Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
Una de las sorpresas que dejó la jornada electoral del pasado domingo 13 de marzo fue la abultada diferencia entre los dos precandidatos de la Coalición Equipo por Colombia que ocuparon los primeros lugares de su consulta.
Federico Gutiérrez superó por 1.453.742 votos a Alejandro Char, quien se perfilaba como un duro rival, teniendo en cuenta la fortaleza económica y electoral de su casa política y las alianzas regionales con las que contaba.
Otro aspecto que llamó la atención fue la cercanía en número de votos de David Barguil con respecto a Char, a pesar de tener mucho menos poder político.
En este sentido, es posible plantear unas causas externas a la campaña y otras internas que podrían servir para explicar el resultado electoral del precandidato Char.
Los indicadores sociales en Barranquilla jugaron un rol
Los deteriorados indicadores sociales con los que se cerró el año anterior que dejaron saldo de 365 homicidios, los temas informalidad laboral, hambre y altos costos de los servicios públicos se podrían entender como una variable fundamental para el análisis de la derrota de Alex Char en su aspiración presidencial.
Si bien el exprecandidato actualmente no es el alcalde de la ciudad, la base de su candidatura presidencial era el avance del Distrito en términos de construcción de obras públicas, lo que se presentó nacionalmente como “el milagro barranquillero”. La pandemia y las manifestaciones sociales que venían gestándose desde el 2019 terminaron por demostrar que en la ciudad existían una serie de problemáticas que parecían estar a la sombra de esta imagen de urbe progresista que la administración Char presentaba.
Según datos de La Contratopedia Caribe y el Dane son alrededor de 797.114 personas sin, al menos, $338.666 mensuales para la satisfacción de sus necesidades básicas entre el acceso a la canasta familiar, servicios públicos, transporte, vivienda y demás servicios. Barranquilla se convirtió en la segunda ciudad del país en no garantizar las tres comidas diarias y, en el 2020, fue la primera ciudad con más incidencia de pobreza monetaria. Esto impactó en el declive de la favorabilidad de Pumajero en su gobierno y tuvo un efecto rebote en la imagen de Alejandro Char.
El escándalo de Centros Poblados también tocó a la casa Char
Si en Barranquilla el panorama era difícil para la imagen la casa Char, a nivel nacional comenzó con el escándalo de Centros Poblados en el que se desembolsaron setenta mil millones de pesos por un contrato que no se ejecutó y que tenía como objetivo llevar internet a las zonas más apartadas de Colombia.
Si bien gran parte del costo político lo pagó el Gobierno nacional, la mayor cuota de responsabilidad recayó sobre la entonces ministra de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Karen Abudinen, quien había ocupado las Secretarías de Gestión Social y de Educación en alcaldías en la era de la casa Char (2008-2022).
En este sentido, fue inevitable que el revuelo mediático y social originado por el incumplimiento del contrato y el desembolso anticipado de los setenta mil millones no salpicara al exalcalde ya que la entonces ministra, a pesar de su experiencia administrativa y amistad con el presidente, se percibía como una cuota de esta casa política en el Gobierno Duque.
El factor Aída Merlano
Otro hecho que sin duda impactó la precandidatura de Alex Char fue la extensa entrevista que concedió este año la exsenadora y prófuga de la justicia colombiana Aida Merlano a la Revista Cambio. En ella, no solo reveló detalles oscuros sobre cómo funciona el sistema político en la ciudad, sino también el rol de la casa Char en él.
Esa entrevista hizo nacional la naturalizada discusión local sobre la compra de votos y las estructuras clientelares presentes en la ciudad. Es decir, la política barranquillera pasó a estar bajo escrutinio constante de medios de comunicación, columnistas e investigadores nacionales, lo que produjo una matriz de información muy desfavorable a esta casa política.
Asimismo, las recientes declaraciones sobre su precaria partición en campaña también revivieron el debate alrededor del poco avance de las investigaciones que involucran a Alex Char en el pago de coimas, además del desvío de recursos públicos.
Parroquializó el debate
Un error durante la campaña pudo haber sido parroquializar el debate, centrar toda su oferta política en lo hecho en Barranquilla y no entender que era una competencia nacional que demandaba no solo asumir un discurso de país ,sino salir del Caribe y recorrer la geografía nacional para comprender las distintas realidades y problemáticas regionales para incorporarlas a su discurso y propuestas.
No asistió a los debates
No asistir a los debates no solo hizo que perdiera una vitrina nacional, sino que sembró dudas con respecto a su visión de país y si su plataforma política iba más allá del Atlántico, ya que temas neurálgicos para el desarrollo nacional como la política exterior, el narcotráfico, la seguridad y defensa, la lucha contra la corrupción, la paz y la política fiscal, entre otras, estuvieron ausentes en su campaña.
El hecho de que su eslogan de campaña prometiera convertir a Colombia en otra Barranquilla fue una estrategia que evidenció que Char no encuentra diferencias entre las regiones. Algo similar sucedió con el uso de la red social TikTok, ya que la gente no entendió el mensaje que quería transmitir; más allá de aspectos de su vida personal presentados con extrema informalidad, el contenido político de los videos fue superficial y local.
¿Se debilita la casa Char?
Sin embargo, toma por sorpresa la derrota de Char, y todo parece indicar el debilitamiento de una de la casa política regional más poderosas del país. Esto se evidencia en su estructura política y que sus aliados regionales no cumplieron con las expectativas electorales planteadas, ya que no lograron igualar la votación obtenida en las elecciones de Congreso de 2018 o reeditar las de las locales de 2019.
Por ejemplo, Elsa Noguera en la Gobernación de Atlántico obtuvo 687.054 votos; Cotes en el Magdalena, 195.505; y Gnecco en el Cesar, 279.414 votos en las de Gobernación de 2019. Mientras que Alejandro Char en los comicios del domingo obtuvo en el Atlántico 355.719; en el Magdalena, 101.109, y en el Cesar, 38.797. Esto evidencia la marcada disminución de votos de los aliados de la casa Char en estos departamentos. Restándoles además un representante a la Cámara y un senador a su estructura política.
Para concluir, el panorama no es nada alentador para los Char y aún falta la configuración del legislativo en cabeza de quien sería el nuevo Presidente de la República, escenario en el que las casas políticas tendrán que evaluar su rol como aliados u opositores y reconfigurar sus interacciones clientelares con el fin de recuperar lo perdido en las elecciones de Congreso.
Alejandro Char intentará recuperar su imagen de excelente ejecutor y administrador, volviendo a la Alcaldía de Barranquilla, que es su escenario natural y le permitirá recomponer su imagen tanto en la ciudad como nacionalmente. Además, buscará quitarle poder a la nueva fuerza política liderada por Gustavo Petro, que viene ganando protagonismo en Barranquilla y la Región Caribe.