Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
El 13 de marzo de 2022, Colombia acudirá a las urnas a renovar la totalidad de su Congreso. Muchos afirmarían que es un proceso democrático normal que se repite cada cuatro años y no tiene mayor diferencia a otras jornadas anteriores. No lo creemos así. Estas elecciones serán históricas, pues será la primera vez en la historia política moderna que tendremos varias consultas presidenciales de distintos espectros políticos.
En varios países, como Chile o Estados Unidos, es tradición (y están institucionalizadas) estas elecciones, en donde los ciudadanos acuden a elegir el candidato oficial de un partido o coalición. Ellos les llaman primarias. Para marzo de 2022, podríamos afirmar que Colombia tendrá unas elecciones primarias que coincidirán con las legislativas, siendo un hito en la historia política reciente de nuestro país.
Esta coincidencia también trae una situación inédita, pues varias fuerzas políticas buscarán jalonar las listas al congreso por medio de las primarias, buscando proyectar el capital político que tienen varias campañas presidenciales en el nuevo congreso. ¿Lo lograrán? Está por verse, pero esta apuesta por sí sola constituye un cambio de juego para la política colombiana.
Además, la coyuntura política actual puede traer nuevos cambios en la composición del nuevo Congreso. Un estallido social, una crisis económica sin precedentes, un gobierno impopular y desgastado, sumado con la emergencia de nuevas listas y cambios dentro de los diferentes partidos políticos sin duda pueden causar un sacudón en el Senado y la Cámara de Representantes. Esta elección elegirá 102 senadores (100 de la circunscripción nacional, que es la que analizaremos, y dos de la circunscripción indígena), sumadas a las cinco que se le garantiza al Partido Comunes por el Acuerdo de Paz y una que se le otorga al que quede segundo en la elección presidencial.
Este artículo busca construir un análisis de las dinámicas políticas a nivel del Senado (no se analizará la Cámara de Representantes), para poder hacer una primera aproximación de cómo quedaría conformado la cámara alta para el periodo 2022-2026.
¿Cómo se hará este ejercicio? Este articulo usará una metodología mixta, en donde se revisarán, a nivel municipal, los resultados de los partidos y candidatos presidenciales en 2018 para encontrar los nichos de dominio de cada fuerza política. Este análisis cuantitativo se hará mediante k-means, un método de agrupación que hemos empleado en anteriores artículos.
Es un método en el que podemos segregar un número cualquiera de datos y agruparlos con sus similares. Descubre patrones y relaciones que, a priori, podemos desconocer. Así, si analizamos el comportamiento electoral empleando esta técnica, podremos agrupar a los municipios de Colombia que tengan un patrón de voto similar hacia un candidato o partido X. Esta técnica define un valor medio por grupo y delimita al resto de acuerdo con su cercanía con este valor (por eso los municipios con patrones similares quedan agrupados entre sí).
Esta técnica de “clustering” nos permite agrupar a los municipios de acuerdo con sus tendencias electorales y luego determinar si existe algún tipo de patrón territorial.
Con estos datos se hará un análisis cualitativo del estado de cada lista de acuerdo con el contexto político actual. ¿Quién está fortalecido? ¿Quién está debilitado?. Teniendo esta evaluación, se hará una tabla de expectativas, en donde se evaluará qué se espera de cada partido. ¿Subirá? ¿Bajará? ¿Se mantendrá estable? Finalmente, con esto se construirá la proyección de votos y curules.
Análisis regional

Primero, como lo habíamos mencionado anteriormente, haremos un análisis de los datos de las elecciones legislativas y presidenciales de 2018 para saber, junto a la evaluación cualitativa, cómo están las fuerzas políticas en el arranque de la campaña.
En el año 2018, el partido Centro Democrático fue la fuerza política más votada para el Senado de la República, seguido de Cambio Radical, Partido Conservador y el Partido Liberal. Partidos como Alianza Verde lograron aumentar notablemente su participación con respecto a la elección inmediatamente anterior. Partidos como La U perdieron su mayoría, y nuevas fuerzas políticas como Lista de la Decencia y Colombia Justa Libres lograron pasar el umbral e irrumpir en el nuevo Congreso. Aunque este es el escenario nacional, las diferencias a nivel regional son notorias y las exploraremos.


