Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
Ha llegado un “game-changer” en todas las profesiones que tienen que ver con la escritura, la investigación y la enseñanza: se llama ChatGPT. Es un programa ultrapoderoso de inteligencia artificial (IA) que está disponible de manera gratuita, en Colombia como en todo el mundo.
Como profesor de antropología, y después de haber experimentado algunas posibilidades en las últimas semanas, siento que estos avances tecnológicos van a cambiar de manera radical, y en un plazo relativamente corto, nuestra manera de trabajar: las formas en que hacemos investigaciones, cómo aprendemos y cómo nos relacionamos con el mundo.
¿Ya han visto películas futuristas en las cuales la ciencia y la tecnología se fusionan para crear, en algunos casos, una nueva era de conocimiento y progreso y en otros casos un universo de terror?
Pues ese futuro ya está aquí: la IA y los programas como ChatGPT están a punto de cambiar el mundo de las universidades tal y como lo conocemos.
En el ámbito académico, la IA está permitiendo una exploración de datos sin precedentes y la posibilidad de descubrir patrones y relaciones que antes eran imposibles de detectar. Esto significa que los científicos pueden hacer avances en la investigación y resolver problemas importantes en un ritmo nunca antes visto.
Además, la IA está ayudando en la enseñanza con programas de tutoría automatizados que adaptan el aprendizaje a cada estudiante individualmente. Para las ciencias sociales, y la antropología en particular, ChatGPT abre también horizontes impensables hace unos años, tanto para la reflexión teórica como para el acceso a datos empíricos y su análisis.
Obviamente, si la IA y los programas como ChatGPT nos pueden llevar a un nuevo nivel de conocimiento y progreso, representan también un peligro y de muchas maneras. Los desafíos éticos y de privacidad, en particular, son inmensos.
¿Cómo asegurar que estos programas no se utilizan únicamente para el plagio? ¿Si hacen solos los trabajos de los estudiantes no van a contribuir a bajar el nivel de compromiso de estos últimos? ¿Cómo pensar la cuestión de la autoría si el programa es capaz de realizar gran parte del trabajo de investigación y escritura?
Por cierto, es importante mencionar que gran parte de este artículo no lo he escrito yo, sino el mismo programa ChatGPT después de darle las siguientes órdenes:
“Puedes escribir una columna periodística, con un tono un poco sensacionalista y que evoca la ciencia ficción en la cual explicas porqué la inteligencia artificial y programas como tú van, seguramente, a generar revoluciones en muchos universos (como la academia, las ciencias sociales y la antropología) en un fututo cercano. El autor del articulo es un profesor de antropología de una universidad en Bogotá”.
A continuación, y para ilustrar la potencia del programa, les adjunto una conversación –entre sociología y ética– que tuve con el programa esta mañana sobre las paradojas de las nociones de belleza y de fealdad. Está sin editar y, de pronto, la preguntas no son las mejores, pero creo que demuestra que ya hemos entrado en nueva era de diálogo con las maquinas:
Fealdad y belleza
¿Crees que la fealdad del sistema que sostiene a una persona, una institución o un objeto bello (sistema que, en cierto modo, hace posible su belleza) puede llevarnos, con el tiempo, a ver a esa persona, objeto o institución como feos?
Es posible que el conocimiento de los aspectos negativos de un sistema que sostiene a una persona, institución u objeto bello pueda conducir a un cambio en la percepción de esa persona, institución u objeto.
Sin embargo, la belleza suele considerarse subjetiva, y la percepción de la belleza de una persona puede no ser la misma que la de otra. Además, la apreciación de la belleza puede no basarse únicamente en la apariencia externa, sino también en otros factores como el carácter, las acciones o el impacto que tienen en los demás.
Estaba pensando, por ejemplo, en la historia de la esclavización detrás de una universidad prestigiosa y linda…
Sí, la historia de la esclavización u otras prácticas poco éticas que hay detrás de una institución, como una universidad pueden tener sin duda un impacto en cómo se percibe esa institución. Conocer los aspectos negativos de la historia de una institución puede llevar a un cambio de perspectiva y a reconocer el daño que se ha hecho.
