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Para este 2021 Colombia dio pasos firmes y precisos en el desarrollo de su política de transición energética. Durante estos meses, el país avanzó en los procesos de búsqueda de fuentes alternativas de energía y se fijó metas en relación a la reducción de los gases efecto invernadero. Sin embargo, los retos persisten dado que no hay una línea clara para los objetivos trazados y el Gobierno tampoco ha sido claro con respecto a los impactos sociales y ambientales que traerían estos proyectos.
En cuanto a avances concretos, la Costa Caribe sigue siendo protagonista en el desarrollo de estas tecnologías. Actualmente se vienen trabajando alrededor de 121 proyectos de energía solar y eólica en los departamentos de Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba y La Guajira. Departamento que durante este año reafirmaron ser el territorio estratégico para estas actividades.
Hace seis meses a La Guajira llegaron las primeras turbinas eólicas para la puesta en marcha del primer parque eólico a gran escala en el país. Según información de la cartera minero energética, este proyecto tendrá la capacidad de generación de 20 megavatios (MW), que es equivalente al consumo de energía eléctrica de más de 33 mil familias colombianas.
De tal forma, por su potencial en los proyectos eólicos, puesto que esta región tiene una velocidad superior al promedio mundial, La Guajira sigue siendo el eje en la transición energética.
Sin embargo, no se puede olvidar que en otros departamentos, como Meta y Bolívar, se inauguraron proyectos de energías renovables no convencionales y en territorios como Huila y Valle del Cauca se están realizando obras de transmisión de energía con fuentes renovables no convencionales (Fncer).
Además, en este momento está en el radar la región del Magdalena Medio en cual se desarrollarán proyectos de energía solar, centralizadas con iniciativas fotovoltaicas en los departamentos de Antioquia, Boyacá, Santander, Caldas y Tolima.
Según información del Gobierno nacional, los niveles de radiación en este territorio son casi iguales en intensidad a los de La Guajira que alcanza 6KW, lo que es 66 por ciento superior al promedio mundial.
Sin duda, para este 2021 las actividades en relación a la transición energética y el desarrollo de proyectos de energías renovables tuvieron un avance significativo. En resumen, hoy el país cuenta con 15 granjas solares, 7 proyectos de autogeneración a gran escala y más de 1.500 proyectos solares fotovoltaicos de autogeneración de energía.
Ahora, para el próximo año y con la llegada del nuevo presidente de Colombia los desafíos están alrededor de un sistema energético más competitivo, eficiente y resiliente, de buscar eliminar las brechas energéticas y liderar la lucha contra el cambio climático. No obstante, junto a las metas mencionadas se deben incluir los siguientes retos sociales y ambientales que no han sido ahondados aún.
En lo que respecta al tema social, actualmente líderes Wayúu de Albania (La Guajira) han denunciado la falta de consulta previa en el desarrollo de estos proyectos en sus territorios ancestrales; además, afirman que se están violando los derechos humanos con la instalación de los parques eólicos en el departamento y se puede producir un desplazamiento peor que durante el paramilitarismo en La Guajira.
Por el lado ambiental, vale la pena cuestionarse las actividades relacionadas con la descarbonización. Este proceso es un reto que sin duda debe estar en la agenda de la transformación energética del país y más con el compromiso ambicioso de Duque de llegar al carbono neutral en el 2050, contraído en la COP26 de Glasgow. Y junto a la reducción de estas emisiones, se deben preparar a los departamentos altamente dependientes del carbón.
Para el próximo 2022 los desafíos para la transición hacia las energías limpias no solo deben estar centralizados en aspectos regulatorios, de infraestructura y de mercado. Los proyectos de energías renovables no se pueden convertir en una amenaza o un atropello para las comunidades y ciudadanía que allí residen.