Región Caribe

Para Senado, el dominio de Cambio Radical es contundente. Logró obtener casi el 26 % de los votos válidos. Las otras dos grandes fuerzas son el Partido Conservador y el Partido de la U, junto con el Partido Liberal, que quedó relegado a una cuarta posición. Este resultado se ve claro a nivel territorial, en donde la costa Caribe se fragmenta en estos partidos, con clústeres que reflejan el control de cada una de estas cuatro fuerzas. Cambio Radical (rojo oscuro – 54 municipios) fue sólido en Atlántico, Sucre y parte de Magdalena y Cesar; el Partido de la U (naranja – 39 municipios) fue fuerte en gran parte de Bolívar y algunos municipios de Córdoba; el Conservador (azul – 79 municipios), además de las zonas anteriormente mencionadas, logró controlar gran parte de La Guajira; mientras que el Liberal (rojo claro – 23 municipios) controló partes de Magdalena, Sucre y Córdoba. Para el Congreso, ninguna de las fuerzas denominadas alternativas logró capturar un número importante de votos.
No obstante, el panorama presidencial muestra otro escenario, en donde la izquierda (Gustavo Petro, morado) logró imponerse en el agregado y capturar un dominio territorial tremendo, siendo mayoría absoluta (promedio de 45 %) en 98 municipios de la Costa Caribe. En los otros dos clústeres, dominó Iván Duque (azul claro) o existió una competencia triple entre Duque, Petro y Vargas Lleras (amarillo).
¿Qué esperamos para 2022? En la costa Caribe a nivel legislativo, existen unas dinámicas claras y marcadas de casas y partidos políticos, donde la presencia de alternativos es baja. No obstante, a nivel presidencial, existe un fenómeno claro de surgimiento de la izquierda liderada por Gustavo Petro. En 2022 se espera un ciclo de alta participación (casi un 60 % de participación) teniendo en cuenta que esta región muestra mayor movilización en elecciones legislativas.
De acuerdo con el contexto político, se espera que Cambio Radical consolide su dominio territorial, llegando al 30 % de los votos válidos. Creemos que este crecimiento podría ser a costa del Partido Conservador, siendo esta una apuesta aparente de la casa Char. La fuerte caída esperada del Partido de La U podría beneficiar también tanto a Cambio Radical como al Pacto Histórico.
La llegada de Armando Benedetti, Roy Barreras y otras figuras regionales, junto con el dominio mostrado por Gustavo Petro en 2018, sugiere una fuerte irrupción de esta alianza de izquierda en el Caribe colombiano.
Fuerza Ciudadana podría obtener una presencia lo suficientemente fuerte como para pasar el umbral y tener representación en el nuevo Senado. Otras fuerzas alternativas y/o nuevas como Alianza Verde-Centro Esperanza, Nuevo Liberalismo, Estamos Listas o Salvación Nacional podrían obtener alguna participación, pero creemos que no lograrán superar el 4 % de los votos.
Región Central

Siendo la región central tan grande, la posibilidad de encontrar un vasto dominador es muy compleja. Los resultados agregados muestran una alta dispersión de fuerzas, siendo el Centro Democrático el ganador (se impuso con apenas el 16 % de los votos válidos). Sus inmediatos perseguidores son el Conservador y el Liberal. A nivel territorial, 116 municipios mostraron una alta competencia electoral (amarillo), en donde ninguna fuerza política fue capaz de capturar más del 20 % de los votos en promedio. El control del Partido Conservador (azul) sigue siendo notable en esta región, teniendo un dominio en 131 municipios, controla zonas como Norte de Santander, Cundinamarca y gran parte de Tolima y Huila. El Partido Liberal y Cambio Radical (rojo) se disputaron 114 municipios, concentrados mayoritariamente en Santander. Alianza Verde, como fuerza alternativa, ha logrado construir una estructura política robusta, logrando dominar en 89 municipios, todos en Boyacá.