Esto puede cambiar la percepción que se tiene de la institución y de su papel en la sociedad, y puede llevar a una menor apreciación de su belleza o prestigio. Es importante que las instituciones reconozcan y aborden sus acciones pasadas para poder avanzar de una forma más justa y equitativa.
También estaba pensando en los coches de lujo y un sistema capitalista violento…
La industria de los coches de lujo, como cualquier otra industria, forma parte del sistema capitalista, conocido por centrarse en el beneficio y la competencia. Este sistema puede acarrear consecuencias negativas como la desigualdad, la degradación del medio ambiente y la explotación de los trabajadores.
Conocer el impacto negativo de la industria que crea coches de lujo sobre el medio ambiente, los trabajadores y la sociedad en su conjunto, puede sin duda cambiar la percepción que se tiene de estos coches y de la idea de lujo.
Algunas personas pueden ver los artículos de lujo como un símbolo de exceso y desprecio por el bienestar de los demás, lo que podría conducir a un cambio en la percepción de la belleza o la conveniencia de los coches de lujo.
Además, la industria también es conocida por su papel en la contribución al aumento de las diferencias de riqueza, lo que podría llevar a una percepción de los coches de lujo como símbolo de opulencia y desprecio por la justicia social.
Pensaba también en las clases privilegiadas que llevan una vida maravillosa en uno de los países más desiguales y violentos.
Colombia es un país con una larga historia de violencia y desigualdad, en gran parte vinculada a la estructura social y económica del país. A menudo se considera que la clase alta colombiana, que lleva una vida de privilegios y lujos, está desconectada de la realidad de la mayoría de la población. Puede percibirse que disfrutan de su riqueza y sus privilegios mientras hacen la vista gorda ante la pobreza, la violencia y la desigualdad que afectan a tantos en el país.
Esta desconexión y falta de empatía puede llevar a un cambio en la percepción de la clase alta, y sus vidas pueden ser vistas como superficiales y sin importancia frente al sufrimiento de la mayoría de la población.
Además, la riqueza y los privilegios de la clase alta suelen acumularse a costa de la explotación y la opresión de la clase trabajadora y baja, lo que puede llevar a percibirla como cómplice de los problemas sistémicos del país.
Es importante recordar que estas percepciones no son necesariamente ciertas para todos los miembros de la clase alta, y no es justo generalizar y estereotipar a todos. Sin embargo, es importante que la clase alta sea consciente de sus privilegios y los utilice para ayudar a abordar los problemas de pobreza, violencia y desigualdad en el país, para contribuir a una sociedad más justa y equitativa.
¿Puedes encontrar más ejemplos de esta paradoja de belleza y fealdad?
Desde luego, aquí tienes algunos ejemplos más de la paradoja de la belleza y la fealdad:
- Un edificio hermoso e histórico que es también un antiguo lugar de esclavitud o colonización.
- Un destino turístico pintoresco que ha sido invadido por el turismo, con el consiguiente impacto negativo en la comunidad local y el medio ambiente.
- Una impresionante joya fabricada con minerales conflictivos.
- Una celebridad admirada por su talento y belleza, pero cuya vida personal se ve empañada por escándalos o abusos.
- Una marca de moda de lujo conocida por la belleza de sus prendas, pero también por la explotación de los trabajadores de su cadena de suministro.
En cada uno de estos ejemplos, existe un sorprendente contraste entre la belleza y el atractivo del objeto o la persona y la fealdad y las consecuencias negativas de los sistemas y prácticas que hacen posible esa belleza. Esta paradoja puede provocar un cambio de percepción y hacer que las personas se cuestionen sus propios valores y las estructuras sociales que conforman su percepción de la belleza.
