Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
Sobre el modelo de atención en salud. Petro estatizaría su operación. Duque trabajaría por la prevención pero no dice cómo. De la Calle, Fajardo y Vargas, construyen sobre lo construido.
Se ha vuelto un lugar común en el país y entre los políticos decir que la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud son importantes. Pero ese discurso se ha tornado vacío y no se traduce en cambios de fondo. En la lista de planteamientos de la campaña de Duque se limita a decir algo semejante: que se va a trabajar por la prevención para reducir las enfermedades crónicas. Estamos todos de acuerdo pero, ¿cómo lo pretende hacer?
En las propuestas de De la Calle, Fajardo, Petro y Vargas Lleras hay planteamientos interesantes para analizar sobre estas materias, que presuponen cambios de fondo en el modelo de atención y en la cultura ciudadana sobre la salud. Un nuevo modelo de atención como el que ha puesto a andar el actual gobierno, con capacidad de resolver alrededor del 80% de los problemas de salud en el nivel de baja complejidad, cercano al hogar, al lugar de estudio o de trabajo de las personas.
De la Calle lo resume en “Crear Salud”; un cambio pertinente y de estructura, para pasar de lo que su campaña llama la industria de la enfermedad en que nos encontramos hoy, a generar salud con la participación de las personas sobre el conocimiento de sus riesgos de enfermar y sobre su capacidad de gestionarlos para eliminar o minimizar su impacto. Propone equipos interdisciplinarios extra-hospitalarios de profesionales de la salud que visiten las residencias de los ciudadanos para colaborarles en estos propósitos. También enfatiza reducir el consumo de sustancias psicoactivas y plantea evaluar el Plan Decenal de Salud Pública, revisar sus metas y definir el nuevo plan para el decenio de 2022 a 2031.
Petro plantea algo igual que denomina “territorios saludables”; semejante a lo que hizo en Bogotá con mucha burocracia innecesaria y logros limitados. En su propuesta va más allá de otros candidatos y la enfoca en cinco áreas prioritarias en materia de salud pública: madres gestantes, lactantes y niños; nutrición; atención a víctimas del conflicto armado; mejoramiento del medio ambiente; y prevención más atención integral sobre el consumo de sustancias psicoactivas.
Fajardo define también unas prioridades a atender de la salud pública, en el marco de la implantación de un modelo semejante al descrito por los dos candidatos anteriores: esquemas de vacunación completos, erradicar el hambre en el territorio nacional con una dieta nutritiva, aumentar la cobertura de agua potable y alcantarillado en zonas rurales, promover hábitos de vida saludable con énfasis en el ejercicio y reducir el consumo de sustancias psicoactivas.
Vargas Lleras focaliza este aspecto de su propuesta en desarrollar un modelo de medicina familiar. Hace énfasis en la formación del recurso humano para lograr transformar la atención en salud centrada en las personas, cercana al hogar, al lugar de trabajo o de estudio.
El “gate keeper” o puerta de entrada al sistema con un médico especializado en medicina familiar luego de finalizar su pregrado, que trabaja en equipo interdisciplinario integrador del servicio a los ciudadanos. Esto funciona bien en países anglosajones y en varios de los sistemas de salud europeos, entre otros; ayuda a mantener sana la población y a atenderla con prontitud y capacidad resolutiva. Le hace mucha falta al sistema de salud colombiano. Su meta de formar dos mil médicos de familia en los cuatro años de mandato se queda corta ante las necesidades que tenemos. En Canadá, por ejemplo, el cincuenta por ciento de los médicos son generalistas o de familia. En ese orden de ideas en nuestro país necesitamos alrededor de 45 mil.
Mejorar el sistema de garantía de calidad en la prestación de los servicios de salud se encuentra en los programas de Fajardo, De la Calle y Vargas Lleras. Los tres plantean aspectos para fortalecer los requerimientos técnicos de acreditación y habilitación tanto de EPS como de IPS. Ninguno de ellos propone eliminar las EPS, pero si les incrementarían las exigencias para que cumplan mejor sus responsabilidades de gestionar los riesgos financieros y de salud de sus afiliados y de establecer una red de prestadores de buena calidad.
Los tres plantean mejorar la calidad de los hospitales públicos; Vargas Lleras con el establecimiento de redes de acuerdo al modelo de atención y generando un estatuto especial para los niveles de dirección de hospitales públicos y con un escalafón de gerentes; Fajardo, con el giro directo y la meritocracia en la elección de los directivos, junto a políticas de información pública de cada entidad; De la Calle insiste en los rankings públicos de EPS e IPS que sean transparentes y fuentes de información para toma de decisiones, que incluyen el cierre de EPS si no demuestran calidad. Vargas también propone instaurar un sistema de información integrado.
Este planteamiento es uno de los propuestos por Duque para el sector salud y propone que todo el sistema de salud esté en línea y sea coordinado y evaluado mediante el uso de Big Data.
En el caso de Petro, centra su propuesta en los “territorios saludables”, menciona una red público privada, con la atención primaria y la salud pública en cabeza de los hospitales públicos y las atenciones de mediana y alta complejidad con estos mismos e instituciones privadas; todo ello gestionado por el Estado a nivel nacional y territorial. Su propuesta de estatización estaría concentrada además en eliminar las EPS y entregar sus funciones al Estado con un fondo único de salud “que estará a cargo del recaudo, la administración, el pago y el control de los recursos en coordinación vinculante con los consejos nacional y territoriales, el Ministerio de salud y protección social y las autoridades sanitarias a nivel de departamentos, municipios y territorios indígenas y afrodescendientes”.
Un gran Seguro Social nacional con cuarenta y cinco millones de afiliados. Esta propuesta de Petro, con los antecedentes de politiquería y clientelismo que tiene el país, que condujeron a las historias de ineficiencia y mala administración del antiguo ISS, Cajanal, Caprecom, a las que se suman las más recientes de Capital Salud durante su alcaldía y con Savia Salud en la actualidad, generan una gran alarma. Muchos en el sector consideran que no es una alternativa conveniente y podría significar un gran retroceso.
En resumen, en cuanto al modelo de atención integral en salud (MIAS) presentado por el actual gobierno hace dos años, las campañas de De la Calle, Fajardo y Vargas Lleras construyen sobre lo construido, con propuestas que buscan avanzar en el desarrollo de las rutas integrales de atención, las redes integradas de servicios y la gestión integral de los riesgos en salud, sustentados en el modelo mixto de atención público-privado que tiene el país y pretendiendo fortalecer su operación. Duque menciona solamente que va a trabajar por la prevención para disminuir el impacto de las enfermedades crónicas y propone utlizar la Big Data para que el sistema se coordine en línea, pero no profundiza cómo trabajaría el modelo. Petro estatizaría la atención en salud, lo que buscó implementar durante su alcaldía en Bogotá.