A nivel presidencial, existe un robusto desempeño de la derecha colombiana, obteniendo el 47 % de los votos en el agregado y dominando 294 municipios, con un promedio del 64 % en estas entidades. En los restantes 156 municipios (mayoritariamente urbanos), aunque también se impuso el candidato del Centro Democrático, existió competencia electoral en la medida en que Fajardo (segundo en el agregado con un 24 %) y Petro (tercero con 18 %) lograron, en promedio, con más del 20 % de los votos cada uno.
¿Qué esperamos para 2022? Esta región del país se debate entre la alta competencia electoral y la hegemonía del conservadurismo y una irrupción de los verdes. La participación en las elecciones legislativas de 2018 fue baja, en comparación a las presidenciales del mismo año (50 % en legislativas vs. 59 % en presidenciales). Se espera que ese porcentaje pueda subir dos o tres puntos porcentuales ante un escenario general de alta participación en las últimas elecciones, sumado al posible arrastre de las primarias presidenciales.
El panorama en 2022 podría ser óptimo para Alianza Verde-Centro Esperanza, quien podría crecer a costas de ser el único alternativo con presencia para el Senado en departamentos como Santander, así como consolidar su dominio en Boyacá. La fuerte caída de La U podría beneficiar al Partido Liberal, quien podría aprovechar el vacío de poder que deja Cambio Radical sin Richard Aguilar.
Otros partidos como el Conservador o el Centro Democrático podrían caer, aunque no tan fuertemente. El Pacto Histórico y el Nuevo Liberalismo podría ganar terreno en los lugares donde la lista de la Coalición de la Esperanza sea muy débil, la coalición cristiana (Mira + Colombia Justa Libres) tendría un buen desempeño, mientras que Estamos Listas, Fuerza Ciudadana y Salvación Nacional quedarían relegadas, por debajo del 3 %.
Región Antioquia y Eje Cafetero

En esta región, a nivel legislativo, el Centro Democrático tuvo un dominio notable, llevándose más del 27 % de los sufragios en 2018. Muy detrás quedaron el Partido Liberal y Conservador, obteniendo el 14 % y 12 %, respectivamente. A nivel territorial, se refrenda el dominio del uribismo (azul claro), dominando en 44 municipios, entre ellos los del área metropolitana del Valle de Aburrá. El Partido Liberal (rojo – 56 municipios) logró tener un control sobre el norte de Antioquia y la gran mayoría del Eje Cafetero; El Partido de la U (naranja – 36 municipios) logró controlar en el sur de Antioquia, la costa del Urabá y varios municipios del centro – oriente de Antioquia; mientras que el Partido Conservador (azul – 42 municipios) logró dominar el oriente y parte del noroccidente antioqueño.
A nivel presidencial, Iván Duque se impuso con casi el 50 % de los votos válidos, seguido de Fajardo, que obtuvo el 31 %. La fuerza de la izquierda en esta región del país es baja, con Gustavo Petro registrando apenas un 10 % para las presidenciales. A nivel territorial, el dominio del actual presidente fue enorme, obteniendo, en promedio, el 66 % en casi 98 municipios. Fajardo logró ser competitivo (aunque ganó Duque) en 50 municipios (verde aguamarina), entre ellos, las cuatro capitales departamentales (Medellín, Armenia, Manizales y Pereira) y sus municipios aledaños. En el resto de los municipios (amarillo – 30 municipios), se impone Duque, aunque hay mayor competencia electoral con Petro y Fajardo.
¿Qué esperamos para 2022? Antioquia y Eje Cafetero es una región dominada por el uribismo, el Partido Conservado y Liberal. Se espera que la participación suba, luego de que en 2018 esta fuese la región con menor participación en legislativas (alrededor del 46,5 %). Se podría llegar a un 50 % en 2022.
