para completar el panorama de confusión, la reacción de la propia Heredia y sus allegados ha sido alegar una supuesta persecución por su militancia política en el Polo Democrático, partido con el que fue candidata al Concejo de Bucaramanga en las elecciones de 2011, y en el movimiento estudiantil. No obstante, esa versión se desvirtua facilmente con el cotejo de las tesis . Al parecer el proceso sancionatorio quedó en el limbo en medio de las elecciones de un nuevo rector y la correspondiente transición de mandatos en la UIS. Aunque algunas fuentes me han comentado también de algunas presiones a nivel directivo para minimizar el asunto. Esto me parece muy grave y es precisamente donde me siento más afectado como egresado de la UIS. Tristemente, las acciones de la estudiante Heredia nos dejan muy mal parados al resto de los egresados de la universidad y en particular del programa de Historia, a quienes hoy día nuestros colegas y allegados no nos preguntan por nuestra formación si no por qué un plagio tan descarado no se detectó a tiempo. Peor aún, nos encontramos huérfanos ante el inexplicable silencio de las autoridades universitarias. Por donde se le mire el tema es muy grave y no habla muy bien de la principal institución educativa no solo de Santander si no de todo el nororiente Colombiano. Para finalizar, me pregunto ¿Cuál es mensaje que se le envía con este silencio a tantos muchachos de Santander y las regiones aledañas que aspiran a ingresar a esta casa de estudios? ¿Dónde quedan los mensajes sobre la ética y el combate de la corrupción?

De San Vicente de Chucurí (Santander). Historiador de la Universidad Industrial de Santander (2011). Becario Fulbright-Ecopetrol (2013-2015). Master of Arts in History de Binghamton University (2015).