Hay un proverbio judío que dice que una verdad a medias es una mentira completa.

En días pasados, Empresas Públicas de Medellín (EPM) anunció con bombos y platillos que iba a congelar las tarifas de energía para cumplir una promesa de campaña del alcalde Daniel Quintero.

En los próximos 3 meses, según EPM, las tarifas bajarán 0,6% para de aquí a diciembre volver a subir a la tarifa original, lo que termina “congelando” la tarifa. Eso es verdad, pero solamente es la mitad. 

Muchos gobernantes locales hablan de congelar tarifas, pero esa es una promesa que está por fuera de su control. Los costos de la energía se basan en fórmulas definidas por la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) y dependen, entre otras cosas, de la infraestructura eléctrica, de los costos de los combustibles, de la demanda y también de cuánto llueve.

En el pasado, EPM fue investigada por tratar de hacerlo. Ni siquiera el Ministerio de Minas puede bajar los costos a voluntad. Después de acuerdos, reuniones y mecanismos regulatorios, el año pasado la ministra Irene Vélez fue capaz de evitar que subiera mucho, pero no de congelar ni mucho menos de disminuir la tarifa. 

¿Entonces como es posible que el alcalde de Medellín lo logre? Ahí está la otra mitad. Las tarifas no se congelan. Esta es una historia a medias que omite lo que va a pasar después. 

¿Qué mecanismo iba a usar la empresa para bajar las tarifas? Al preguntarle a EPM en sus redes, hubo silencio. Al preguntar internamente a la oficina de prensa, no hubo respuesta a la solicitud. Solamente al mandar un derecho de petición fue posible obtener una respuesta.

La respuesta no es conveniente para la alcaldía porque confirma lo que muchas voces, incluida la de la ministra, venían advirtiendo. La tarifa no está congelada sino aplazada. En enero de 2024 la tarifa subirá y se pagará lo que se dejó de percibir. Es una medida que tiene, según la empresa, “impactos temporales en la caja” y el incremento en enero será problema de la nueva administración.

“Una vez finalice la aplicación de la medida de estabilización de las tarifas de energía eléctrica con la facturación del mes de diciembre de 2023, para la facturación de enero de 2024, EPM deberá actuar acorde con la normativa que esté vigente en dicho momento concretamente en lo referido a las opciones tarifarias, según las proyecciones vigentes para la recuperación por opción tarifaria se aplicaría un incremento del 0,6% mensual”.

La regulación permite que el incremento de la tarifa se difiera en el tiempo por algo que se llama una “opción tarifaria”. Este mecanismo se usó durante la pandemia para evitar presiones adicionales en la economía de los hogares colombianos, con la idea de que una vez pasara la pandemia y la situación económica mejorara, fuera posible reconocer los costos reales de la energía. Por eso, en el 2022 las tarifas de energía se dispararon. La opción tarifaria combinada con la inflación resultó en un aumento de 22% en el año.

Pero en esta ocasión, EPM no usa la opción tarifaria para hacerle frente a una emergencia, sino para subir temporalmente la popularidad de su presidente de junta, el alcalde de Medellín, durante la época de elecciones.

En un país con demanda de energía creciente, proyectos de generación y de transmisión, con años de atraso, y adportas de un fenómeno del Niño, es cuando menos una irresponsabilidad.

Además, con estos factores, es muy difícil que Quintero pueda cumplir su promesa porque hay componentes de la tarifa que no controla EPM. Por ahora, lo más sano es no dejarse meter los dedos a la boca y exigirle a EPM que cumpla con los requerimientos de transparencia a la hora de comunicarse con sus usuarios, como lo exige la Creg.

Porque una verdad a medias está muy lejos de la transparencia que se espera de una empresa de energía.

Ingeniero Civil y Magíster en Ingeniería de Recursos Hidráulicos de la Universidad Nacional de Colombia y Fellow en Global Journalism de la Munk School of Global Affairs de la Universidad de Toronto. Tiene amplia experiencia en investigación aplicada en cambio climático, energía renovable y transición...