Se espera una leve caída del Centro Democrático ante la no reelección de Álvaro Uribe como senador, el desgaste del actual gobierno y la irrupción de nuevas fuerzas políticas. Creemos que la presencia de Daniel Quintero podría influenciar las elecciones del Partido Liberal (que se consolidaría como segunda fuerza regional) y Pacto Histórico (siendo esta región adversa a la izquierda). El Partido Conservador podría mantenerse estable. El voto de opinión, junto con la estructura en ciudades como Manizales podría empujar a Alianza Verde-Centro Esperanza en esta región. Esperamos una elección importante de Mira + Colombia Justa Libres, llegando al 6 %. El Partido de La U, como en varias regiones, podría una fuerte caída. Nuevas listas como Nuevo Liberalismo y Estamos Listas creemos que podrían estar entre 5 % y 4 %, respectivamente. Fuerza Ciudadana y Salvación Nacional no superarían el 3 % en esta región.
Región Pacífico
En la región Pacífico, el ganador de las elecciones legislativas en 2018 fue el Partido de La U, seguido del Partido Liberal, Conservador y Cambio Radical. El dominio de estos partidos es bastante claro, con patrones bien marcados a nivel territorial. La U (naranja – 46 municipios) arrastra a casi todo el Valle del Cauca y Sur de Nariño; el Liberal (rojo – 44 municipios) controla parte de Nariño y el norte de Chocó; el Conservador (azul – 42 municipios) domina en Nariño; mientras que Cambio Radical (rojo oscuro – 46 municipios) tiene un vasto control sobre Cauca.
A nivel presidencial, Gustavo Petro se impuso con más del 35 % de los votos válidos, seguido de Duque con 28 % y Fajardo con 22 %. El dominio territorial de la izquierda (morado), al nivel presidencial, fue amplio y contundente, controlando 101 municipios con un promedio del 57 % del voto en estas entidades. La derecha (azul claro) logró sostener un control sobre 42 municipios, aunque el resultado de Petro en estos no fue nada despreciable (48 % de Duque vs. 25 % de Petro). En los restantes 35 municipios (amarillo), hay una altísima competencia electoral entre los tres candidatos presidenciales más votados en esta región. Aquí se aglutinan los grandes fortines de votación del Valle del Cauca (Cali – área metropolitana, Buga y Tuluá).
¿Qué esperamos para 2022? El Pacífico se debate entre ser un bastión de la izquierda en presidenciales y un fortín para los partidos tradicionales en las legislativas. Esta dicotomía potencialmente cambiará en 2022. La aparición de nuevas listas, sumado al difícil contexto político, económico y social del pacifico manifestado en el estallido social podría fomentar la participación electoral. Calculamos que podría pasar de un 47 % a 52 %.
Se espera que el Partido de la U pierda su posición hegemónica frente a Pacto Histórico, que creemos será la lista mas votada al Senado en esta región del país. Estos últimos han hecho una apuesta enorme en poder capturar la mayoría de los votos, articulando el voto presidencial e incorporando figuras con alto conocimiento político y social de esta zona del país.
El Partido de la U y el Liberal serían las otras dos fuerzas políticas mas votadas. La Alianza Verde–Centro Esperanza podría tener un buen desempeño en esta región, principalmente en el Valle del Cauca. Partidos como Cambio Radical o Centro Democrático podrían caer fuertemente, estando, ambos, muy por debajo del 10 % de los votos. Las fuerzas cristianas en coalición tienen un alto potencial de votos, aunque no es claro el impacto que puede tener el estallido social con el voto de esta lista. El Nuevo Liberalismo podría irrumpir con fuerza en esta región, oscilando un 4 o 5 % de los votos. Fuerza Ciudadana, Estamos Listas y Salvación Nacional quedarían relegadas en esta región.