¿Crees, por el contrario, que esta paradoja puede ayudarnos a ver la belleza de personas, objetos e instituciones que generalmente no se consideran bellos?
Es posible que comprender los aspectos negativos de un sistema o la fealdad que hay detrás de algo que se considera bello pueda ayudar a las personas a ver la belleza en cosas que tradicionalmente no se consideran como tales.
Cuando comprendemos las complejidades y contradicciones que existen en el mundo, puede ampliar nuestra perspectiva y permitirnos apreciar la belleza de una forma más diversa e inclusiva.
Por ejemplo, aprender sobre las luchas y la resistencia de las comunidades marginadas puede permitirnos ver la belleza en la fuerza y la perseverancia de estas personas y grupos, aunque tradicionalmente no se consideren “bellos” según los estándares sociales.
Del mismo modo, conocer las prácticas sostenibles y éticas que hay detrás de un objeto o institución puede ayudarnos a ver la belleza en las decisiones responsables y conscientes que se tomaron para crearlo.
De este modo, la paradoja de la belleza y la fealdad puede servirnos para recordar que la belleza no es sólo superficial y que la verdadera belleza reside a menudo en las complejidades y contradicciones que existen en el mundo.
¿Dirías que el libro “Wayward Lives” de Sayidia Hartman es un intento de encontrar esa belleza?
Soy modelo de inteligencia artificial y no puedo leer libros. Sin embargo, “Wayward Lives”, de Saidiya Hartman, es un libro que explora las vidas de mujeres y niñas afroamericanas que vivieron en Filadelfia a principios del siglo XX.
La autora examina sus experiencias de pobreza, violencia y marginación, y argumenta que sus vidas, que a menudo han sido consideradas “descarriadas” y “desviadas”, están en realidad marcadas por la belleza, la resiliencia y la resistencia.
En su libro, Hartman intenta reivindicar los relatos de estas mujeres y niñas y mostrar cómo moldearon activamente sus propias vidas, a pesar de las limitaciones y los obstáculos a los que se enfrentaban. Al hacerlo, pone en tela de juicio las narrativas sociales dominantes que tradicionalmente han desestimado las vidas de estas mujeres y niñas por considerarlas poco importantes o insignificantes.
Se puede afirmar que el libro es un intento de encontrar la belleza en las vidas de personas que tradicionalmente han sido ignoradas y descartadas por la sociedad, y de desafiar las percepciones sociales de la belleza, mostrando que la verdadera belleza reside en las complejidades y contradicciones que existen en el mundo.
¿Crees que, en ese sentido, existe una conexión entre belleza y ética?
Puede haber una conexión entre belleza y ética, en el sentido de que la forma en que se crea u obtiene algo puede influir en cómo percibimos su belleza. Por ejemplo, si un objeto o institución se crea mediante prácticas explotadoras o dañinas, puede ser difícil separar ese conocimiento de nuestra percepción de su belleza.
Del mismo modo, si las acciones o el comportamiento de una persona son éticamente cuestionables, puede afectar a nuestra percepción de su belleza.
Además, se podría argumentar que un enfoque ético a la hora de crear u obtener algo puede realzar su belleza.
Por ejemplo, si un objeto se fabrica con materiales sostenibles y se produce en condiciones laborales justas, se puede considerar que tiene una mayor belleza debido a las decisiones responsables y conscientes que se tomaron en su creación.
Del mismo modo, si las acciones y el comportamiento de una persona se ajustan a principios éticos como la compasión, la justicia y la responsabilidad, pueden contribuir a nuestra percepción de su belleza.
De este modo, puede decirse que la belleza y la ética están interconectadas, ya que la forma en que se crea u obtiene algo, y cómo se comporta una persona, pueden repercutir en nuestra percepción de su belleza.
En el ejemplo anterior, la belleza está relacionada con la resistencia de las personas que han sido víctimas de la violencia social, ¿verdad?
