Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
¿Cuántas masacres deben suceder en la ciudad para llamar la atención del gobierno local sobre la actual dinámica criminal que experimenta Barranquilla? Lo sucedido en el barrio El Santuario sacudió la tensa paz que proyectan las autoridades locales ad vísperas de celebrar el carnaval.
Ocurrido este hecho me pregunto entonces ¿qué tan seguros nos podemos sentir en la ciudad? ¿Cuántas de estas muertes se pudieron haber evitado, debemos esperar a que ocurran masacres de este tipo para emprender acciones serias?
Las respuestas a estas preguntas volverán a ser ocultadas una vez se desvanezca la atención mediática y continúe el ambiente carnavalero porque de parte del gobierno local es claro que su política de seguridad fracasó. Ni siquiera se discute ni evalúa su efectividad.
Aunque exista un observatorio de seguridad y convivencia ciudadana, los datos que arroja no están actualizados ¿por qué no? ¿Existen intereses políticos al ocultar estas cifras? Este tipo de masacres u homicidios suelen repetirse cíclicamente en la ciudad.
No obstante, el interés por las mismas tiende a disminuir una vez se encuentran soluciones pasajeras como lo es promover: el aumento de celdas en URI, los CAI existentes, mayor presencia policial en los barrios conflictivos, cámaras de seguridad, etc. La misma receta para un problema que las instituciones gubernamentales no están estudiando en profundidad.
La estrategia o política de contención sobre el crimen organizado y la violencia urbana que gestiona el gobierno local se destaca principalmente por ser inoperante. No dudo que en próximos meses se produzcan de nuevo otras masacres, se enciendan las alarmas y una vez más se apaguen cuando los titulares de prensa den rienda a otra noticia o se crea resuelto el problema con las medidas tomadas a corto plazo, tal y como ha ocurrido en años anteriores militarizando sectores en la ciudad con el ejército o la policía militar.
¿Cuáles son los resultados de una evaluación profunda sobre la política de seguridad (2017-2027) tanto del distrito como de los otros órganos de defensa? No lo sabemos aún porque aparentemente no existen, y eso lo demuestra el continuo aumento de la inseguridad en la ciudad.
El gobierno local no solo necesita crear estrategias de contención y castigo hacia los victimarios y las diversas formas de criminalidad que afectan la vida cotidiana de la ciudadanía. La irrupción de este modelo de violencia demuestra lo que especialistas en el tema bosquejan.
Se trata de una nueva era del crimen organizado en Colombia, aspecto que históricamente ha desbordado la capacidad de gestión local. Pues esta es basada principalmente en el desconocimiento del tema, su desconexión con la realidad social, barrial y territorial de la ciudad, a expensas de un proyecto urbano pensado hacia la seguridad del sector privado y poco al servicio de las poblaciones más vulnerables, quienes sirven de ejército para el crimen organizado o víctimas del mismo.