Región Sur Oriente

La región Sur Oriente, para las elecciones de 2018, fue un enclave importante para el Partido Centro Democrático, quien se llevó el 22 % de los votos validos para el Senado. El Partido Liberal y La U fueron sus inmediatos perseguidores, mientras que el resto de los partidos estuvieron por el orden del 10 % o menos. A nivel territorial, tres partidos políticos mostraron fortaleza territorial. El Centro Democrático (azul claro – 30 municipios) tiene un fuerte despliegue en Casanare, Arauca y parte del occidente del Meta. El Partido Liberal (rojo claro – 37 municipios) tiene un buen desempeño, principalmente, en Putumayo, Caquetá y Amazonas. La U (naranja – 51 municipios) controla los restantes municipios del sur y la Orinoquia. El control territorial de este ultimo partido, si bien es mas vasto territorialmente, no tiene la misma expresión en términos de votos, siendo estos municipios poco poblados.
A nivel presidencial, esta fue la región en donde el ganador (el actual presidente) le sacó mayor ventaja a su inmediato perseguidor (en este caso, Gustavo Petro), imponiéndose con una diferencia de 26 puntos porcentuales (49 % vs 23 %). Esto, irremediablemente, tiene una expresión territorial contundente, con la derecha controlando 72 municipios (con un promedio de 59% en estas entidades), casi todos en Caquetá, Meta, Casanare, Arauca y Vichada. Petro (morado) logra controlar en 39 municipios, amasando un control importante en el sur amazónico del país. Esta es la única región en donde German Vargas (rojo oscuro – siete municipios) logró tener un control territorial marcado, aunque con pocos municipios.
¿Qué esperamos para 2022? La Orinoquía muestra un fuerte desempeño del Centro Democrático, tanto a nivel legislativo como presidencial. La participación en esta zona, empujada por una posible tendencia nacional, podría aumentar levemente, pasando de un 50 % a un 51 %.
Se espera, de acuerdo con la conformación de las listas, que el Centro Democrático logre mantenerse relativamente estable en esta región del país, capturando alrededor del 20 % de los votos. Esta misma proyección de estabilidad se espera para el Partido Liberal, Conservador y Cambio Radical. Se presume que La U caerá, igual que en la mayor parte del país, aunque esa reducción podría ser menor. Listas como Alianza Verde-Centro Esperanza y Pacto Histórico podrían tener un desempeño notable, oscilando entre 7 y 8 % cada una. Los partidos asociados a votantes cristianos (Mira + Colombia Justa Libres) podrían tener una votación interesante. El Nuevo Liberalismo podría llegar al umbral del 3 % en esta región, mientras que Fuerza Ciudadana, Estamos Listas y Salvación Nacional, al igual que en otras regiones, quedarían muy por detrás del resto de las listas.
Región Bogotá

En Bogotá los resultados son notablemente distintos a los del agregado nacional, tanto a nivel legislativo como presidencial. A nivel de Senado, Alianza Verde se impuso con más del 21 % de los votos, la mayoría de estos impulsados por el exalcalde Antanas Mockus. El Centro Democrático logró competir, obteniendo el 18 % de los votos validos. Esta región del país fue la única en donde Lista de la Decencia logró un buen resultado. Los partidos tradicionales quedaron muy relegados, sacando cada uno menos de un 8 % de los votos validos. A nivel territorial, el dominio de la Alianza Verde es notable, imponiéndose en 15 localidades.
En las presidenciales, los resultados también son notablemente distintos al resto del país. Sergio Fajardo dio la sorpresa en Bogotá, imponiéndose con el 33 % de los votos. Gustavo Petro quedó segundo con el 29 %, mientras que Duque quedó relegado, con el 26 %. Los patrones territoriales en Bogotá son marcados y coinciden con las lógicas de voto que ha visto la ciudad en los últimos años a nivel presidencial y local. La derecha es sólida en el noroccidente, la izquierda en el sur y el centro en el occidente.
¿Qué esperamos para 2022? Bogotá es una ciudad rebelde, que vota muy distinto al promedio nacional y es un fortín para las fuerzas alternativas y de izquierda, tanto a nivel legislativo como presidencial. La capital se moviliza mucho más en presidenciales (64 % de participación) que en legislativas (50 % de movilización). Para 2022, podría experimentar un notable aumento de participación por el potencial jalonamiento que tendrán las elecciones primarias.
