La semana pasada se presentó un cambio de jefe de cartera en el Ministerio de Cultura, las Artes y los Saberes, de Patricia Ariza hacia el ministro encargado Ignacio Zorro. En retrospectiva y mirando más allá del trance de liderazgo ministerial, se visualiza una nueva etapa en los procesos de esta cartera.

En conversación con tres actores importantes en el sector de arte y cultura en la ciudad de Cartagena, se puede hacer un balance de los procesos adelantados y cambios relevantes de MinCultura y los nuevos retos a enfrentar.

Las voces para este diálogo fueron Iván Sanes, director de Icultur, Roberto Ríos, reconocido artista de Cartagena y Jorge Alvis, director de la Maestría en Desarrollo y Cultura de la Universidad Tecnológica de Bolívar, también director del nuevo Observatorio de Economía Creativa y Cultural de Cartagena y Bolívar.

En unanimidad, se entiende que el mayor impacto en la gestión de MinCultura es el incremento de un 25% de su presupuesto frente al año anterior, unos $701 mil millones para el 2023. Esto incrementa las capacidades de la institución y mayor financiación para los artistas desde diferentes convocatorias y estímulos.

Igualmente, todos consideramos que aún así hacen falta mayores recursos a una cartera que tiene una carga histórica de pauperización económica. Esto para que logre llegar con solvencia a los territorios y en especial zonas rurales, donde menos se invierte en arte y cultura. 

Considerando lo planteado por Jorge Alvis, si se busca fortalecer la cultura de la paz, es precisamente potencializando las iniciativas territoriales en arte y cultura para lograr impactar en los espacios en que la guerra dejó olvidos y destrucción del tejido social, desarraigo, entre otras.

Para incrementar estos recursos de forma sostenible, Iván Sanes, en una primera instancia, considera que ante el incremento del presupuesto se debe asumir con celeridad e irradiar recursos a los territorios consolidando las experiencias técnicas y profesionales con que cuenta MinCultura.

Esto implica que los cambios a nivel burocrático no sean ni elevados ni se cambien abruptamente los cargos existentes, ya que en ambos casos se ralentiza los procesos y se sobrecarga administrativamente las funciones de la entidad.

En una segunda instancia, se debe promover reformas que fortalezcan el sector tocando mínimamente el Presupuesto General de la Nación, básicamente desde cinco líneas de inversión: 

  1. Disminuir la base gravable de 3 a 1 UVT en la boletería en la ley de Espectáculos Públicos.
  2. Excluir de la ley 863 de 2003 en su artículo 47 la estampilla Procultura.
  3. Reorientar recursos de regalías en los entes territoriales para que estimulen la cultura.
  4. Revisar normas y reglamentaciones (decreto 2012 de 2017, ley 1328 de 2009, por ejemplo) que permitan mejorar las condiciones económicas de los gestores culturales.
  5. Revisar y ajustar el Impuesto Nacional al Consumo (INC) para telefonía móvil (ver la propuesta completa de estas cinco líneas de inversión en Metro).

Retornando los logros de MinCultura en lo que se le denomina el gobierno del cambio, Roberto Ríos resalta la convocatoria de estímulos más grande para artistas, se mantuvo CoCrea, se crea el nuevo decreto reglamentario Sinefac (Sistema Nacional de Educación y Formación Artística y Cultural) para fortalecer la educación y la cultura, se avanzó para la creación de la Ley de Música, se mantuvieron y ampliaron los programas de salas concertadas con el programa Nacional de Concertación y hubo apoyo integral al área de teatro y circo, el cual se encontraba en total abandono. 

Según Ríos, ha sido el Ministerio que en menor tiempo avanzó en gestión y resultados. Dentro de la formulación de la ley de Música se encuentra el Plan Nacional de Música para la Convivencia, el cual ha tenido un fuerte cuestionamientos ya que existe el temor en el sector frente a “copiar” por parte del Ministerio el sistema orquestal venezolano en Colombia.

El día 28 de febrero se socializó el Plan Nacional de Música para la Convivencia por parte del equipo técnico del Ministerio y liderado por el actual ministro encargado Ignacio Zorro, exponiendo de entrada que este proceso está en construcción y el mismo cuenta con enfoque diferencial y territorial. 

Aun así, desde las voces de gestores culturales, docentes, músicos, compositores, directores de orquesta de la capital y algunos de las regiones (principalmente vía Microsoft Teams) se puede resumir dentro de las diferentes posiciones, que el sentido de “unidad” del Plan Nacional de Música va en contravía de las realidades epistémicas, étnicas y culturales de Colombia en relación a la producción musical. 

Igualmente, para resaltar está la existencia de 20 mil bandas en Colombia que no cuentan con reconocimiento ni de MinCultura ni MinEducación, insatisfacción manifiesta dentro de la socialización del Plan Nacional de Música para la Convivencia.

En cuanto el cambio de distinción de: Ministerio de Cultura (MinCultura) a Ministerio de Cultura, las Artes y los Saberes (Mi CaSa), proyecto que se radicó a finales del año 2022, Jorge Alvis y Roberto Ríos consideran que es una distinción más coherente con las realidades, necesidades y representaciones culturales en que se inscriben el universo artístico de Colombia, por lo cual esta coherencia es un acierto en términos de inclusión y desarrollo de la diversidad artística del país.

Finalmente, como elementos pendientes a resaltar se encuentra la expansión de los Observatorios de Cultura y Economía en el país, los cuales vienen de un proceso extendido y potencializado desde la resolución 140 de 2021. 

En el 2022 se consolidaron en Barranquilla, Pasto, Medellín y Cartagena sumado a los ya existentes de Cali, Ibagué y Medellín y su Área Metropolitana (el nuevo es de proyección departamental, Antioquia). 

Jorge Alvis, como director del Observatorio de Economía Creativa y Cultural de Cartagena y Bolívar, considera que es relevante dinamizar el nuevo observatorio en la ciudad, ya que  no se cuenta con las claridades suficientes en el comienzo de este año por parte de MinCultura sobre los lineamientos y posible financiación al mismo.

Se presentan inquietudes, olvidos, reajustes y críticas a uno de los ministerios con mejores resultados en todos los tiempos, que, a la vez, son altas expectativas a la hora de ejecución de los procesos y en eso, en esta etapa de formalización, es  realmente el gran reto del nuevo jefe de cartera encargado o por designar en MinCultura.

Master en Desarrollo Social y Antropólogo. Miembro del Grupo de Etnomusicología Circolo Amerindiano (Argentina –Italia) y de la Asociación Colombiana de Antropología.