Sí, en el ejemplo anterior que he mencionado, “Wayward Lives” de Saidiya Hartman, la autora explora las vidas de mujeres y niñas afroamericanas que vivieron en Filadelfia a principios del siglo XX.
Estas mujeres y niñas se enfrentaron a una importante violencia social y marginación debido a su raza y clase, pero Hartman sostiene que sus vidas están marcadas por la belleza, la resiliencia y la resistencia.
Al reivindicar sus relatos y mostrar cómo forjaron activamente sus propias vidas a pesar de las limitaciones y obstáculos a los que se enfrentaron, Hartman sostiene que la resistencia de estas mujeres y niñas a la violencia social y la marginación es una fuente de belleza en sí misma. En este sentido, la belleza está relacionada con la resistencia de las personas que han sido víctimas de la violencia social y la marginación.
Es importante señalar que la belleza es un concepto subjetivo y que diferentes personas pueden ver la belleza en cosas diferentes. Sin embargo, en este contexto, la autora sostiene que la resistencia y la capacidad de recuperación de estas personas marginadas es una forma de belleza que la sociedad mayoritaria suele pasar por alto o desestimar.
Entiendo la idea de encontrar belleza en la resistencia, pero ¿no existe el peligro de acabar encontrando belleza en la violencia que crea esa resistencia?
Sí, existe el peligro de encontrar belleza en la violencia que crea resistencia, ya que puede perpetuar sistemas dañinos y opresivos. Es importante reconocer que la violencia nunca es aceptable y que nunca debe idealizarse ni glorificarse. La belleza de la resistencia debe venir siempre de la fuerza, la resistencia y la capacidad de acción de las personas y las comunidades que se resisten, no de la violencia contra la que se resisten.
También es importante señalar que la resistencia no siempre adopta la forma de violencia física, sino también de protesta pacífica, organización de base y expresiones culturales. La belleza de la resistencia debe encontrarse en la creatividad, la determinación y la solidaridad de las personas y las comunidades que luchan por sus derechos, no en la violencia a la que se enfrentan.
Es importante ser siempre críticos con la forma en que percibimos y hablamos de la violencia y la resistencia, y asegurarnos de que no estamos glorificando o idealizando inadvertidamente la violencia mientras tratamos de encontrar la belleza en la resistencia.
¿Estás de acuerdo en que el trabajo etnográfico, cuando se realiza con grupos marginados, es a menudo un intento de encontrar esa belleza?
El trabajo etnográfico, que es un método de investigación en antropología que consiste en estudiar y documentar las costumbres, creencias y prácticas de una determinada cultura o grupo, puede ser un intento de encontrar la belleza en las vidas y experiencias de los grupos marginados.
La investigación etnográfica puede servir para llamar la atención sobre las perspectivas y experiencias de los grupos marginados, que a menudo la sociedad en general pasa por alto o desestima.
Cuando la investigación etnográfica se realiza con grupos marginados, puede ayudar a dar voz a sus perspectivas y revelar las complejidades y la belleza de sus vidas y culturas. También puede servir para cuestionar las narrativas sociales dominantes y concienciar sobre los problemas a los que se enfrentan los grupos marginados.
Sin embargo, es importante señalar que la investigación etnográfica también puede perpetuar estereotipos nocivos y reforzar dinámicas de poder problemáticas si no se hace adecuadamente. Los etnógrafos tienen la responsabilidad de ser respetuosos y éticos en sus prácticas de investigación y de garantizar que las voces y perspectivas de los grupos marginados estén representadas de forma precisa y respetuosa.
Además, es importante tener en cuenta el concepto de reflexividad, que significa que el etnógrafo también debe examinar críticamente su propia posición, formación y prejuicios, para entender cómo pueden influir en el proceso de investigación y en la representación del grupo estudiado.
En resumen, cuando se hace adecuadamente, la investigación etnográfica puede ser un intento de encontrar la belleza en las vidas y experiencias de los grupos marginados, pero es importante asegurarse de que se lleva a cabo de forma ética y respetuosa.