Se espera que Alianza Verde y Pacto Histórico sean las dos fuerzas políticas más votadas en Bogotá. Se proyecta que el Nuevo Liberalismo hará una gran elección en esta zona del país con la presencia de Carlos Fernando Galán (quien sacó mas de un millón de votos para la alcaldía) y otras figuras con alto conocimiento en la ciudad, compitiéndole el tercer lugar al Centro Democrático.
La apuesta de varios concejales de renunciar al Concejo para dar el salto al Congreso podría hacer que partidos como Liberal o Cambio Radical se sostengan con respecto a 2018. Creemos que partidos como el Conservador o La U no correrían con la misma suerte, pues quedarían por debajo del 3 % de los votos. La lista en coalición de Mira y Justa Libres podría tener problemas por la migración de varias figuras religiosas hacia el Partido Liberal. Se espera que Estamos Listas logre un buen resultado, empujadas por la presencia de figuras como Ángela María Robledo. Fuerza Ciudadana y Salvación Nacional estarían por debajo del porcentaje definido como umbral.
Proyección del nuevo Senado de la República
Una vez realizado el análisis de estadística descriptiva, procedimos a construir una tabla cualitativa que especificaba las expectativas de aumento o disminución para cada lista al Congreso en 2022. Esta categorización “sube”, “baja” o “estable” se complementa con un puntaje que construimos y va de -5 a 5, siendo -5 como caída muy fuerte, 0 como estable y 5 como aumento muy fuerte. Para el caso de listas que se presentarán por primera vez en 2022, se utilizará un puntaje de 1 a 5, midiendo la fuerza con la que irrumpirán en el nuevo Senado (siendo 1 poca fuerza y 5 mucha fuerza). Esta tabla se construye a partir del análisis que hicimos en la sección “¿Qué esperamos para 2022?” en cada una de las regiones analizadas para, posteriormente, hacer la estimación de votos y curules que defina la proyección del nuevo Senado de la República. Por ejemplo, para Cambio Radical proyectamos un alto crecimiento en la Costa Caribe, por ende, tendrá un puntaje de 5 al esperarse un gran incremento. El Conservador, en esta misma región se le cataloga a la baja y se le da un puntaje de -3 al esperarse que su caída sea bastante fuerte.
¿Cómo quedó esta tabla en general?

Con la construcción de esta tabla de puntajes, sacamos esta proyección de votos por la división regional que definimos y partidos para la elección de 2022. Como lo habíamos anticipado en los análisis previos, esperamos una mayor diferencia regional. Hay cuatro regiones en donde al menos un partido tendrá más del 20 % de los votos.
Para el caso del Caribe, dominará Cambio Radical; para el caso del Sur Oriente y Antioquia – Eje Cafetero, dominará Centro Democrático y; para el caso de Bogotá, dominará Alianza Verde. Solo en el Pacífico y el centro del país se espera una mayor competencia electoral.
Analizando cada región, se espera que la tendencia de debilidad que tienen los partidos políticos tradicionales como el Liberal, Cambio Radical, La U o Conservador en Bogotá se reafirmaría en esta elección. Para la costa Caribe, sumado a hegemonía de la casa Char, se espera un fuerte desplome de otros partidos tradicionales a costa del crecimiento de Cambio Radical, así como una fuerte irrupción de la izquierda con Pacto Histórico.
Para Antioquia y Eje Cafetero, creemos que el escenario político es fértil para el crecimiento de listas como Alianza Verde-Centro Esperanza, Pacto Histórico y Estamos Listas, aunque sigue siendo un fortín para el uribismo. Para el centro del país, se evidencia una fortaleza enorme de los partidos tradicionales que podría repetirse en 2022, aunque con una ventana de oportunidad clara para Alianza Verde-Centro Esperanza, teniendo estructura en Boyacá, nuevas figuras en departamentos como Santander y la ausencia de competencia de otros sectores alternativos.
Para el Pacífico, existe una notable transición entre un fuerte dominio de partidos tradicionales a la irrupción de fuerzas alternativas apalancadas por la explosión del Pacto Histórico y el fortalecimiento de Alianza Verde-Centro Esperanza. Finalmente, el sur oriente muestra mayor estabilidad en sus dinámicas políticas con respecto a hace cuatro años.

Esta columna fue escrita en coautoría con Sebastián Londoño, miembro del semillero Observatorio para la contención de la Covid-19 en América Latina y del Colectivo Data Lama. .
Contemplando lo anterior, proyectamos que el Partido Centro Democrático ganaría, por un estrecho margen, elecciones legislativas, aunque perdería cinco curules con respecto a 2018. Muy cerca quedaría Cambio Radical (que, pese a su crecimiento en el Caribe, perderían dos curules) y el Partido Liberal, que tendrían las mismas curules del ganador. Alianza Verde y Pacto Histórico se pegarían a los tradicionales, obteniendo cada uno 13 curules. El Conservador bajaría de los dos millones de votos y se dejaría dos curules por su desempeño en el Caribe.
El gran derrotado de esta elección sería el Partido de la U, que reduciría casi a la mitad su representación en el Senado. La coalición de partidos cercanos a movimientos cristianos (Nos une Colombia) podría ganar una curul en comparación a lo que hicieron Mira y Colombia Justa Libres por separado hace cuatro años. El Nuevo Liberalismo muy probablemente superará el umbral, empujados por un gran desempeño en Bogotá. Fuerza Ciudadana depende excesivamente de la costa Caribe para poder superar el 3 %. Estamos Listas, aunque tiene un buen case de arranque en regiones como Antioquia y Eje Cafetero, no es suficiente para obtener curules. Salvación Nacional y Comunes quedan muy relegadas.


Conclusiones
Las próximas elecciones legislativas serán históricas, teniendo en cuenta la irrupción de nuevos movimientos y la organización de elecciones primarias que estableceran varias coaliciones para definir su candidato presidencial. La apuesta de jalonar varias listas, mediante la organización de estas consultas presidenciales, podría cambiar notablemente la composición del nuevo Senado, así como fomentar la participación electoral que, por primera vez en varios años, superaría el 50%.
A nivel nacional, no existirá una lista que sea capaz de tener un dominio contundente a lo largo y ancho del territorio. Será un Senado fragmentado y dinámico, en vista que ninguna fuerza tendrá mas del 20% de las curules, pero tendrá una mayor participación de fuerzas políticas alternativas y emergentes. Listas como Alianza Verde – Centro Esperanza y Pacto Historico quedarían a la par de Centro Democrático, Partido Liberal y Cambio Radical. Esto dejaría que la sumatoria de Alianza Verde – Centro Esperanza, Pacto Histórico, Comunes y Nuevo Liberalismo podría alcanzar 36 curules, una cifra histórica. Los partidos tradicionales, sumados a fuerzas conservadoras seguirían siendo mayoría, aunque la presencia de ciertas personas con ideales liberales y progresistas en estos partidos podría dificultar el margen de maniobra de un eventual gobierno conservador. De igual forma, esta composición también restringe, inicialmente, a un gobierno de izquierda o centro, que deberá tranzar con partidos tradicionales, especialmente, con el Partido Liberal.
La metodología que usamos busca armonizar el análisis territorial mediante métodos cuantitativos (k-means), con una evaluación cualitativa de las posibilidades de cada lista, de acuerdo con el contexto político actual. Esta composición podría tener cambios, de acuerdo al comportamiento que tenga cada sector político durante la campaña. Este articulo busca esbozar las fortalezas y debilidades para reflejarlas en una primera proyección. Puede ocurrir que partidos tradicionales como el Conservador logren mitigar su caída, que Estamos Listas este en el nuevo Senado o que otros partidos den la sorpresa, pero para eso deben atender a las dificultades y fortalezas que tienen a nivel territorial.
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*Sebastián Londoño Mendéz es estudiante de Ciencia Política y Gestión y Desarrollo Urbanos de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario. Pertenece al Semillero observatorio para la contención de la Covid-19 en América Latina y al Colectivo Data Lama. Además es monitor académico de las asignaturas Análisis Geográfico 1 y Formación de la Nación Colombiana. @slondono00
@asampayo